En términos generales las conductas de las personas está influenciada por sus motivaciones, cualquier cambio a nivel social, escolar, profesional, etc. está marcado fuertemente por ella y es que motivar es el principal motor del aprendizaje. La motivación es el elemento que hace que un estudiante se interese por la materia además de dedicarle tiempo y esfuerzo a la hora de comprender y aprender.
En base a lo anterior, la gran pregunta como futuro docentes es: ¿Cómo podemos motivar al alumnado?
El profesor dentro del aula debe hacer frente a la gran diversidad de estudiantes, cada uno de ellos tendrá diferentes motivaciones y les afectará de manera distinta, por lo que los profesores deben conocer qué factores son los que condicionan la motivación del alumnado a la hora de enfrentarse a las tareas.
Algunos de esos factores son: que vean la utilidad de los contenidos que aprende y sean capaz de conectarlos con sus problemas en el día a día, hacerles conscientes de su progreso y de los que conlleva lograr a superar sus dificultades, el tiempo y esfuerzo invertido que van a invertir en realizar la actividad y por último y no menos importante la relación profesor-alumno dentro y fuera del aula.
SI conseguimos controlar la mayoría de estos factores no sólo lograremos un mejor ambiente en el aula, sino que los alumnos tendrán mayor predisposición a aprender, cumpliendo con el objetivo de todo docente.
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