Siento decepcionarte querido lector o lectora, pero no, no es magia y lo único que hace que esa pelota de poliespan levite es el chorro de aire vertical que sale del secador y no una varita. Esto último mejor lo dejamos en manos de la imaginación de J.K. Rowling.
Para este experimento los únicos materiales que necesitaremos son un secador y una pelota de ping pong o poliespan. Si colocamos el secador apuntando hacia arriba y situamos la bola en el centro de la corriente, podremos soltarla que no caerá. Normalmente, cuando los alumnos ven esta demostración, no suelen quedar muy impresionados porque lo primero que piensan es: «¡Lógico, el aire empuja la pelota hacia arriba, aquí hay poco misterio!» y razón no les falta pero el verdadero asombro viene después, cuando al inclinar paulatinamente el secador, la pelota sigue flotando.
¿Por qué queda atrapada en el centro del chorro? ¿A qué se debe la estabilidad del equilibrio? Tenemos respuesta a estas preguntas y es gracias al famoso efecto Venturi. La velocidad de la expulsión de aire del secador es mayor en la parte central de la corriente y menor en los laterales, es decir, fuera de dicha corriente el aire se encuentra en reposo. Las regiones de aire en las que la velocidad es mayor, son de baja presión mientras que aquellas en las que el aire se encuentra en reposo, son de alta presión. Este balance de presiones hace que la pelota mantenga el equilibrio en el aire.
Nosotros ya estuvimos probando la experiencia en clase (Vídeo) y tú, ¿te animas?
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