Cosas sobre los gatos

22/09/15, 13:07

La inestabilidad del gusto 

El gusto está desarrollado en la misma medida que el olfato. Las papilas gustativas de la lengua aceptan mucho más a gusto lo salado y áspero que lo dulce o amargo. Pero la excepción confirma la regla, porque muchos gatos comen encantados bizcochos y dulces. Son capaces de reconocer los sabores muy pronto : un cachorro de un día sabe distinguir un líquido salado de otro soso. Pero con el paso de los años, la agudeza de este sentido disminuye, como ocurre también con el hombre y los demás animales.

El gato es de todas formas un invitado difícil en cuanto a gustos y apetito. Se cansa de la misma comida, busca otra quizá saltando sobre la mesa de la cocina, y en general, se muestra extravagante. Con tal de cambiar de comida, se dedica al robo en casa o fuera, y a Ia captura de pequeños animales (y aquí el juego se acopla con el capricho alimentario). Cuando se siente indispuesto, acepta de mal grado los medicamentos, y prefiere frecuentemente la búsqueda personal en el jardín, el prado o el bosque, de las hierbas curativas que el considera instintivamente necesarias. A menudo, como veterinario de sí mismo, demuestra tener razón.

Los bigotes como radar Los órganos táctiles más sensibles del gato son los bigotes o vibrisas. Están situados en la piel, encima de los labios, y perciben el más mínimo toque o presión. En la oscuridad de la noche, cuando ni siquiera los ojos pueden captar un hilo de luz, en una habitación o al aire libre, se podría decir que los bigotes desempeñan la misión de un radar capaz de detectar la presencia y la naturaleza de los objetos cercanos. Ellos le protegen incluso la vista, porque cada cosa potencialmente peligrosa (una barrera de pinchos, una pared, una trampa) toca los bigotes antes que los ojos, que inmediatamente cierra. Los bigotes son capaces de percibir las corrientes de aire provocadas por animales o por coches, y esto permite al gato de «sentir» aun en el caso de que los bigotes no lleguen a tocar los objetos.

La pérdida de los bigotes o la eliminación de ellos por un desconsiderado juego de tijeras, obstaculiza sin duda los hábiles movimientos del gato.

Las patas para conocer el mundo

Además de ser indispensables para caminar, saltar y correr, las patas tienen una importante función táctil: las usan para investigar los objetos que les producen sospecha o admiración. El cachorro de perro, en su deseo de conocer el mundo, olfatea todo aquello que se presenta ante sus ojos pero el gatito, que más que ningún otro animal tiene el ansia de la curiosidad, adelanta antes que nada una patita hacia la cosa nueva, Ia toca tímidamente, después insiste con mayor decisión y sólo al final termina por olfatearla.

Las almohadillas plantares, que se encuentran debajo de la pata, transmiten también información al gato, porque a través de ellas capta toda clase de vibraciones. Además del sentido innato de la higiene personal, el gato mantiene constantemente limpio el cuerpo, desde el manto hasta el hocico, y sobre todo las extremidades, precisamente para conservar al máximo sus eficaces órganos táctiles.

La resistencia al dolor

Considerado animal de siete vidas y de siete almas, el gato no demuestra sufrir aunque el dolor sea muy agudo no se pone nervioso ni es teatral. Tales dotes para soportar el sufrimiento le permiten superar, sin que nosotros nos demos cuenta, formas patológicas de poca importancia y sin consecuencias graves. Si se excluye el hocico, que es la parte más vulnerable, el gato se muestra relativamente insensible incluso a las altas temperaturas. Puede echarse en lugares considerados demasiado calientes para el ser humano, llegando incluso a quemarse el pelo cerca de una estufa, mientras no se asuste de Ia llama. El gato siente un molesto dolor sólo cuando la temperatura de su piel alcanza los 50 grados. Apenas el termómetro baja, correrá a refugiarse en lugares templados. La reacción al dolor varía, de todas formas, de un gato a otro: algunos pueden volverse agresivos si se les toca una herida o se usa la jeringa para una inyección otros, en cambio, permanecen en actitud confiada e inician el ronroneo intuyendo que la mano del hombre actüa en sentido beneficioso.

Apuntes sobre los gatos, no todo vana ser perros

15/09/15, 19:42

El gato, sea de pura raza o callejero, es un animal bellísimo, agraciado, plástico, armonioso; una obra escultural creada por la naturaleza. Hoy es uno de los animales del hogar más difundidos, y se podría casi decir que su popularidad está igualando a la del perro, tan amplia.

Su cuerpo flexible y el conjunto elegante de sus músculos forman un auténtico «motor viviente» perfecto. A esto debemos añadir la vivacidad e inteligencia que lo hacen misterioso, listo, ágil, irrefrenable, valiente y fantasioso.

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Pero se trata de un motor que funciona sólo cuando quiere. La jornada de un gato no es siempre activa: después de algunos arranques alegres y de juegos, trepar a un árbol, capturar algún animalillo y asearse, el gato se concede alguna pausa para reposar y meditar. Es cazador activo y juguetón, pero no un andarín. Se cansa mucho antes que el hombre. Mientras el perro de caza puede correr durante un día entero, después de un breve paseo el gato ya sueña con echarse indolentemente sobre una piedra cálida o sobre un mullido cojín.

