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En las primeras dos sesiones de innovación y evaluación hemos tratado el trabajo cooperativo, la gamificación, los proyectos de innovación docente y el diseño de rúbricas.
El trabajo cooperativo que se asienta sobre los siguientes pilares:
- La interdependencia positiva.
- Interacción cara a cara.
- Dar responsabilidad a cada estudiante del grupo.
- Desarrollar las habilidades del grupo y las relaciones interpersonales.
- La reflexión sobre el trabajo en grupo.
En las sesiones, lo hemos trabajado de propia mano realizando la técnica del puzzle que consta de los siguientes pasos y en la que se ve involucrada la técnica de coevaluación:
- El grupo asignaba un tema de trabajo a cada integrante que debía leerlo y elaborar un pequeño esquema o resumen.
- Los integrantes de los diferentes grupos que tenían el mismo tema asignado se reunían para profundizar en él (reunión de expertos).
- Se reúnen los grupos iniciales y cada integrante explica a los demás miembro de su grupo el tema que ha trabajado de manera que al final de la reunión todos los integrantes del grupo deben conocer los contenidos de todos los temas.
- De forma aleatoria se asigna un tema de exposición a cada grupo que será presentada por un integrante, también elegido al azar y que no puede ser el experto en ese tema.
- Se le asigna a cada grupo un tema para evaluar (no pueden evaluarse a sí mismos) de manera que, a partir de una rúbrica de evaluación proporcionada por el profesor, deben valorar la calidad de la exposición del tema asignado.
Al final de la sesión, se trabajó la creación de rúbricas para evaluar una actividad (creación de un blog, informe de laboratorio, excursión, etc).
Una rúbrica es una tabla de doble entrada donde se describen criterios y niveles de calidad de cierta tarea, objetivo, o competencia. Son unas guías de puntuación usadas en la evaluación del trabajo del alumnado que describen las características específicas de un producto, proyecto o tarea en varios niveles de rendimiento, con el fin de clarificar lo que se espera del trabajo del alumno, de valorar su ejecución y de facilitar retroaliementación o feedback, permitiendo así la autoevaluación y la coevaluación.
En cuanto a la gamificación, es un recurso muy atractivo para motivar y atraer a los alumnos, que además puede servir como método de evaluación formativa. El ejemplo que trabajamos en clase fue realizar una “maratón científica”. El juego consistía en que en parejas, tratáramos de llegar a la meta lo antes posible respondiendo preguntas variadas de física y química. Según la calidad de la respuesta un alumno designado como croupier asignaba los puntos correspondientes a cada pareja. Además, un alumno era designado como observador, de manera que, utilizando la lista de control proporcionada por el profesor, pudiera evaluar a los grupos participantes y al croupier.
Finalmente, visualizamos varios proyectos de innovación docente como la realiazación de entrega y evaluación de las mismas pro rúbricas, la implementación del trabajo cooperativo mediante la creación de vídeos educativos para la realización de prácticas y el trabajo de competencias genéricas a través del trabajo cooperativo en el laboratorio.
Reflexión personal:
Las sesiones realizadas han sido de gran aporte ya que creo que el permitirnos probar técnicas de trabajo cooperativo a nosotros como alumnos es una de las mejores maneras de entenderlas ya que las vivimos de propia mano, de ver el potencial que tienen y de ver qué nos gusta, qué no, qué aspectos no funcionan bien y cuáles mejoraríamos.
En cuanto a la gamificación, creo que es un recurso importante a la hora de atraer a los alumnos a los contenidos de las asignaturas y que además de permitirles practicar y afianzar conocimientos explicados en las clases más tradicionales permite evaluar a los alumnos tanto en contenidos (sí responde correctamente a la preguntas) como en competencias (por ejemplo competencia social: trabaja bien grupo, coopera, etc).
Finalmente, el familiarizarnos con la creación de rúbricas es muy útil ya que como futuros docentes seguro que las utilizaremos y es un método de evaluación que permite una mayor objetividad a la hora de corregir. Además, permite a los alumnos saber qué es exactamente lo que el docente quiere que dominen y también permite realizar técnicas de trabajo cooperativo como la coevaluación.
Bibliografía:
Elizabeth F. Barkley, K. Patricia Cross y Claire Howell Major (2007). “Técnicas de aprendizaje colaborativo”. Ediciones Morata S.L. Colección: proyectos curriculares.
https://gesvin.wordpress.com Consultada el 26 de febrero.
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