Nuestra comarca forma parte del espacio geográfico que ocupara el antiguo Macizo Hespérico. Es éste un antiguo zócalo de edad paleozoica que se extendía aproximadamente por lo que hoy ocupan la Meseta y el noroeste Peninsular.
En la zona, aun quedan vestigios de este antiguo macizo. Nos referimos a los afloramientos artríticos que aparecen en el occidente de la comarca que, elevándose por encima de las campiñas terciarias y valles cuaternarios, forman diversas alineaciones serranas de dirección SE-NO (Sierra de la Culebra, Sierra de Carpurias).
Durante el Pérmico y prácticamente durante todo el Mesozoico, debido a la ausencia de movimientos oro génicos, el macizo paleozoico será sometido a un fuerte proceso erosivo para irá rebajando de forma progresiva sus partes altas hasta que quede convertido en una penillanura.
El fenómeno mas relevante que producen los plegamientos alpinos, ya en el Terciario, es la facturación y hundimiento de gran parte del zócalo paleozoico. La zona que se hunde entrará a tomar parte de la gran depresión terciaria castellana.
En el Mioceno se inicia el relleno de la depresión mediante sedimentos de carácter detrítico pertenecientes a la facies denominada “Tierra de Campos”, donde predominan niveles importantes de arcillas margosas. Queda formada ahora una planicie tabular; es en esta zona en la que hoy encontramos topónimos tan significativos como: La Capiña. Los Llanos…
Muy importante fue la acción fluvial durante el Plioceno y, ya en el Cuaternario, durante el Pleistoceno, fundamentalmente, pero también en el Holoceno actúa. Di hoy en día son importantes los aportes de agua de los rios de la zona, ello nos puede dar una idea de lo que sería la acción erosiva y acumulativa de los antiguos colectores fluviales que, de carácter alóctono, descendían desde la Cordillera Cantábrica y Montes de León.
Imagen de la Sierra de la Culebra.
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