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Universidad de Salamanca
Blog dedicado al fenómeno migratorio y étnico
 

LA HISTORIA DE VICKY, UNA DOMINICANA EN ESPAÑA.

Historia de vida realizada por Sara Jiménez Gutiérrez (Grado en Trabajo Social)

La persona entrevistada es Vicky, una mujer de 37 años de origen dominicano, está casada y tiene dos hijos. Actualmente tiene ambas nacionalidades, la dominicana y la española.

Antes de comenzar la entrevista, Vicky me ha dado su consentimiento para poder publicar su historia en el blog. Además, se ha mostrado muy contenta de poder participar en ello.

Vicky emigró de República Dominicana a España en busca de una mejora en su calidad de vida. Cuando lo hizo, a finales del año 2008, España se encontraba en pleno auge de la crisis económica, aunque ella no lo notó porque, como ella misma afirma, “venía de un lugar que, en ese sentido, estaba bastante peor”.

Aunque la situación actual de la República Dominicana no sea muy favorable, en el momento en que Vicky inició la migración hacia España, las condiciones de vida allí eran aún más precarias en prácticamente todos los ámbitos (económico, laboral, de salud, educativo, etc.).

En ese momento, España, en plena crisis, estaba pasando por una serie de cambios realmente importantes que afectarían a la vida de los españoles de manera definitiva, siendo esto un hecho histórico a través del que se producirían grandes cambios en todas las áreas de la vida de las personas, pues no se creía que esta crisis fuera a convertir todas nuestras vidas en algo tan diferente a lo que habíamos vivido hasta el momento. De manera general, los mayores cambios que se estaban produciendo en el momento de la crisis, centrados de manera especial en el campo económico y laboral, se resumen principalmente en:

  • El gran aumento de paro que supuso, es decir, la reducción de los puestos y/o jornadas de trabajo, teniendo lugar en este momento la caída más intensa del empleo (finales de 2008- principios de 2009), aunque hubo otras caídas posteriores.

  • Los recortes en el gasto público.

  • La reforma laboral.

  • La subida de impuestos.

  • El aumento de contratos con condiciones de trabajo precarias y la disminución de los salarios.

A todo ello hay que unir otro aspecto destacado de la crisis, importante en casos como este, pues esta afectó con mayor intensidad a la población inmigrante, comparándola con los autóctonos. Esto se debe a la composición sectorial del empleo, pues la mayoría de los inmigrantes activos se ocupan de sectores como el de la construcción, así como de aquellos trabajos que no requieren grandes cualificaciones, siendo estos puestos los más afectados por la crisis.

Hago referencia al ámbito económico y laboral del momento porque, aun con todo ello, Vicky pudo encontrar un trabajo y comenzar a obtener ingresos a las pocas semanas de pisar suelo español. La falta de empleo era una dificultad con la que contaba una buena parte de las personas que residían aquí, pues muchos habían perdido su trabajo a raíz de la crisis e incluso fue un fenómeno que produjo que muchos españoles emigraran en busca de trabajo a otros países, sobre todo la población joven y aquellos que tenían una mayor formación profesional.  Las condiciones de trabajo en las que se realizaban los contratos tras la crisis eran bastante precarias, de manera general, pero Vicky dice que ella no lo notaba así, cuando afirma “En ese sentido creo que tuve suerte. Pude empezar a trabajar como camarera y me sentía cómoda con mi trabajo. Solamente pensaba en recaudar dinero suficiente para traer a mi familia conmigo. Quizá para una persona de aquí las condiciones de trabajo eran malas, pero para mí, no sé si por venir de un país como era el mío, en el que no se encuentra trabajo ni buscando debajo de las piedras, o porque había vivido situaciones allí realmente duras, no me parecía que este puesto me estuviera “explotando” ni nada por el estilo. Me sentía cómoda y al final es con lo que me quedo, tuve suerte, supongo”.

