Aunque el yoga luzca como una disciplina dónde no se amerita mayor esfuerzo físico, en realidad, es una actividad bastante comprometedora para la mente y para el cuerpo. Por eso, quién la imparte debe ser una persona especializada, quién pueda asegurarse de la correcta ejecución de técnicas y ejercicios.

Existe un montón de dudas respecto a cómo ser profesor de yoga porque, a decir verdad, no se trata de una carrera universitaria comúnmente impartida. Generalmente, se necesitan de academias como kavaalya.com para conseguir la formación adecuada para ser profesor de yoga.

¿Qué se debe estudiar para ser profesor de yoga?

Esta respuesta puede ser bastante variable; depende de los objetivos de quien quiera ser profesor de yoga. Un prospecto profesor de yoga común necesita una formación generalizada. Mientras, quién busca ser profesor de un área en específico de yoga, requiere una formación más puntual.

Por regla general, las formaciones integrales son bastante más largas en relación con las específicas. En consecuencia, si quieres ser un profesor de yoga sin una especialización puntual porque prefieres impartir yoga de manera general, las formaciones largas pueden ser las ideales para ti.

Mientras, si un tipo de yoga en específico llama más tu atención, debes pedir la opinión de los profesores que lo imparten para saber si puedes empezar sin haber realizado una formación general previa o si, por el contrario, es un requisito para iniciar el curso la especialización.

Lo primordial es asegurarte de conseguir una academia o programa de gran reconocimiento y trayectoria en el mercado. En él, puedes obtener los tipos de informaciones disponibles, leer sobre los temas a impartir y elegir la más adecuada para ti.

¿Cómo se presentan este tipo de formaciones?

El yoga es una profesión no reglada. Por ende, es difícil encontrar una formación del tipo universitario como si de una carrera más se tratase. Aunque puede ser impartido como parte de un programa, no es común encontrarlo como una formación de nivel universitario.

Sin embargo, cuando la formación es avalada por una universidad y cuenta como un estudio universitario, agrega bastante peso en el currículum. Igualmente, varias formaciones en academias online o presenciales ofrecen cursos con reconocimientos y certificaciones.

En consecuencia, la mayoría del tiempo, las formaciones de yoga se presentan en forma de cursos. Por supuesto, el hecho de ser cursos no significa que todos sean iguales. La duración y contenidos impartidos en los mismos depende de la academia y el objetivo en particular.

¿Qué debe tener una buena formación de yoga?

El yoga tiene generalidades bastante importantes que, sin importar si se trata de una formación corta, larga, de especialización o integral, deben ser tomadas en cuenta a la hora de realizar cualquier estudio para ser en un futuro profesor de yoga.

Indispensablemente, deben ser impartidas la forma correcta de los asanas, las técnicas de meditación y respiración, la filosofía del yoga, anatomía del cuerpo, alineamientos, gestión de clases y un poco sobre los tipos de yoga.

Al realizar una fiesta todo se vale. El único límite en cuanto a qué se puede hacer en ella y qué no, es la decisión del anfitrión, y por supuesto, si no se interfiere en ningún aspecto legal, ¡el mayor propósito es la diversión! Por eso, si de diversión hablamos, no hay nada tan bueno como un fotomatón para fiestas.

Los fotomatones son ideales cuando queremos divertirnos de manera sana y, además, quedar con el mejor recuerdo de ello. Si quieres saber de qué va todo esto de los fotomatones y por qué pueden ser tu mejor elección para tus fiestas y eventos, aquí te lo muestro.

¿Cómo funciona un fotomatón?

Antes de poder hablar sobre todo lo bueno de los fotomatones, primero debemos entender qué es uno y cómo funciona. Los fotomatones son máquinas en forma de cabina donde las personas entran, se sientan y la máquina empieza a tomar fotos por sí misma de manera automática.

Seguramente has visto una en un centro comercial, o incluso, ya tienes tu propio arsenal de fotos con varias tomas dentro de estas cabinas. A decir verdad, es difícil resistirse a un fotomatón. Divertirse por unos minutos con un recuerdo aún más gracioso y totalmente tangible, ¿qué más se podría pedir?

Las fotografías son tomadas una tras otra de manera prácticamente instantánea. Dependiendo de qué tipo de cabina se trate, si es más actualizada o más vieja, las fotos se pueden mostrar en una pantalla para elegir las favoritas.

