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Universidad de Salamanca
María López Barreña
Facultad de Ciencias-Máster de Educación
 

¡Eureka!

Nuevo Presentación de Microsoft PowerPoint

La innovación docente está a la orden del día y así es como nos lo ha transmitido María Jesús en cada una de sus clases. Por supuesto, hoy no ha habido excepción y hemos estado durante las dos horas realizando pequeñas experiencias de física y un par de química para coger ideas y llevarlas a nuestras futuras aulas. Los experimentos son beneficiosos para despertar la curiosidad en los alumnos, la participación, impulsan el trabajo cooperativo, estimulan el respeto por opiniones ajenas o contrarias, fomentan el espíritu crítico, promueven la reflexión y favorecen la rigurosidad en el trabajo. Además, la experimentación en el aula está vinculada a una fijación de contenidos a largo plazo sin emplear demasiado esfuerzo memorístico, haciendo el aprendizaje mucho más atractivo y eficaz para los estudiantes.

¿Adivináis que os traigo hoy, no?

¡El experimento de la presión y la vela!

“No existe ley alguna de las que gobiernan cualquier parte de este Universo que no esté relacionada o entre en juego en la historia química de una vela.”

Michael Faraday

Vela

Sobre un plato con agua, colocamos una vela encendida y la tapamos con un vaso. Acto seguido vemos como sube el nivel de agua.  ¿Qué provoca esa subida cuando se apaga la vela? ¿Alguno lo sabe? ¡Os lo cuento!

En un primer momento, cuando la vela aún está encendida, se produce la primera subida del nivel de agua provocada por la disminución del número de moles en los productos generados, dando lugar a una bajada de la presión (Ley de los Gases Ideales) que queda compensada con ese aumento de nivel de agua. A continuación se produce una subida más brusca. La vela encendida calienta el gas atrapado a una temperatura cercana a los 800ºC, lo que provoca que el gas se expanda. Al apagarse la vela por falta de oxígeno, la temperatura baja rápidamente y el volumen de gases y la presión de los mismos se reduce, provocando que la presión atmosférica externa empuje el agua del plato y ésta suba de nivel hasta que se igualen las presiones.

Pero, si hay algo que me haya maravillado de la clase de hoy es el termómetro de Galileo. ¡Nunca había visto ninguno y es extraordinariamente bonito!

Termómetro de Galileo

Termómetro de Galileo

Este termómetro fue diseñado por discípulos de Galileo y le dieron su nombre ya que fue el descubridor del principio de flotabilidad que explica que la densidad de un líquido cambia en proporción a su temperatura. Está constituido por un tubo de vidrio que contiene un líquido con mayor coeficiente de dilatación que el agua (un alcohol, por ejemplo), así como varias ampollas de vidrio que contienen diferentes volúmenes de otro líquido tintados de distintos colores (éste podría ser agua). De dichas ampollas cuelgan una chapitas doradas con diferentes temperaturas inscritas que irán variando según la densidad del líquido contenido en el tubo.

Cuando aumenta la temperatura, el líquido se dilata, disminuye su densidad, y entonces algunas de las ampollas de colores del interior caen al fondo. En cambio, cuando la temperatura es baja, el líquido se vuelve más denso, y por tanto realiza un mayor empuje sobre las ampollas, las cuales suben a la superficie. La temperatura viene dada por el valor que indica la chapita suspendida del flotador más bajo de los que no se hunden.

¿Qué os ha parecido? ¿Os animáis a hacer uno casero?

¡Os dejo por aquí el enlace!

María Lopez Barreña

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