Experimentar: la mejor forma de aprender

Hoy hemos realizados experimentos en el laboratorio sobre contenidos claves de la asignatura física y química impartida durante la E.S.O. y el Bachillerato.

Realizamos las tres prácticas que explico a continuación:

1. Práctica del muelle. Con este experimento se trabaja el concepto de movimiento armónico simple que es consecuencia de una fuerza recuperadora lineal. Se dice que la fuerza es recuperadora en el sentido de que siempre tiende a que el cuerpo recupere la posición de equilibrio. Además, se aplica la Ley de Hook para obtener la constante, k, del muelle
2. Práctica del péndulo simple. Un péndulo simple está formado por una pequeña masa, colgada del extremo de un hilo, que se supone inextensible y de masa despreciable, unido por el otro extremo a un soporte fijo. De este modo, cuando se da un pequeño impulso a la masa, oscila alrededor de la posición vertical de equilibrio. Con esta práctica se trabajan las diferentes fuerzas implicadas en el movimiento y se puede obtener el periodo y el valor de al aceleración de la gravedad.
3. Práctica del tiro horizontal. Este experimento esta formado por una bola de acero situada en reposo en el borde de una mesa a una altura sobre el suelo. Esta bola cae como consecuencia del empuje horizontal proporcionado por un péndulo formado por otra bola de acero de radio ligeramente inferior al de la bola anterior. Con este experimento se trabajan las ecuaciones de movimiento y se puede obtener el valor de la aceleración de la gravedad.

Como reflexión, creo que estas prácticas contribuyen en gran medida a afianzar conocimientos incluidos en el temario del bachillerato ya que es una forma de que los alumnos se familiaricen y comprendan mejor algunos de los contenido de física. A pesar de que realizar prácticas en laboratorio puede suponer un mayor esfuerzo para los docentes (preparación de prácticas, organización de grupos, material…), creo que es una metodología didáctica que debemos incluir ya que mejora el aprendizaje de contenidos de los alumnos y además permite trabajar otras competencias como la lingüística o la matemática por medio de la realización de informes. Finalmente, el haber llevado a cabo prácticas sencillas en el instituto contribuye a que los alumnos que elijan formarse en carreras científicas estén habituados a trabajar en el laboratorio, conozcan formas de proceder y medidas de seguridad básicas.