Al realizar una fiesta todo se vale. El único límite en cuanto a qué se puede hacer en ella y qué no, es la decisión del anfitrión, y por supuesto, si no se interfiere en ningún aspecto legal, ¡el mayor propósito es la diversión! Por eso, si de diversión hablamos, no hay nada tan bueno como un fotomatón para fiestas.

Los fotomatones son ideales cuando queremos divertirnos de manera sana y, además, quedar con el mejor recuerdo de ello. Si quieres saber de qué va todo esto de los fotomatones y por qué pueden ser tu mejor elección para tus fiestas y eventos, aquí te lo muestro.

¿Cómo funciona un fotomatón?

Antes de poder hablar sobre todo lo bueno de los fotomatones, primero debemos entender qué es uno y cómo funciona. Los fotomatones son máquinas en forma de cabina donde las personas entran, se sientan y la máquina empieza a tomar fotos por sí misma de manera automática.

Seguramente has visto una en un centro comercial, o incluso, ya tienes tu propio arsenal de fotos con varias tomas dentro de estas cabinas. A decir verdad, es difícil resistirse a un fotomatón. Divertirse por unos minutos con un recuerdo aún más gracioso y totalmente tangible, ¿qué más se podría pedir?

Las fotografías son tomadas una tras otra de manera prácticamente instantánea. Dependiendo de qué tipo de cabina se trate, si es más actualizada o más vieja, las fotos se pueden mostrar en una pantalla para elegir las favoritas.

En caso contrario, solo serán impresas las fotos tomadas, y aunque puede parecer no tan bueno, en realidad, ¡puede ser igual de entretenido! Tendremos fotos más inesperadas, naturales y sorpresivas. Aunque, cualquiera de los dos puede ser igual de divertida.

Respecto a la cantidad de fotos, depende de cada fotomatón. En general, pueden ser desde 1 sola foto hasta más de una docena dentro de una sola impresión. Claro está, es posible únicamente si se trata de los más actualizados como los mencionados en los párrafos anteriores.

¿Los fotomatones son realmente entretenidos en las fiestas?

En vez de darte mil y una razones para explicar por qué los fotomatones podrían ser tu mejor elección, te lo muestro con un ejemplo mucho más práctico. Imagina llegar a una fiesta, conoces a pocas personas, tal vez uno, dos o tres amigos, y, además, ya no sabes con quién conversar.

Sin embargo, pasado un rato, ¡ves un fotomatón! Varios están haciendo fila para entrar y otros salen y muestran sus fotos divertidas a los demás. En definitiva, dentro y fuera del fotomatón todos son amigos y parecen divertirse sin limitantes.

Entras con tus dos o tres amigos, y al tomar las fotos ríes mucho con ellos y con quienes están en la fila para entrar. Ahora ya no tienes dos o tres amigos, sino, unos cuantos más para seguir disfrutando de la fiesta, y como si fuera poco, conservas varias fotos increíbles de una de las mejores celebraciones de tu vida.