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Universidad de Salamanca
Blog dedicado al fenómeno migratorio y étnico
 

Las nuevas rutas migratorias mediterráneas: el asunto pendiente de la Unión Europea

Ignacio Herrero Pérez  (Grado en Sociología 2017/2018)

Si el refranero español, máxima expresión de la sabiduría popular, se ha mantenido y transmitido de generación en generación es porque sus enseñanzas raramente yerran, por lo que se puede deducir que aquellos que las contradigan estarán abocados al fracaso. En este sentido encontramos un dicho que reza: “no se le puede poner puertas al campo” – dando  a entender “la imposibilidad de poner límites a lo que no los admite”[1] -. Pues bien, parece que nos encontramos en un momento de la historia en el que lo imposible se ha vuelto posible, o bien las personas hemos dado la espalda a esta importante herencia cultural, porque nuestros gobernantes se han empeñado en eso, en ponerle puertas al campo. El llamado “muro de Trump”, el muro que separa Israel y Palestina – conocido como “muro de la vergüenza” – o, sin ir más lejos, las vallas de Ceuta y Melilla son solo algunos ejemplos de esta debacle que se ha apoderado de los gobiernos y que los insta a bordear sus dominios para asegurarse que ningún indeseado los atraviese y se cuele en sus países. Y si la Unión Europea aún no ha decidido construir una alambrada bordeando el Mediterráneo es porque afearía el paisaje de cara el turismo, pero tiempo al tiempo.

Entrando ya de lleno con el tema que nos ocupa hay que empezar diciendo que el problema migratorio en torno al Mediterráneo no es exclusivo de ahora ni se solucionará con el final de la guerra que asola Siria desde hace ya unos años, pero aquí no vamos a analizar las causas que hacen que la gente emigre a Europa sino que hablaremos de cuáles son las rutas más transitadas, las variaciones que han sufrido los últimos años por la conflictividad que derivó de la “Primavera Árabe” y cuáles han sido las respuestas de la Unión Europea ante esta situación.

Lo primero que es preciso mencionar es que el problema migratorio que sufre Europa no ha sido considerado como un problema como tal hasta hace relativamente poco – primeros años del siglo XXI – debido a que dicho flujo migratorio, aunque constante, era “tratable” por la comunidad europea. La bonanza económica previa a la crisis económica de 2008 alentaba a los gobiernos a hacer “la vista gorda” en pro de la necesidad de suministrar mano de obra barata que engrosase las plantillas de trabajadores de ciertos sectores económicos. Además, la minúscula presión migratoria de aquellos años – si la comparamos con la época actual – fue, entre comillas, fácilmente salvable reforzando las fronteras del espacio Schengen, por ejemplo erigiendo las vallas de Ceuta y Melilla y posteriormente creando una agencia encargada de la gestión de las fronteras comunitarias a la que se llamó Frontex -2004-.

1.- Los flujos migratorios en el Mediterráneo

Dicho esto es menester ilustrar cuáles son las rutas de migración más importantes que encontramos en torno al mar Mediterráneo. Dependiendo de dónde busquemos los datos veremos que existen ciertas variaciones en cuanto a la tipología de las mismas y al cómputo total de emigrantes que recorren cada una de ellas. Para no incurrir en errores aquí señalaremos las tres rutas más importantes, a saber: la ruta occidental, que une España y Marruecos; la ruta central, que une Libia e Italia y la ruta oriental o del Egeo, que une Turquía y Grecia. Ahora bien, ¿cómo han ido evolucionando estas rutas a lo largo de los años?

