El tifus o leptospirosis es una enfermedad es cada vez más frecuente y su modo de transmisión bastante particular. El agente vector es la pulga o el piojo, que inoculan un germen llamado leptospiro. Ratas y turones (ratones campestres) son reserva viviente de esta enfermedad. Por ello es más frecuente en las proximidades de casas insalubres en vias de demolición, estanques o aguas encantadas.  Los perros pueden contaminarse también olisqueando heces de animales enfermos. Ello explicaria que los machos sean mas suceptibles que las hembras por su propensión a oler las señales del paso de sus congéneres.

Sintomas.

Existen dos formas de enfermedad : una digestiva, que provoca un abatimiento considerable, con fiebre alta al principio y después hipotermia. vómitos y diarreas hemorrágicas. La aparición es brusca y la evolución rápida.

Esta primera forma se cuida adecuadamente con un antibiótico, la tifomicina (nombre genérico : cloranfenicol) y antihemorrágicos (pectina, vitamina K).

La segunda forma es renal y da síntomas muy graves : ictericia,vómitos y) sobre todo e invariablemente, uremia. El animal deja de orinar o bien orina poco y muy oscuro y maloliente. Si se recuenta la urea en la sangre se encuentran hasta 3 ó 4 g por litro (mientras que lo normal es de 0, 30 g).

Tratamiento.

En esta segunda forma, hay que recurrir por fuerza a los antibióticos (tifomicina, estreptomicina, tetraciclina), pero es también necesario proceder a una rehidratación mediante perfusión intravenosa (plasma de Quinton, suero con glucosa, sueros salados).

La utilización de corticoides debe llevarse con precaución. Es indispensable apoyar el funcionamiento del corazón. La vacunación es una precaución indispensable también para el tifus. Es preciso inyectar una vacuna a los tres meses, administrar una dosis de refuerzo un mes después y, en adelante, cada año o cada dos años.

Esta vacunación no origina trastorno alguno y no entraña peligro para el animal.