Cuando tomó la decisión de emigrar a España, comenta que estaba pasando por un momento muy bonito de su vida, aunque a la vez se encontraba mal debido a la situación económica por la que estaba pasando su familia. Tenía sentimientos contradictorios, pues estaba a punto de dar a luz a su segundo hijo y su hermana Laura, que ya llevaba un tiempo en España, quería que viniera a vivir con ella a toda costa. Fue Laura quien se encargó de organizar el traslado, pues tenía un amigo que se dedicaba a la gestión de trámites de este tipo y, hablándolo con él, este se mostró dispuesto a ayudar. Así, hicieron un contrato de trabajo temporal a Vicky en un bar para que pudiera vivir en España. Manifiesta que, al principio, pensando en dejar allí a sus hijos y toda su vida pasada, no quería que la aceptaran para cubrir ese puesto de trabajo, pero que finalmente, cuando le dijeron que había sido aceptada, no sabía si mostrarse feliz o triste. Por una parte, se encontraba feliz porque podría mejorar su calidad de vida, pero por otra no se veía capaz de marcharse y dejar a su familia, en especial a sus hijos.

Teniendo en cuenta los conocimientos obtenidos a lo largo de la asignatura, se puede confirmar que este caso se trata de una migración internacional, voluntaria (aunque fue un proceso rápido, tuvo la posibilidad de decidir en qué momento y cómo llevarlo a cabo) y efectuada de forma regular (a través de cauces legales en el país de destino).

La tramitación de la documentación para un traslado de este tipo es un proceso que requiere tiempo. Por ello, entre unos trámites y otros pasaron 3 meses, de manera que Vicky dio a luz a su segundo hijo aun estando en la República Dominicana. Su hermana se informó y, tras insistir continuamente en que estaría mejor en España, le acabó convenciendo de hacerlo tras indicarle que un año más tarde podría reagrupar a su familia, a sus hijos. Tras escuchar esto, Vicky, sin dudarlo más, preparó sus maletas y emprendió el viaje. Cuenta que apenas le dio tiempo a plantearse cómo sería su nueva vida en España, y que solo pensaba en lo mal que se encontraba por haber dejado a sus dos hijos, de 5 años y 2 meses, a cargo de sus padres, pues nunca antes se había imaginado una vida sin ellos.

Asimismo, menciona que contaba con el apoyo de su familia, que eran quienes sabían lo que estaba pasando en cada momento. Su hermana y su marido fueron los encargados de organizar todo el viaje. Dice que lo que más ha echado de menos del país de origen son sus padres, pues siempre la han apoyado y ayudado en la toma decisiones y pasaba mucho tiempo con ellos, así que el cambio hacia la nueva vida sin estas dos figuras tan importantes para ella, fue lo que más la costó y lo que más añoraba.

En este sentido, haciendo alusión a los duelos del inmigrante desde la clasificación propuesta por Achotegui, se estaría dando el duelo por la familia, pues además de reconocer que lo que más echa de menos es a sus padres, durante la entrevista ha repetido en varias ocasiones lo mal que se sentía por haber dejado a sus hijos siendo aún tan pequeños, pese a hacerlo para mejorar las condiciones de vida tanto suyas como de su familia en general.

Cuando llegó a España, no conocía nada del país, pero aquí se encontraba su hermana y dos tíos que le facilitaron mucho la integración. Concretamente se instaló en la provincia de Ávila, donde se encontraban estos familiares. Cuenta que lo más duro del viaje fue separarse de su familia, dejar a sus hijos, en especial al de dos meses, pues solamente pensaba en que aún estaba en periodo de lactancia y no podría alimentarle como debía.

Vicky llegó a España pensando únicamente en trabajar para poder cotizar y reagrupar a su familia, buscar una vida mejor para todos ellos y poder estar juntos. Comenzó a trabajar como camarera al poco tiempo de pisar suelo español, de manera que un año y medio más tarde pudo traer a su familia consigo. Cuenta que la única dificultad con la que se encontró en este sentido fue con la tramitación de los visados en la embajada española en el momento de la reagrupación familiar, pues tenían que contactar desde la embajada con la República Dominicana para que aprobaran la entrada. Al parecer fue una temporada en la que se dieron varios casos de falsificación de los visados y había algunas personas que pasaban a España haciéndose pasar por otras, pero finalmente pudieron solucionarlo sin mayores inconvenientes.