a) La ruta occidental

Por mera proximidad geográfica empezaré hablando de la ruta occidental. Dicha ruta se ha convertido en lugar de tránsito migratorio desde la segunda mitad del siglo pasado y tiene la particularidad de permitir el acceso a Europa tanto por tierra – por los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla -, como por mar (González Enríquez, C. (2011). Los cambios políticos y las migraciones desde los países árabes, Real Instituto Elcano). La opción elegida durante los primeros años de afluencia migratoria fue siempre la vía terrestre debido a la facilidad de tránsito y el menor riesgo que eso conllevaba, aunque después dar el paso a la Península tuviese que retrasarse. Por ello, a finales de los años 90, y por presiones desde Europa, el Gobierno Español ordenó el inicio de la construcción de una alambrada que frenase el tránsito de migrantes (Lizarralde, Chema. (2015) «El Ejército repone también en Ceuta la alambrada de la frontera», El País) la cual se convertiría en la valla que conocemos hoy tras años de diversas mejoras y ampliaciones. Además, el refuerzo de la frontera se realizó con la colaboración del Gobierno de Marruecos, el cual, tras unos acuerdos bilaterales con España y la Unión Europea, se comprometió a combatir activamente la inmigración ilegal. Esto conllevó a una transformación de la ruta tradicional, creándose una nueva que tenía como punto de partida Mauritania – también Senegal – y como destino las Islas Canarias, y otra que partía desde las costas de Argelia y Marruecos y arribaba en las costas del sudeste peninsular y la Isla de Cerdeña. Si el flujo de pateras procedentes de Marruecos fue rápidamente atajado de acuerdo a los pactos entre los gobiernos de este país y de España, el caso de Argelia fue más tardío pero, para continuar con el relato cronológico, lo mencionaré tras un breve inciso sobre las Islas Canarias.

Aunque Canarias no entre dentro del marco Mediterráneo de nuestro análisis, creo que es correcto explicar brevemente su papel en la ruta occidental. Si bien la primera patera que arribó en las Islas Canarias lo hizo en 1995 según Cruz Roja Española (Migraciones africanas hacia Europa, 2008, Madrid, p.15)  no fue hasta el año 2006  que las autoridades españolas, europeas y africanas se dieron cuenta de la gravedad de la situación y “se pusieron las pilas” para ponerle solución. La respuesta dada fue relativamente rápida e indudablemente contundente. Europa proveyó a España de ayuda de manos de la agencia Frontex y ésta firmó una serie de pactos con los gobiernos de Mauritania[2] y Senegal (CEAR, 2016:9) en los que se que permitía a las fuerzas de seguridad españolas patrullar en las aguas de ambos países y, además, se acordó la devolución de los inmigrantes interceptados a dichos países, los cuales se constituyeron en una especie de estados-tapón de la inmigración ilegal.

Una vez “cerradas” tanto las rutas terrestres como marítimas de Marruecos, Senegal y Mauritania, los migrantes decidieron optar por Argelia. En este caso, los migrantes poseían la ventaja otorgada por el tráfico de ferrys que conectaban el país con las ciudades turísticas de países como España, Francia y, en menor medida, Italia (Calleja, Tono. (2008) Brusco repunte de la inmigración clandestina de Argelia a España, El País). En el caso de España es significativo el uso de embarcaciones endebles debido a la proximidad geográfica, lo que solía provocar naufragios con el consiguiente fallecimiento de los ocupantes. Ante esta situación, las autoridades argelinas y europeas, con España a la cabeza, se dedicaron a combatir de manera contundente el tráfico de migrantes por la vía marítima mediante, por ejemplo, del aumento de patrullas marítimas y del endurecimiento de los controles en los puertos. La consecuencia de ello fue una vuelta de la migración hacia los pasos fronterizos terrestres de Ceuta y Melilla con los consiguientes intentos periódicos de asalto a ambas vallas y las polémicas suscitadas por las llamadas “devoluciones en caliente”.

b) La ruta central

La segunda gran ruta migratoria que vamos a tratar en este trabajo es la llamada ruta central que tiene como actores principales los países de Túnez, Libia e Italia.

Túnez, al igual que Argelia, es una excolonia francesa que hace unos años se situó en la primera plana política internacional al protagonizar las protestas de la llamada Primavera Árabe, la cual derrocó al gobierno dictatorial e instauró un sistema democrático real. Previamente a este acontecimiento cabe decir que la importancia de la ruta tunecina se basa en su proximidad con respecto a las costas de italianas de la isla de Sicilia y tuvo su apogeo a finales del siglo pasado y principios de este. El cierre parcial de esta ruta a principios de siglo conllevó una difusión más al sur, hacia Libia, que pasó de ser un mero país de tránsito a convertirse en un gran emisor de migrantes con destino a Europa.

