Actualmente, es difícil para los docentes mantener la atención de sus alumnos en parte debido a la falta de motivación. La motivación es un factor muy importante a la hora de llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje y está muy vinculada con otros factores como son la innovación en las tareas, el sentimiento de grupo, el learning by doing y la utilidad de lo aprendido.
Primero voy a dejar un vídeo de como la motivación puede cambiar nuestro comportamiento. En este vídeo vemos que creando un piano en las escaleras del metro de Estocolmo un 66 % más de personas las usan evitando así las mecánicas.
Además, en la clase de hoy hemos aprendido que se puede enseñar física, tanto a niños como a adultos, jugando.
Niels Bohr (dcha.) y Wofgang Pauli (izda.) observando el funcionamiento del tip-top. Fotografía de Erik Gustafson.
El tip-top es una peonza, similar a un champiñón cerrado, tiene forma de esfera a la que se le ha retirado el casquete superior, y a la que se le ha colocado un vástago para hacerla girar. Cuando esta peonza rota sobre su base esférica, el eje de simetría comienza a inclinarse hasta que, en un salto brusco, la peonza se invierte y comienza a girar, más lentamente, sobre el vástago. Este fenómeno se debe a que el centro geométrico no coincide con el centro de masas por lo que el eje de rotación no coincide con el punto de contacto de la peonza con la superficie, generándose así un par de fuerza externo. Un comportamiento muy similar se observa en la rotación de un huevo cocido.
Existen infinidad de juegos para explicar fácilmente muchos fenómenos físicos sin necesitar materiales costosos, por ejemplo, solo con unas pajitas de plástico o unos huevos.
Por lo tanto, como docentes con pequeños gestos podemos hacer que el proceso de enseñanza aprendizaje sea algo divertido, motivador y sobretodo efectivo ya que es una forma de entender más fácilmente algunos fenómenos físicos.
¡Nosotras también aprendemos jugando!
Aún no hay comentarios.