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Universidad de Salamanca
Blog dedicado al fenómeno migratorio y étnico
 

La historia de Leopoldo y María Isabel

Historia de vida realizada por  Ana Hernández Martín  (Grado en Trabajo Social)

Leopoldo y María Isabel son un matrimonio formado por dos personas de origen español que migraron a Francia en busca de una mejora en sus condiciones de vida.

María Isabel nació en el año 1935 en un pequeño pueblo al oeste salmantino, Bogajo. Pasó su infancia allí, pero tuvo que empezar a trabajar desde muy joven porque su padre falleció y vivía con su madre y sus 3 hermanos. Su familia no tenía muchos recursos y  lo que ganaban no era suficiente, por lo que en varias ocasiones se vieron obligados a pedir dinero a la gente del pueblo para poder salir adelante. Aún siendo muy joven, trabajó en una finca como cocinera para los dueños de la finca, y años más tarde se fue a trabajar a Bilbao.

Leopoldo nació en 1932 en Francia. Su padre (1906-1988)  había nacido en Villares de Yeltes (Salamanca) y se crió en España, pero tras tener su primer hijo, se fue a Francia (1928) y allí tuvo a otros 3 hijos más, entre ellos estaba Leopoldo.

Cuando Leopoldo tenía 4 años, su madre enfermó y volvió a Villares de Yeltes con sus padres y hermanos. La madre falleció y él pasó parte de su infancia y adolescencia en España.

En 1957, Leopoldo decide volver a Francia, ya que la situación en España era muy dura y no había trabajo.

El proyecto migratorio lo preparó gracias a una hermana de su padre, que vivía en Francia. A través de ella , Leopoldo y uno de sus hermanos pudieron conseguir un contrato de trabajo que les hizo el jefe de su tía. Además, también necesitaban pasar un reconocimiento médico “para poder pasar la frontera en aquella época, era obligatorio tener un contrato de trabajo y pasar un reconocimiento médico.” No necesitó buscar un alojamiento allí, ya que el señor para el que iba a trabajar le facilitaba una pequeña vivienda en su lugar de trabajo.

Los españoles que iban a trabajar a esa zona de Francia (Seine-et-Marne) se dedicaban a cuidar los perales, manzanos y demás árboles frutales, recogiendo frutas o cortando árboles. El primer empleo que consiguió Leopoldo en Francia fue de leñador, en el que estuvo trabajando varios años.

Cuando Leopoldo se fue a vivir a Francia, ya tenía una relación con María Isabel porque trabajaban en la misma finca, y mantuvieron una relación a distancia durante dos años. En el año 1959, Leopoldo viajó a España para casarse con María Isabel y ella se fue con él a Francia.  Leopoldo ayudó a María Isabel con su proyecto migratorio de la misma manera en la que su tía lo hizo con él dos años antes, y le consiguió un contrato de trabajo como sirvienta en el terreno en el que trabajaba como leñador. Allí, el dueño del terreno les facilitó una cabaña de madera para que vivieran allí mientras trabajaban. Al cabo de un tiempo, Leopoldo comenzó a trabajar como conductor de carbón para llevarlo a París y posteriormente consiguió un trabajo como albañil, a lo que se dedicó hasta que se jubiló. Maria Isabel comenzó a trabajar como auxiliar de geriatria.

En cuanto tuvieron un poco de dinero, compraron un piso en Salamanca (España) por si tenían que volver, para poder tener una casa para ellos, pese a que estaban en Francia y tenían aún no tenían una casa en propiedad. Esto se debe a que no tenían totalmente decidido quedarse y asentar definitivamente su vida en Francia, y temían que al volver a España,  a pesar de haber estado trabajando y ganando dinero en Francia, verse en la misma situación en la que se encontraban antes de irse.

Ellos volvían a España porque tenían familia y venían a visitarlos, aunque muchas de las familias españolas con las que coincidieron allí no volvieron nunca a España. Tenían su vida establecida en Francia, incluso tuvieron una hija y tenían un terreno y una casa en propiedad, pero una vez jubilados, venían a España los periodos estivales y el invierno lo pasaban en Francia.

La integración en el país de destino fue muy buena porque en esa época a Francia llegaron muchas familias tanto españolas como portuguesas o italianas, porque necesitaban mucha mano de obra. Se encontraron con problemas con el idioma, aunque en la zona donde vivían había muchas familias españolas por lo que entre ellas hablaban en español, pero en el trabajo tenían que hablar francés.

