El País 14/03/2020. [Noticia seleccionada y comentada por: Sergio Sánchez Jimenez. Grado en Sociología]
Esta noticia cuenta la historia de Isatu, una mujer que escapó de Sierra Leona con sus hijos con el fin de salvarles y protegerles de las tradiciones ancestrales de la familia paterna, como la ablación genital femenina y la sumisión total de la mujer.
Dejando a un lado el sentimentalismo de esta noticia, se puede analizar el contenido de la misma a través de la entrevista. Isatu es víctima de la violencia de género ejercida en su país de origen, y lo sigue siendo aún en su ruta para llegar a tierras europeas, esquivando la trata y la esclavitud. Esto lleva a la mujer protagonista a realizar una migración forzada. Este fenómeno lleva años aumentando en nuestro país, y son cada vez más las oleadas xenófobas que se juntan para atacar a personas como Isatu, que lo único que hacen es poder salvar su vida y la de sus seres queridos.
Argumentos como nos quitan el trabajo, si no hay dinero para sanidad tampoco lo hay para ellos, las prestaciones sociales se las llevan personas así, son todas falacias que solo las personas más racistas son capaces de crear. Estudios como el de Muñoz de Bustillo y Grande Martín (2017) o el de Moreno Fuentes y Bruquetas Callejo (2011) hacen que la realidad no se distorsione y se vea lo que realmente ocurre: cómo estos inmigrantes, con las políticas migratorias europeas, no acceden en su mayoría a un puesto de trabajo o a prestaciones sociales, sino que quedan al amparo de ONG.
Por tanto, a la hora de realizar una crítica sobre estas personas, hay que conocer la realidad que viven, lo que sufren, y qué les espera en los países de destino. Y ya no solo conocer la realidad, cualquier Estado debería tener la obligación de amparar a cualquier persona que viniera en este estado. Con las ayudas suficientes, todas estas personas pueden llegar a ser un bien para la comunidad, aportando mano de obra (crecimiento económico del país), juventud y natalidad (saldo vegetativo positivo).
https://elpais.com/espana/2020-03-14/la-larga-huida-de-isatu.htmll
