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Universidad de Salamanca
Blog dedicado al fenómeno migratorio y étnico
 

Raíces venezolanas que inundan España

Historia de vida realizada por Sandra Centeno Simón (Estudiante del Grado en Trabajo Social).

Vicenç Pérez es un joven de 25 años que nació en Caracas, Venezuela. Ha vivido gran parte de su vida en Caracas y viene de una familia de padres migrantes, principalmente por parte materna, que es de Colombia pero emigró a Venezuela por la situación de su país, ya que en el momento en el que ella emigró Venezuela tenía una buena economía y atraía a muchos inmigrantes. Además, sus abuelos paterno son portugueses y emigraron a Venezuela donde nació su padre y su tía, poco tiempo después sus abuelos volvieron a Portugal y su padre, años después decidió regresar a Venezuela donde pasó su vida, conoció a su mujer y donde nació Vicenç siendo el menor de sus tres hermanos. Vicenç es natural de Venezuela pero a efectos legales cuenta con la doble nacionalidad venezolana y portuguesa gracias a sus abuelos, y eso le abrió muchas puertas en España.

En febrero del 2017 Vicenç llega a Barcelona, España. Este viaje comenzó a planificarlo desde finales del 2016 mientras se encontraba cursando un grado de Medicina en una Universidad Pública en Caracas, la cual era reconocida a nivel nacional e internacional, contando con multitud de recursos que favorecían a Vicenç para poder seguir estudiando, ya que en su casa no tenía conexión a internet ni libros para poder estudiar por su elevado precio, debido a esto pasaba la mayor parte de su tiempo en las instalaciones de la Universidad.

Mientras tanto hacían frente a su situación económica sus hermanos, y por otro lado sus tíos, quienes tenían un supermercado y le proporcionaban alimentos. Sin embargo, los motivos que le llevaron a trasladarse a España era la situación social del país y principalmente la inseguridad constante a la que se tenía que enfrentar. Vicenç narra que presenció un asalto a mano armada durante el desarrollo de una clase en la Universidad, que se encuentra en el centro de Caracas, y rodearse con personas de diferentes clases sociales se transformó en un núcleo de inseguridad y constantemente había robos, secuestros, atracos, etc.

Esa inseguridad y el miedo a irse alguno de los familiares, o él mismo, de casa y que no supieran si iban a volver, la falta de recursos médicos, etc. hacían que las clases no se llevasen a cabo y tenían que estar un tiempo haciendo parones sin docencia. Ésto provocaba una desestabilización y una incertidumbre acerca de su futuro, lo que le hizo tomar la decisión de trasladarse a España. Esta decisión fue voluntaria y a la vez forzosa, ya que si continuaba estaría poniendo en riesgo su seguridad y sentía que le estaba afectando a nivel psicológico y en el rendimiento académico.

El proyecto migratorio fue personal, comenzó preparándolo él mismo junto a sus amigos, que también estaban motivados a irse del país. Al contar con el apoyo de todos sus círculos y que sus dos hermanos ya estaban viviendo en España le animó a tomar la decisión. Comenzó a informarse de cómo podría continuar sus estudios y a llevar a cabo todos los trámites pertinentes. Este proceso fue muy largo, ya que había muchas trabas y si intentaba buscar la ayuda de algún gestor corría el riesgo de que los documentos estuviesen falsificados, además de que cobraban precios muy elevados por los trámites. Comenzó a tramitar todo a mediados de 2016 y contando con ahorros personales y ayuda de sus familiares reunió todo el dinero para poder comprar el billete de avión a España. Finalmente a principios de enero de 2017 contaba con los expedientes académicos, el título de bachillerato y la guía académica legal para poder llevar a cabo las convalidaciones.

Una vez en España comenzó con los trámites, su objetivo era continuar con el grado de Medicina e intento iniciar el proceso de convalidación pagando las tasas en diferentes Universidades de España, además de estar enviando cartas explicativas sobre su situación actual y adjuntando informes de su profesorado, donde constaba que era un alumno que se esforzaba y que siempre había obtenido buenos resultados. Pasado el tiempo, Vicenç iba viendo como se le denegaba el acceso en todas las universidades y como había un máximo de 2-3 plazas para extranjeros, le reconocieron créditos pero consideraban que no eran suficientes, a pesar de llevar 3 años de la carrera de Medicina cursados en Caracas.

Al encontrarse con este obstáculo decidió comenzar a trabajar, aunque éste no era su objetivo principal, ya que estaba viviendo con sus hermanos y tenía que administrarse con 50€/mes. Como disponía del pasaporte portugués no le costó demasiado encontrar trabajo y al cabo de dos meses comenzó a trabajar para poder conseguir la residencia en España, ya que de lo contrario le pedían un presupuesto mínimo anual para poder quedarse. Estuvo trabajando durante un año y afirma haberle servido mucho para aprender y le fortaleció el haber encontrado rápido un trabajo, que confiaran en él manteniéndolo tanto tiempo en la empresa y  disponer de más ingresos para poder administrarse.

Lo más complicado y doloroso del viaje fue separarse de sus padres, dejar atrás el lugar donde se había criado, donde había aprendido todo y desprenderse de sus amistades. Pero le reconfortaba sentir que en vez de dejarlo iba a traer sus raíces y su cultura a España.

Vicenç se animó a iniciar los trámites a la universidad por otro vía preparando la selectividad a pesar de ser una prueba y un sistema de evaluación completamente diferente al que él se había preparado 6 años antes. Se inscribió en una academia para que le ayudasen a preparar la prueba mientras lo compaginaba con el trabajo. Finalmente aprobó selectividad y aunque la nota no fuese la suficiente para el grado de Medicina, consiguió entrar en Enfermería. Sintió una mezcla de emociones, por un lado estaba feliz por poder acceder a la universidad pero, por  otro  lado se sentía triste, ya que dejaba atrás la carrera que más le gustaba y de la que había aprendido mucho, así como angustiado porque desconocía cómo podría ser.

Con el acceso al grado de Enfermería de Salamanca se le sumaba el tener que trasladarse a otro sitio nuevo por segunda vez y separarse de sus hermanos, además de tener que dejar su trabajo en el que lo habían hecho indefinido. Se trasladó de nuevo de Barcelona a Salamanca y en esta ocasión sin ningún apoyo. Finalmente comenzó a estabilizarse, ya que en Salamanca encontró trabajo y comenzó sus estudios, además de poder comenzar con los trámites para que sus padres pudieran venirse a España y reunificar la familia. Contando con muchas dificultades para poder obtener la residencia, sus padres pudieron viajar a España en octubre de 2019 y actualmente están juntos en Salamanca.

Vicenç tiene claro que si no hubiesen tenido la nacionalidad portuguesa no habría conseguido ninguna de las cosas que pudo llevar a cabo. Es consciente que tiene amigos venezolanos que están en situación irregular intentando trabajar durante tres años para poder conseguir la residencia. Considera que emigrar es algo fundamental en la vida, una experiencia muy enriquecedora y necesario en cualquier etapa de nuestras vidas, ya que te abre muchas posibilidades, sea por los motivos que sea siempre va a sacar algo positivo, ya bien sea generando nuevos vínculos, intercambiando diferentes culturas, etc.

Vicenç afirma que lo que le promovió a él a emigrar no fue el motivo más deseoso ni adecuado, pero no es algo de lo que se arrepienta.

 

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