Historia de vida realizada por Gemma Sánchez Martín (Estudiante del Grado en Trabajo Social).
PRESENTACIÓN.
La persona que he seleccionado para realizar esta historia de vida es la mejor amiga de un primo. Su nombre es Samira, una joven de 20 años de origen africano, concretamente nacida en el estado de Burkina Faso. Lleva viviendo en España 3 años aproximadamente, acompañada de su madre y del marido de su madre. Samira es hija de madre africana, con nacionalidad de ese continente. Tiene una hermana mayor que también emigró con ella. Su madre, es madre soltera.
SITUACIÓN DE LA HISTORIA.
Esta joven nace el 17 de enero de 2001 en el país de Burkina Faso. Empezamos a hablar con ella sobre su país natal, Burkina Faso. Nos cuenta que Burkina Faso significa “tierra de hombres honorables” en el lenguaje Moreé. El Moreé es una de las 71 lenguas que se hablan en este país. Además, es un estado de África Occidental que limita con Malí, al noreste con Níger, al sur con Costa de Marfil, Ghana, Togo y Benín, cuya capital es Uagadugú.
Respecto a los datos demográficos de este país, Burkina posee un total de 20,32 millones de habitantes en 2019, y cuenta con una densidad de población de 74 habitantes/kilómetro cuadrado.
Por otro lado, haciendo referencia al nivel de vida de sus habitantes, poseen un nivel de vida bajísimo, además el índice de Desarrollo Humano, que elabora Naciones Unidad para medir el progreso de un país y que en definitiva nos muestra el nivel de vida de sus habitantes, indica que los burkineses están entre los que peor calidad de vida tienen del mundo.
Además, nos cuenta que la situación de este país es muy crítica, tanto económicamente como socialmente, haciendo en muchas ocasiones reflexiones como que su familia era muy trabajadora, “cogían cualquier trabajo con tal de llevar dinero a casa”. Además, cuenta que su infancia la recuerda un poco dura, porque no veía mucho a su madre, y que era su hermana la que se encargaba de ella y de las tareas domésticas, con ayuda de alguna tía. Tiene una hermana mayor con 28 años actualmente. La infancia, no solo la recuerda dura, por no ver a su madre, si no, que ella siempre quería seguir estudiando, y las circunstancias de ese país no las permitían, “iba poco o nada al colegio porque no me dejaban ir más” decía.
Nos cuenta que su día a día era levantarse, si podía ir al colegio iba, pero si no, tenía que ayudar a su hermana y a su familia a las tareas del hogar, a buscar suministros… aunque ella intentaba siempre ir a la escuela.
Samira procede de una familia de migrantes, por parte materna, ya que la mayoría emigró a países como España, Francia o Alemania.). Su madre emigró a España cuando ella tenía 14 años, debido a problemas económicos. Cuenta que desde que su madre se fue, le llevaba prometiendo que en cuanto consiguiera la nacionalidad iría a buscarlas, a ella y a su hermana. La entrada de su madre en España fue en un primer momento legal, como turista, pero posteriormente hasta que se casó estaba en una situación de irregularidad.
Su madre era soltera y sus hijas se quedaron en Burkina Faso mientras ella comenzaba el primero de muchos duelos migratorios. En primer lugar, la adaptación de su madre en el lugar de origen fue bastante compleja debido a que le costó mucho adaptarse a las nuevas costumbres, relacionarse con gente nueva, el idioma, encontrar un hogar que pudiese pagar etc. Comenzó a trabajar en la recolecta de alimentos como son las cerezas, uva etc., en la provincia de Cáceres. Como este trabajo era de forma temporal, es decir, por un cierto tiempo, le ofrecieron trabajar en el municipio de Calamonte como cuidadora doméstica, por lo que lo aceptó y hoy en día sigue cuidando a una pareja de ancianos. En este periodo de tiempo empezó a conocer gente de Calamonte, donde cuenta que se sintió como en casa desde el primer momento, “la gente era muy agradable, sociable e hizo amistades muy pronto”, le ayudaron a encontrar un piso, a aprender el idioma, a situarse en aquel pueblo etc. Tras unos meses, conoció a un hombre llamado Julio, nacionalidad española, al que ella consideraba como un amigo al principio pero que posteriormente, se convirtió en su marido, con el que lleva años casada.