Las nuevas dificultades encontradas por los migrantes en la ruta occidental y por Túnez intensificaron el flujo migracional hacia Libia, país gobernado por el dictador Gadafi y abiertamente hostil hacia las democracias europeas .De hecho, las fricciones entre los gobiernos europeos y el del general Gadafi se deben a que éste ayudó financieramente a organizaciones terroristas como el IRA (Roquet, Gemma. (2018) El largo camino del refugiado: esclavos a las puertas de Europa. EOM). Tras el abandono de estas hostilidades, el gobierno libio comienza a realizar una serie de negociaciones enmarcadas dentro de la cooperación con países del sur de Europa, especialmente Italia, con el objetivo de frenar esta oleada migrantes que asolaban las costas italianas. Dicho acuerdo entró en vigor en 2009 a condición de que Italia compensase económicamente al país africano por la ocupación colonial de principios de siglo XX. No obstante, la guerra civil de 2011 que asoló el país tras el “contagio” de la Revolución árabe tunecina abrieron de nuevo las puertas de este país a los migrantes africanos y también sirios huidos de la guerra de Siria que también dio comienzo ese mismo año. La falta de un gobierno efectivo que sucediera al derrocado Gadafi hizo imposible la protección de las fronteras, lo que posibilitó que esta ruta se constituyera en un “paraíso” para las mafias encargadas de enviar a los migrantes a Europa. Todo ello, unido al cierre del corredor de los Balcanes y a la crisis de los refugiados sirios ha convertido la ruta central y a Libia en los ejes de la migración clandestina hacia Europa y uno de sus principales quebraderos de cabeza.

 c) La ruta oriental

Sin duda alguna esta ha sido la protagonista indiscutible de la crónica social de los últimos años y todo gracias al conflicto armado que se vive en Siria desde el año 2011. Desde aquel entonces, el país no ha dejado de expulsar a ciudadanos hacia países vecinos pero muchos de ellos optaron por huir directamente a Europa debido a las mejores expectativas que los 28 les podían proporcionar en comparación con sus vecinos más próximos. El itinerario más utilizado en este caso ha sido el de huir directamente desde las costas turcas hacia las posesiones griegas más próximas ya que este país es junto a Chipre el más próximo a Siria. Posteriormente, tras la saturación de los órganos de acogida griegos, los migrantes decidieron tomar una ruta más larga atravesando los países que conformaban la antigua Yugoslavia. La respuesta de la Unión Europea fue la de evitar a toda costa que los migrantes llegaran a territorio europeo  para lo que se valieron de diferentes acuerdos tanto con los países balcánicos, como con Grecia, como con Turquía a la vez que países como Hungría se dedicaban a erigir vallas como las de Ceuta y Melilla para blindar sus fronteras. Turquía se ha valido de los flujos migratorios de estos últimos años para hacer presión ante las negociaciones con la Unión Europea para su adhesión a la misma, la cual se ha visto interrumpida en numerosas ocasiones por la deriva autoritaria del primer ministro Erdogán[3].

Esto ha contribuido, como decíamos anteriormente, a trasladar el problema de nuevo a Libia, ya que la falta de un gobierno efectivo imposibilita cualquier acuerdo con Europa para retener a las masas de migrantes que a diario cruzan sus fronteras.

2.- La estrategia migratoria de la Unión Europea

Una vez expuestas y explicadas las rutas migratorias que encontramos en torno al Mediterráneo, es hora de hablar más en profundidad de la estrategia utilizada por la Unión Europea para hacer frente a la crisis migratoria de nuestros días.

Primeramente hay que señalar que aunque hayan incluido la palabra “unión” en el nombre, lo cierto es que la Unión Europea tiene poco de unida y la cuestión migratoria es un claro ejemplo de ello. Como hemos dicho anteriormente, la problemática migratoria es relativamente reciente, lo que puede justificar en cierto modo que Europa no se haya preocupado hasta hace mucho de esta cuestión. Aún así, lo cierto es que las primeras reacciones dentro del marco comunitario fueron lentas y prácticamente se basaban en que la inmigración era un problema de los países receptores y que ellos eran quienes debían solventarlo y gestionarlo – previo pago del conjunto de los países de la unión -. De esta manera nos encontramos con una proliferación de acuerdos bilaterales entre los países del sur de Europa y los africanos como por ejemplo el denominado Plan África (2006-2008) impulsado por España hace ya más de una década y que supuso una reducción drástica de la llegada de migrantes a terreno español (EFE (2006) El Plan África suplirá el déficit histórico de implicación española en el continente africano. El País).