Cuando pregunto a Vicky sobre las dificultades que encontró al llegar a España, con toda seguridad afirma que no tuvo ninguna. “Como dice el dicho: vine con el pan bajo el brazo, tenía a mi hermana que me apoyaba en todo, no necesitaba nada más”, comentaba.

Pero las cosas no siguieron su rumbo como estaba previsto. A los dos años de traer a sus hijos, se vio obligada a mandarles de vuelta a la República Dominicana, pues cambió de trabajo y con este no tenía los recursos suficientes para atenderles como debía, no podía cubrir las necesidades de los pequeños.

En cuanto a los aprendizajes obtenidos a raíz del viaje, Vicky destaca la responsabilidad, dice que ha aprendido muchísimo sobre la importancia de la organización para el día a día. Indica que “Si organizas tu vida, vas a conseguir todo lo que te propongas. Cuando tienes una meta y realmente quieres llegar a ella, debes organizarte para lograrlo. Unas veces tardarás más y otras menos, pero que lo acabas logrando, eso te lo aseguro”.

Otro de los temas que tratamos durante la entrevista tiene que ver con las diferencias entre ambos países, aunque cuando le pregunté sobre esto, se echó a reír, manifestando: “Son dos países totalmente diferentes, como del cielo a la tierra, nada que ver. Allí todo el mundo va a su bola”.

Además, hemos hablado sobre su tiempo libre cuando llegó a España. Dice que lo dedicaba a hablar con su familia por teléfono. “Hablábamos a menudo, sobre todo al principio, hasta que me quedaba sopa”. Afirma también que se fue integrando poco a poco, no le resultó difícil esto. En un principio se integró en el trabajo y, después, cuando fue cogiendo confianza con algunos compañeros, empezó a salir alguna noche a “salitas de alterne”, donde pudo conocer a más gente e integrarse sin grandes dificultades.

Del mismo modo, indica que en ningún momento ha sentido rechazo por ser inmigrante, pues afirma “la verdad es que cuando yo llegué ya había muchos inmigrantes aquí y ya era algo normal ver a una chica morena en cualquier sitio”.

Finalmente, en lo relacionado al retorno, dice que tenía pensado volver desde un principio, pero aún no ha sido posible. Aun así, está segura de que volverá y comenta “siempre pensamos en regresar a aquel lugar donde fuimos felices, y estoy segura de que volveré, aunque no sea en las mejores condiciones, sobre todo por parte de la economía”. No sabe cuándo volverá, pero indica que se está preparando para ello. “Con el dinero que he ganado hasta ahora, he podido construir la casa de mis sueños y obtener algunas cosas de las que tengo que disfrutar y creo que ha llegado el momento de ello”.

Vicky considera que volvería a realizar la migración, pero en unas condiciones diferentes, pues tiene claro que se pensaría dos veces el hecho de dejar a sus hijos. “Es muy duro separarse de ellos y no verlos crecer, pero también hay que pensar que no lo hacía por gusto, sino para mejorar mi calidad de vida y, por su puesto, la suya. Tenía que hacer lo que fuera para poder brindarles la oportunidad de vivir una vida digna, no como la que pasarían si me hubiera quedado allí, pues no habrían podido tener cubiertas siquiera las necesidades básicas si no es por el dinero que les mando cada mes desde aquí. Las posibilidades de trabajo allí son nulas, así que, aunque sabía que al principio iba a ser duro separarme de ellos, tenía que hacerlo, por ellos, por su futuro”.

CONCLUSIONES GENERALES OBTENIDAS TRAS LA REALIZACIÓN DE LA ENTREVISTA.

Antes de comenzar con el breve análisis sobre las conclusiones obtenidas con el desarrollo de la entrevista, comentaré de qué manera surgió el hecho de que la entrevista realizada fuera concretamente a Vicky.