En caso contrario, solo serán impresas las fotos tomadas, y aunque puede parecer no tan bueno, en realidad, ¡puede ser igual de entretenido! Tendremos fotos más inesperadas, naturales y sorpresivas. Aunque, cualquiera de los dos puede ser igual de divertida.

Respecto a la cantidad de fotos, depende de cada fotomatón. En general, pueden ser desde 1 sola foto hasta más de una docena dentro de una sola impresión. Claro está, es posible únicamente si se trata de los más actualizados como los mencionados en los párrafos anteriores.

¿Los fotomatones son realmente entretenidos en las fiestas?

En vez de darte mil y una razones para explicar por qué los fotomatones podrían ser tu mejor elección, te lo muestro con un ejemplo mucho más práctico. Imagina llegar a una fiesta, conoces a pocas personas, tal vez uno, dos o tres amigos, y, además, ya no sabes con quién conversar.

Sin embargo, pasado un rato, ¡ves un fotomatón! Varios están haciendo fila para entrar y otros salen y muestran sus fotos divertidas a los demás. En definitiva, dentro y fuera del fotomatón todos son amigos y parecen divertirse sin limitantes.

Entras con tus dos o tres amigos, y al tomar las fotos ríes mucho con ellos y con quienes están en la fila para entrar. Ahora ya no tienes dos o tres amigos, sino, unos cuantos más para seguir disfrutando de la fiesta, y como si fuera poco, conservas varias fotos increíbles de una de las mejores celebraciones de tu vida.

Cuando hablamos de un administrador de finca, no siempre queda del todo clara cuál es su función. No es nada de extrañar, porque para ser sinceros ¡cumple con muchas más a las esperadas! Lo importante, para empezar, es que sean tan buenos como el Administrador de Fincas Martín de Villodres.

Por supuesto, para saber si el administrador de finca de tu comunidad o tu residencia cumple o no con todas sus funciones, primero debes saber cuáles son. Por eso, aquí te las muestro junto con información bastante interesante y sobre todo relevante de ellos.

Manejan un perfecto control de ingresos y egresos

Una de las principales funciones de un administrador de finca consiste en llevar cuenta de todos los ingresos de la comunidad, desde los más chicos hasta los más grandes. De lo contrario, sería imposible saber si los mismos se mantienen en aumento o decrecimiento y no se podría llevar control.

En ese sentido, contabilizan todos los gastos inesperados o planificados como mensualidades, alquileres, mantenimiento, etc. El más mínimo error en los gastos quedaría faltando o sobrando dinero dentro de la caja de la comunidad. Claramente, ninguna de las dos situaciones es conveniente.

 Se encargan de gestionar todos los pagos necesarios

El administrador de finca no solo debe llevar cuenta de los gastos y egresos a lo largo del mes, sino, además, es el encargado de llevarlos a cabo. Es decir, una vez realizado los pagos necesarios para cualquier actividad concerniente al edificio, procede a anotarlos como egreso.

En otras palabras, es el encargado de gestionar todos los pagos necesarios para el correcto mantenimiento y funcionamiento en regla de todos los procesos administrativos del lugar. Así, cuando hablo de “gestionar” es porque realmente lo hace en todo el sentido de la palabra.

Preparan un plan de gastos

Los administradores de fincas conocen los gastos usuales de la comunidad. Debido a ello, cada cierto tiempo deben idear un plan donde se especifiquen los más esperados a lo largo de determinado tiempo. Por supuesto, no puede solo presentarlos a la comunidad, debe ubicar posibles soluciones.

Es decir, además de realizar el plan de gastos, también debe elaborar un plan para afrontarlos sin afectar de manera extraordinaria la economía de la comunidad. Después de tener todo listo debe presentar ambos a la comunidad y esperar su aprobación.

Se mantiene al tanto de todas las reparaciones y las lleva a cabo

Si mantener en perfecto estado una sola casa en cuanto a estructura es una tarea difícil, hacer lo mismo, pero con toda una comunidad, ¡puede ser realmente agitador! El administrador de fincas debe mantenerse al pendiente de cualquier reparación o inconveniente que pudiera surgir dentro de los bienes inmuebles.

Si detecta un problema o le es comunicado directamente por uno de los vecinos, debe encargarse de solventarlo. Claro está, no efectuando la reparación, sino llamando y pagando a las personas adecuadas para ello. Usualmente, esos inconvenientes deben ser informados a la comunidad sin excepción.