Tras la toma de conciencia de la Unión europea sobre el problema migratorio se creó la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras de los Estados miembros de la Unión – o Frontex – cuyo objetivo principal es el de asegurar las fronteras del espacio Schengen mediante la coordinación común de los sistemas de seguridad de los diferentes países europeos[4]. Es a partir de aquí cuando se establece un marco común de gestión del fenómeno migratorio y los acuerdos con los países africanos empiezan a ser tratados desde una perspectiva común (Aragal, Xavier. (2016) La política de la UE en materia de migraciones en el Mediterráneo. El Periódico). Se deja, pues, de negociar con países de forma individual y se empiezan a negociar con toda la Unión Europea en su conjunto, la cual fija el objetivo común de detener los flujos migratorios y asegurar las fronteras.

Los nuevos acuerdos de cooperación entre los países africanos y Europa siguen manteniendo el objetivo planteado y a cambio Europa se compromete a otorgar cuantiosas sumas de dinero destinadas al desarrollo de los países emisores, así como importantes concesiones en materia comercial. De esta manera se consigue trasladar el problema migratorio directamente a África, evitando implicar a los países del sur de Europa lo más posible. Esta “externalización” del problema migratorio no solo se paga mediante acuerdos comerciales y económicos sino que supone la muerte de facto de los valores promovidos por la Unión Europea, ya que en muchos casos estos acuerdos han sido realizados con gobiernos dictatoriales, tal y como se ha expuesto en el apartado anterior. Sin embargo, cuando Europa no puede o no consigue hacer cumplir los acuerdos de cooperación siempre echa mano de la fuerza militar como elemento disuasorio. El claro ejemplo de ello es la llamada Operación Mare Nostrum llevada a cabo por Italia en las costas Libias durante el año 2013, la cual fue reemplazada por la Operación Tritón de manos de Frontex en 2014 (Perini, Antonella. (2015) Más de 27.000 muertes registradas en el Mediterráneo entre 2000 y 2015. Observatorio PROXI).

Por último, el acuerdo más mediático e importante fue sin duda el firmado con el gobierno de Ankara en el año 2016, por el que se puso fin temporalmente a la llegada de migrantes procedentes en buena parte de Siria. Mientras tanto Europa ha intentado lavar su imagen mediante los programas de acogida y reparto de refugiados, los cuáles han fracasado tajantemente gracias al incumplimiento reiterado de los mismos por buena parte de los países de la Unión Europea, entre ellos España – otra prueba más de que la Unión europea tiene poco de unida-.

3.- Conclusiones

Como conclusiones podemos mencionar tres aspectos destacables.

-        El primero de ellos es que el fenómeno migratorio no parece tener solución a corto plazo. Todo apunta a que si las dinámicas demográficas y económicas siguen el rumbo actual, la presión migratoria podría llegar a aumentar en los límites de Europa.

-        La externalizaicón de la gestión de las fronteras europeas solo es un parche que no ataca directamente al problema. Es como si se intentara bloquear el paso del río con una roca, el flujo de agua buscaría un nuevo camino una y otra vez, al igual ocurre con los flujos migratorios.

-        Europa ha demostrado no estar preparada para afrontar los problemas ”de mayores”. Tanto la crisis económica, como la migratoria han demostrado que Europa se sujeta con pinzas y ello imposibilita hacer frente a cuestiones que necesitan respuestas conjuntas y contundentes como la que nos atañe. En definitiva, Europa tiene un gran asunto pendiente que esperemos que sepa afrontar en un futuro próximo por el bien de la Unión.

Bibliografía

Abogacía Española. Gestión de la migración a lo largo de la ruta del Mediterráneo central. 31 de 01 de 2017. http://www.abogacia.es/2017/01/31/gestion-de-la-migracion-a-lo-largo-de-la-ruta-del-mediterraneo-central/ (Recuperado el 20 de 05 de 2018).

Adams, Paul. 7 gráficos para conocer los puntos calientes de la emigración en el mundo. 31 de 05 de 2015. http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/05/150529_finde_migracion_graficos_vj_aw (Recuperado el 16 de 05 de 2018).