Cuando se propuso en clase realizar una historia de vida de una persona migrante, sinceramente, no me venía nadie a la cabeza a quien poder hacérsela. Hablé con mi madre y la comenté a ver si ella conocía a alguien a quien pudiera realizarle la entrevista y, sin pensárselo, me habló de una antigua compañera de su trabajo que era de República Dominicana, aunque llevaba en España unos 20 años (Esto me llevó a pensar que era una buena opción para hacer la historia de vida). Mi madre y yo nos pusimos en contacto con ella (yo la conocía desde mi infancia, pero como llevaba bastante tiempo sin saber sobre ella, no había caído en la cuenta de que podría ser ella la entrevistada). Le comentamos en qué consistía la entrevista y preguntamos si estaba dispuesta a ayudarme. Sin dudarlo nos confirmó que sí, que no había ningún problema. Como ella trabaja en un bar, me pidió si podía ir allí a hacer la entrevista, pues es autónoma y trabaja prácticamente todo el día. Cuando llegué al bar, allí estaba ella junto a su hermana Vicky. Laura, a quien me dirigí en un principio (pues no sabía que la persona con la que estaba era su hermana), me comentó: “Sara, he pensado que podrías hacerle la entrevista a mi hermana, pues ella tiene una historia algo peculiar y creo que te vendría mejor que la mía”. Así, tras unos minutos de parloteo con ambas, Vicky y yo nos sentamos en una de las mesas del bar y comenzamos la entrevista.

Al principio se la notaba nerviosa y, la verdad, yo también lo estaba en cierta medida, pero pasados unos minutos nos relajamos y todo fluyó de la mejor manera.

En primer lugar, tengo que destacar que la entrevista me ha servido, además de para reflexionar sobre algunos aspectos comentados a continuación, para asentar algunos conocimientos obtenidos durante el desarrollo de las clases impartidas hasta el momento, siendo este, bajo mi punto de vista, un aspecto importante, pues es una gran ayuda de cara a saber un poco más sobre el ámbito de las migraciones. El resto de los aprendizajes se muestran en las siguientes líneas.

Lo que más me llamó la atención durante el desarrollo de la entrevista fue la manera en que le brillaban los ojos cuando hablaba de sus hijos. El sentimiento de culpabilidad que sentía tras haberles dejado, desde el principio de su migración, en un país a 7000 km de distancia, sabiendo que las condiciones de vida allí no eran para nada buenas y que, si les pasaba algo, no podría estar con ellos y ayudarles, le hacía sentirse realmente mal, y se notaba que realmente lo sentía así, por su manera de decirlo, sus gestos, incluso la manera en que le temblaba la voz al hablar de ellos.

Además de esto, Vicky me ha hecho reflexionar sobre la importancia de darle a las cosas el valor que realmente merecen, pues tras conocer historias de este tipo podemos pensar en lo afortunados que somos al tener una familia cerca, poder contar con ellos, tener su apoyo, así como el de otras personas de nuestro entorno con las que podremos contar en el momento en que lo necesitemos.

Finalmente, me gustaría mencionar algo que ocurrió pasados unos minutos de acabar la entrevista. Estaba dispuesta a irme, pues ya se había hecho tarde y aún tenía un buen camino hasta llegar a casa. Cogí mis cosas y fui a despedirme de Laura y Vicky, además de agradecerles por haberme ayudado con la entrevista. Cuando di las gracias de nuevo a Vicky, me respondió “Las gracias te las tengo que dar yo a ti. Me he sentido muy cómoda contándote mi historia, y tengo que decirte que ahora me siento aliviada al haberlo contado, es como que me he quedado a gusto por soltar todo lo que tenía dentro, creo que lo necesitaba”. Estas palabras me hicieron sentir realmente bien, pues además de percibir que la entrevista había ido de maravilla, me hizo muy feliz haber provocado esa sensación en ella y que, sin conocerme de antes, confiara en mí de la manera en que lo hizo.

BIBLIOGRAFÍA:

Rocha, F., & Aragon, J. (2012). La crisis económica y sus efectos sobre el empleo en España. Gaceta Sindical, 19, 67-90. Recuperado de: 035344CrisisEconomicaEfectos.pdf (ccoo.es)

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