En este periodo de tiempo la madre de Samira se comunicaba con sus hijas dos o tres veces por semana, es decir, seguían manteniendo el contacto.
Cuando su madre consiguió la nacionalidad española, por casarse, y durar un año o más, empezó a planificar la salida de sus hijas de Burkina Faso, pidiendo la reagrupación familiar, ya que ellas cada vez que hablaban con ella le mencionan que cuando llegaría el día en el que ellas también pudieran estar en España. Esto sucede en 2017.
SITUACIÓN DE BURKINA Y ESPAÑA
La situación de Burkina Faso en aquel momento no era especialmente buena, ya que es país subdesarrollado, y sufren una situación de pobreza generalizada, lo que hace más vulnerables a los niños, a su vez esto provoca unas escasas oportunidades para estudiar (escasas tasas de matriculación escolar, especialmente la de las niñas), desarrollarse y conseguir un proyecto vital satisfactorio.
Además, Burkina Faso era uno de los estados donde se practicaba la mutilación genital femenina. La mutilación genital femenina (MGF) comprende la escisión total o parcial de los órganos genitales femeninos o cualquier otra lesión de estos por motivos no médicos. Estos procedimientos no aportan ningún beneficio a la salud de las mujeres ni de las niñas.
En España, Samira siempre había soñado con ser médica o enfermera para así poder ayudar a la gente, ya que veía diariamente a gente en situaciones extremas y muy pocos profesionales. Ella sabía que quedándose en Burkina Faso las oportunidades eran muy escasas, además de que no había recursos. La situación de España por aquel entonces no era buena, pero si mejor que la de Burkina Faso. Lo único que sabía Samira sobre España era la liga de fútbol española, aparte de todo lo que su madre le contaba por teléfono, como, por ejemplo, que los españoles eran muy guapos, que el nivel de vida era mejor y sobre todo que las niñas sí que podían ir al colegio y estudiar.
El 19 de febrero del 2017 llega a Calamonte, España. Este viaje lo comienza a planificar desde hace tiempo ya que su madre siempre le decía que en cuanto tuviese los papeles iría a por ella.
PROYECTO MIGRATORIO
Expone que el plan de migración lo comienza su madre mientras ellas la esperaban en Burkina Faso, ansiados de que fuese y se los llevase consigo. Este proyecto migratorio fue voluntario ya que ella siempre quería venir a España a tener una mayor calidad de vida, así como para estudiar, además, su mayor impulso fue que su madre residía en Calamonte desde que ella tenía 7 años.
Además, tanto su madre como el resto de su familia querían que ella se fuera lo antes posible, debido a las condiciones de vida, pero sobre todo por el miedo de la realización de la mutilación genital femenina, ya que a su madre y a su hermana se la realizaron y ha día hoy tienen consecuencias, tanto a nivel de disfunción sexual como psicológicas. La mutilación genital femenina consiste en cualquier procedimiento que suponga la extirpación parcial o total de los genitales externos femeninos u otro tipo de lesión a los órganos genitales femeninos por razones culturales. Este tipo de prácticas suponen manifestación muy enraizada de la desigualdad de género, el uso de la palabra «mutilación» enfatiza la gravedad del acto y refuerza la idea de que la práctica es una violación de los derechos humanos fundamentales de las mujeres y las niñas.
Fue su madre y el marido de su madre quienes le ayudaron a preparar su traslado, aunque no lo conociese, siempre han mantenido un buen contacto, y le decía que en cuanto tuviese los papeles de España iría a por ella. Y así fue.
Lo único que Samira conocía de España, era lo que su madre le contaba, pero solo se imaginaba la liga de fútbol española, como lo he mencionado con anterioridad. Una vez integrada en España, todo lo que le habían contado, y que ella imaginaba era verdad, calidad de vida, escuelas, ropa…
El 19 de febrero del 2017 llega a Calamonte, que pertenece a Badajoz, Extremadura. Con anterioridad su madre tuvo que pedir la reagrupación familiar, ya que ella tenía la nacionalidad española., una vez que se la concedieron fue a buscarlas. Su madre fue hasta Burkina Faso, con unos billetes de avión, con la finalidad de iniciar el proceso de inmigración de sus hijas.