Agencia EFE. La llegada de inmigrantes a Europa por el Mediterráneo bajó dos tercios en 2016. 6 de 01 de 2017. https://www.efe.com/efe/espana/sociedad/la-llegada-de-inmigrantes-a-europa-por-el-mediterraneo-bajo-dos-tercios-en-2016/10004-3141837 (Recuperado el 18 de 05 de 2018).

Aragall, Xavier. «La política de la UE en materia de migraciones en el Mediterráneo.» El Periódico, 4 de 07 de 2016.

Calleja, Toni. «Brusco repunte de la inmigración clandestina de Argelia a España.» El País, 31 de 7 de2008.

CEAR. «Movimientos migratorios en España y en Europa». Madrid, 2016

Cruz Roja España. «Migraciones africanas hacia europa (2008)». Madrid.

El País. «Los caminos del Mediterráneo.» 30 de 10 de 2017.

Enríquez, Carmen González. Los cambios políticos y las migraciones desde los países árabes. Real Instituto Elcano. 24 de 03 de 2011. http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/!ut/p/a0/04_Sj9CPykssy0xPLMnMz0vMAfGjzOKNg318fEKcHX1NTZz9QgKNXI0NDSBAvyDbUREAbg0Kqw!!/?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/wps/wcm/connect/elcano/elcano_es/zonas_es/ari60-2011 (último acceso: 19 de 05 de 1018).

Europa press. «Las peligrosas rutas de la migración hacia Europa.» 21 de 04 de 2015.

Lizarralde, Chema «El Ejército repone también en Ceuta la alambrada de la frontera» El País 22 de 04 de 2015.

Mohorte. «En qué consiste el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía para frenar el flujo de refugiados.» 8 de 03 de 2016. https://magnet.xataka.com/en-diez-minutos/en-que-consiste-el-acuerdo-entre-la-union-europea-y-turquia-para-frenar-el-flujo-de-refugiados (Recuperado el 18 de 05 de 2018).

Moral, Pablo. «Mauritania: el precio por la seguridad en el Sahel.» 3 de 11 de 2016. https://elordenmundial.com/2016/11/03/mauritania-precio-la-seguridad-sahel/ (Recuperado el 22 de 05 de 2018).

Perini, Antonella. Más de 27.000 muertes registradas en el Mediterráneo entre 2000 y 2015. 25 de 05 de 2015. http://www.observatorioproxi.org/index.php/informate/infografias/item/205-mas-de-27-000-muertes-en-el-mediterraneo-entre-2000-y-2015 (Recuperado el 22 de 05 de 2018).

Redacción BBC Mundo. «Las peligrosas rutas de migración en el Mediterráneo.» BBC, 24 de 10 de 2013.

Rodríguez, José María. «El cierre español de la ruta de los cayucos vía Canarias.» ElDiario.es, 13 de 06 de 2017.

Roquet, Gemma. «El largo camino del refugiado: esclavos a las puertas de Europa.» 17 de 04 de 2018. https://elordenmundial.com/2018/04/17/el-largo-camino-del-refugiado-esclavos-a-las-puertas-de-europa/ (Recuperadoel 22 de 05 de 2018).

Salamanca, Alejando. «La ruta de los Balcanes: cambios en la política fronteriza europea.» 21 de 11 de 2017. https://elordenmundial.com/2017/11/21/la-ruta-de-los-balcanes-cambios-en-la-politica-fronteriza-europea/ (último acceso: 20 de 05 de 2018).[5]


[1] http://dle.rae.es/?id=Uafmj9V

[2] Moral, Pablo. «Mauritania: el precio por la seguridad en el Sahel.» 3 de 11 de 2016. https://elordenmundial.com/2016/11/03/mauritania-precio-la-seguridad-sahel/ (Recuperado el 22 de 05 de 2018).

[3] Mohorte. «En qué consiste el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía para frenar el flujo de refugiados.» 8-03-216.https://magnet.xataka.com/en-diez-minutos/en-que-consiste-el-acuerdo-entre-la-union-europea-y-turquia-para-frenar-el-flujo-de-refugiados (Recuperado el 18 de 05 de 2018).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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