Aunque Leopoldo había nacido y pasado los primeros años de su vida en Francia, no recordaba cómo era la vida allí. Volvió a la misma región y encontró lo que se esperaba, ya que él lo que quería era tener un trabajo con un salario que le permitiera vivir dignamente.

Sin embargo, cuando María Isabel fue a Francia, Leopoldo le había hablado muy bien del lugar y de la casa en la que iban a vivir, y cuando fue lo que se encontró no era lo que se esperaba, ya que vivían en una cabaña hecha con madera y pertenecía al señor que les había contratado. Se encontró con la dificultad del idioma, ya que no hablaba francés, pero poco a poco lo fue aprendiendo.

En el año 1957, España se encontraba en la  posguerra, bajo el régimen franquista. La economía era autárquica, es decir, de autosuficiencia en la que se rechazaban las importaciones o ayudas externas alegando que se disponía de los recursos necesarios para abastecer a todo el país con el objetivo de la independencia económica y la industrialización del país. Pero la política autárquica fue un fracaso y empezó a liberalizar tímidamente su política económica a comienzos de los años cincuenta. Al final de la década de los cincuenta la industria no era capaz de absorber la mano de obra que supuso el crecimiento de la población activa, ni las oleadas de campesinos que llegaban a las zonas industriales. (Del Arco Blanco, 2006)

Francia fue el país continental preferido para emigrar. En la década de los 60´s cumplía las condiciones necesarias para alcanzar el volumen migratorio más elevado debido al fuerte desarrollo económico, el débil crecimiento de la población y la política inmigratoria poblacionista. Esta política migratoria consiste en valorar la cualificación profesional y el sometimiento a un control sanitario previo, concediendo la residencia a quien tenía contrato de trabajo y facilitando la incorporación al sistema público de enseñanza y sanidad. El crecimiento industrial de Francia demandaba fundamentalmente mano de obra del sector secundario. Más de la mitad de los emigrantes españoles se dedicaban a este sector: el 34,5% a la construcción, el 19,5% a la industria. El sector terciario también tuvo importancia, con un 26% al servicio doméstico, ejercido principalmente por mujeres y el comercio el 7,2%. (Otero Ochaíta, 2004)

Ambos tienen nacionalidad española, pese a que Leopoldo nació en Francia. No tienen doble nacionalidad, pero a su hija sí se le ha permitido obtenerla porque su padre había nacido en Francia y su madre en España. Estaban empadronados en sus pueblos de España, aunque el domicilio fiscal era el francés.  En Francia solo tienen la Carte Vitale (tarjeta sanitaria francesa). Cuando llegaron a Francia, tuvieron que registrarse en el consulado para que constara que estaban allí; sin embargo, ahora ese trámite no es necesario porque España ya pertenece a la Unión Europea.

Cuando Leopoldo le propuso a María Isabel irse con él a vivir a Francia, ella aceptó y tenía claro que se iba a quedar allí, ya que las condiciones de vida eran mucho mejores que en España. Una vez que ella se asentó allí y se dió cuenta de que el cambio fue positivo en su vida, Maria Isabel consiguió trabajo para sus hermanos que estaban en España y se fueron también a Francia con su madre, es decir, les ayudó con su proyecto migratorio.

Lo más duro del proyecto migratorio fue alejarse de sus familiares, pero ellos se querían ir de España en busca de algo mejor. Están muy agradecidos a Francia y desean ser enterrados allí porque tal y como suelen repetir “es el país que nos ha recogido y nos lo ha dado todo, si nos hubiéramos quedado en España no sé cómo habríamos sobrevivido”. Ellos no se arrepienten en absoluto de haberse ido porque tienen muy claro que si se hubieran quedado en España, no habrían podido tener las condiciones laborales y económicas que encontraron en Francia, y la situación económica española de aquel momento les obligó a irse en busca de una vida mejor.

 

BIBLIOGRAFÍA:

Del Arco Blanco, M. Á. (2006). «Morir de hambre»: Autarquía, escasez y enfermedad en la España del primer franquismo. Pasado Y Memoria, 5, 241-258. https://doi.org/10.14198/PASADO2006.5.12

Lillo, N., Dreyfus-Armand, G., Asperilla, A. F., Casas, L. O., Vicente, M. J. F., Muñoz, M. C., Babiano, J., Gómez-Escalonilla, L. D., & Ribert, É. (2009). Un siglo de inmigración española en Francia. Grupo de Comunicación de Galicia en el Mundo. https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=581444

Otero Ochaíta, J. (2004). Emigrantes-Inmigrantes: Movimientos migratorios en la España del siglo XX. http://sauce.pntic.mec.es/jotero/

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