DUELOS MIGRATORIOS
Su madre, que se estableció en España con mucha más anterioridad que ella, ya estaba amoldada y totalmente integrada en la cultura y sociedad española. Esto, añadiendo el marido de su madre ya que es de nacionalidad española, son unos factores que ha beneficiado en gran medida a Samira y a su hermana a la hora de integrarse.
Samira en todo su relato comparaba la sociedad y cultura de España y Burkina Faso y no tenían nada que ver, usaba la expresión “no se parecen ni en el blanco de los ojos”.
Habla de su país de origen como una ciudad bonita por fuera, pero podrida por dentro, refiriéndose a las dificultades de su día a día, por lo que resulta muy difícil tener una convivencia favorable. Estas dificultades principalmente eran la estratificación social.
Lo que a ella más le afectó fue afrontar todos los duelos migratorios, es decir, separarse de su familia porque nunca habían estado separadas, y la despedida amigos, en definitiva, lo más duro fue despedirse de su núcleo cercano.
Las dificultades con las que se encontró fueron idioma, la comida y el clima, pero a pesar de eso, tenía más ventajas que inconvenientes, ya que aprendió muchas cosas, además de tener el apoyo de mi familia y gente que he conocido, aunque con el tema de relacionarse le costó ya que su integración fue muy difícil porque es una nueva cultura, aparte de que no hablaba el español.
Samira dice que cuando llegó a España tuvo mucha suerte de conocer gente honrada y buena la cual le ayudó mucho a integrarse de una mejor manera en la sociedad española.
A pesar de esto, Samira me cuenta una anécdota que le sucedió con unos compañeros de clase. Estos realizaban comentarios racistas y discriminatorios hacia Samira, al igual que muchas otras personas, pero gracias a su grupo de amigos supo afrontar esa situación de manera adecuada y pasando de esos comentarios, centrándose en todo lo bueno que le estaba pasando.
En cuanto a las dificultades y barreras que se pudo encontrar a la llegada a España, Samira dice que en general fueron pocas. Una de ellas es el idioma, ya que al no pronunciar adecuadamente ya inconscientemente hay gente que te rechaza. Otra dificultad que encontró fue ponerse al día con los estudios, ya que llevaba un nivel muy inferior para su edad, pero decía que gracias a su grupo de amigos pudo estar en el curso que le pertenece, ya que le ayudan en horarios fuera de clase, en los deberes y a estudiar los exámenes correspondientes. También le ayuda el marido de su madre ya que es profesor en un instituto.
Hablando de sus fortalezas que pudo encontrar al comienzo de su vida en España, Samira afirma que, a pesar de todas las barreras que ha tenido que superar, gana todo aquello que ha conseguido, y todo lo que es ella ahora mismo. Refiriéndose a amistades, a su relación con su madre y el marido de su madre, al instituto etc.
Todo lo que tiene ahora dice ser mejor de lo que tenía viviendo en Burkina Faso. También está contenta de ver como su hermana y su madre se han adaptado bien, además de que se les ve felices con su nueva vida.
Concluyendo con este aspecto, Samira dice que la integración tanto suya como la de su familia en España fue satisfactoria, a pesar de todas las dificultades por las que han tenido que pasar.
REGRESO
Samira afirma que tiene que verse en una situación extrema para volverse a vivir a Burkina Faso.
Lo expresa de manera bastante firme, pero con cierta pena ya que, aunque vive en España con su hermana, su madre y el marido de su madre, es lógico que añore su país de origen y a parte de su familia que vive allí como sus tíos, abuelos y amigos de la infancia.
Samira decía que ella iría de visita o de forma temporal, pero no con intenciones de estabilizarse allí, ya que se ha dado cuenta que las condiciones de vida de allí son muy precarias y es vivir una vida que no quiere vivir, por lo que considera que si regresa estaría tirando por la borda el proceso de mejora de su calidad de vida, y sobre todo de cumplir sus sueños.
Como última reflexión, Samira insiste en que tuvo mucha suerte debido a las personas que conoció y le ayudaron a estar donde está hoy en día. Pero expone que también tiene suerte de tener una familia que le apoye en todos sus proyectos de vida hoy en día, cuenta con todo su apoyo y cariño.
Ella acaba diciendo, que el proceso de emigrar lo volvería hacer una y otra vez porque para ella fue una experiencia única en su vida, además de conocer a mucha gente, aprender mucho y lo más importante “aquí me siento feliz”.