Un gato adulto mide 40-50 cm de longitud, más 30-35 cm de cola. El peso medio de un macho es de 4 kilos, quizá de 5 a 6 si está bien nutrido. La hembra es siempre más pequeña que el macho de la misma raza. Se sabe desde tiempo inmemorial de un gato macho que llegó a pesar 19,5 kilos, pero evidentemente se trataba de un caso de gigantismo digno de aparecer en el Libro Guinness de récords como algo excepcional.

Sus armas defensivas y ofensivas son las uñas y los dientes. Sobre todo las uñas son mortales. Pero ahora deberíamos centrarnos en algún detalle anatómico. El gato posee 245 huesos, bastante frágiles, de los cuales 20 se sitúan en la cola. La columna vertebral está formada por 51 vértebras; la caja torácica, por 26 costillas. La cabeza redonda tiene el cráneo extendido hacia adelante. La frente es estrecha y curvada, y las mandíbulas forman un arco.

sobre los gatos

El cuerpo, largo y estrecho, está tan bien equilibrado y es tan ligero, que cuando el animal cae, incluso desde gran altura, en el noventa por ciento de los casos queda de pie. Una altura superior a un cuarto piso de una casa (22-24 m) podría serle fatal, porque a causa de la aceleración su peso aumentaría considerablemente, y el giro del cuerpo sobre sí mismo perdería el ritmo. En el mejor de los casos, el gato se fracturaría las extremidades. El sentido del equilibrio es atávico en este felino, y se ha desarrollado cuando, por razones de caza y seguridad, pasaba gran parte de la jornada en lo alto de los árboles, saltando de rama en rama y caminando sobre los troncos. Aún hoy el gato trepa con facilidad, pero tiene dificultades para el descenso, porque a fin de controlar el lugar adonde irá a parar, se empeña en bajar de cabeza Ocurre entonces frecuentemente que, atraído por la curiosidad, el gato se meta en grandes líos paseándose por ramas insólitas de un árbol o por barandillas y tejados. De todas formas, gracias a su equilibrio congénito a diferencia del perro, el gato no se marea nunca en automóvil ni en barco. Sin embargo, los viajes no le entusiasman, aunque alguna raza logre divertirse con los movimientos del coche o del tren, y contemplando a través de la ventanilla paisajes nuevos e interesantes.

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Las patas del gato son algo cortas en proporción a la longitud del cuerpo, pero incluso esto le proporciona elegancia Un ejemplar de pata larga terminaría por no gustarnos demasiado. Las extremidades tocan el suelo con los dedos. Las almohadillas plantares como se sabe contienen las uñas retráctiles cinco en as extremidades anteriores y cuatro en las posteriores Las temibles armas salen de su funda a voluntad, apenas llegado el momento de a agresión.

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El Toy Terrier de Gran Bretaña

9/09/15, 13:10

Hizo furor en la segunda mitad del siglo XIX, y aun hoy, si bien poco difundido, es apreciado por sus dotes de agudísima inteligencia, así como por su minúscula estatura, que le da aspecto de juguete.

Evidentemente, el Manchester terrier fue el progenitor de los perros miniatura o perros Toy (juguete en inglés) terrier; aunque de estatura superior, posee las mismas características somáticas, y pese a sus pequeñas proporciones, no le faltan entusiasmo ni coraje. No es que vaya a necesitar un collar eléctrico para perros, pero tiene la personalidad agresiva y vivaz típica de los terrier más puros.

En las cacerías de ratas, que aún hoy se efectúan en algunos países, no es raro ver, entre los terriers mayores, al Toy. Disputa valerosamente con sus compañeros la presa cobrada, persigue con gran agilidad a los roedores y los mata. Tarea difícil, si se tiene en cuenta la pequeñez de su tamaño.

razas de perros

RASGOS GENERALES:

Perro enano, elegante, ceñido, con temperamento de terrier.

Altura: Entre los 25 y 30 cm.

Cabeza: Es larga y estrecha. El cráneo es achatado, de forma cónica, sin mucho músculo en la mejilla y llena bajo los ojos. La nariz negra. Hocico con leve stop y se afila con suavidad. Los maxilares cerrados debajo de los apretados labios. Los dientes, fuertes y nivelados.

Ojos: Pequeños, almendrados, oblicuos, brillantes, entre oscuros y casi negros.

Orejas: En forma de llama, insertadas altas en la parte posterior del cráneo. El interior de la oreja está dirigido hacia delante.

Cuello: Largo, gracioso, algo arqueado.

Tronco: Ceñido, proporcionado a la cabeza. El tórax es estrecho y profundo, con costillas bien arqueadas. El dorso levemente curvado hacia atrás desde el hombro hasta el lomo, el cual es redondeado.

Cola: De inserción baja, no supera el garrón; fuerte en la base y afilada en la punta.

Extremidades:

  • Las anteriores, de hombros bien inclinados, no derechos. Las patas rectas. Codos pegados al cuerpo.
  • Las posteriores, de muslos redondeados y garrón muy suelto.
  • Los pies compactos, con dedos separados y uñas negras y brillantes.

Manto y Pelaje

  • Pelo: apretado, liso y tupido, muy brillante.
  • Color: negro y fuego.

Defectos:

  • Ojos claros, grandes, redondos, sobresalientes, desproporcionadamente separados o muy próximos entre sí.
  • Orejas grandes y colgantes. Dorso de carpa, hundido o chato.
  • Trasero más alto que los hombros. Delantero ancho, codos despegados.
  • Pelo ralo y sin consistencia.
  • Tonalidades fuego, formando calzones.
  • Mancha de fuego tras la oreja.
  • Manchas de pelos blancos en cualquier sitio.