Historia de vida realizada por Carmen Rodríguez Augusto (Grado en Trabajo Social)
Jairo Ramírez Pérez, con género masculino, de edad 65 años y nacionalidad Colombo-Venezolana, emigró de Valencia (Venezuela), capital y ciudad más poblada del Estado de Carabobo, a Valencia (España).
Valencia (Venezuela) es conocida como la capital industrial de Venezuela ya que tiene gran cantidad de zonas industriales del país, además de ser la tercera ciudad más poblada de Venezuela. Valencia (España) es la capital de la Comunidad Valenciana siendo la tercera ciudad y área metropolitana más poblada de España, por detrás de Madrid y Barcelona.
La situación por la Jairo emigró voluntariamente el 8 de marzo del 2000 fue en un primer momento por razones turísticas aunque luego se quedó a vivir en España principalmente por la seguridad y futuro de sus dos hijas que en Valencia (Venezuela) no tenían. A día de hoy, comenta estar muy orgulloso de ellas, puesto que han conseguido un buen trabajo después de acabar la carrera. Además, comenta que la emigración también fue por motivos económicos y mejorar su nivel de vida.
Jairo expone que el proyecto migratorio fue fácil, debido a que su mujer ya se encontraba en España porque emigró cuatro años antes que él y sus dos hijas por razones de trabajo. Al ver que su mujer tenía una vida mejor de la que habían tenido hasta ahora, no dudó en salir de ese país donde carecía de oportunidades de las que tanto había oído hablar al otro lado de la frontera, puesto que quería mejorar su calidad de vida en todos los aspectos posibles. Todos sus familiares y amigos le apoyaron en el proceso, animándole a que lo hiciese, pero no obtuvo ayuda de nadie, sólo de los ahorros que había ido consiguiendo durante toda su vida y del dinero que su mujer, Amparo les enviaba.
La mujer de Jairo le envió a él y a sus hijas una carta de invitación, con la que podrían entrar en España de manera legal, solicitando el acogimiento de un extranjero en su domicilio durante un periodo máximo de 90 días. De esta manera, se comprometía a hacerse cargo de ellos durante su estancia en el país esos tres meses.
El viaje lo preparó con seis meses de antelación y con mucha ilusión y de manera fácil, sacó los vuelos hacia España y salió de Venezuela además de llevar con ellos la carta de invitación,anteriormente nombrada, que su mujer le mandó a él y a sus hijas. Llegaron a Valencia directamente con esperanza y muchos sueños por cumplir.
En un primer momento, como se ha comentado anteriormente, el viaje sólo iba a ser turístico, por lo que se llevaron lo necesario de ropa y pertenencias para pasar un cierto tiempo. Una vez pasado ese tiempo, se dieron cuenta de que la buena calidad de vida que iban buscando, realmente estaba en España, y finalmente decidieron quedarse a vivir. Jairo volvió solo a Valencia (Venezuela) recogiendo todas sus pertenencias y la de sus hijas, para irse definitivamente a vivir a España.
De Valencia (España) no conocía apenas nada, sólo lo que su mujer le había contado y mandado fotos por teléfono. Como él fue en la época de las Fallas, le sorprendió mucho la cantidad de gente y la fiesta que allí se celebraba, pero de primeras, no tenía expectativas sobre Valencia (España), él sólo quería estar junto a su mujer y sus hijas, además de encontrar un trabajo mejor del que tenía en su país.
Lo más duro de todo el viaje y el proceso fue dejar la tierra donde él había crecido, a toda su familia y a todos sus amigos a los que a día de hoy lleva 21 años sin ver, cuenta apenado. Con la casa que tenían en Valencia (Venezuela) no tuvieron problema, ya que vivían con la madre de Jairo y no tuvieron que ponerla en venta ni tramitar “papeleos”.
Uno de los principales inconvenientes, tras su llegada a España, fue la dificultad de no encontrar trabajo.En cuanto al idioma, no tuvo ningún tipo de problema y cuenta que eso fue bastante aliviante, además, su mujer ya estaba integrada allí y por eso no sintió esa soledad que mucha gente siente al irse de su país.
Con el paso del tiempo, Jairo encontró trabajo. Él es cocinero, y toda su vida se ha dedicado a ello. Hasta el año 2016 estuvo trabajando en un restaurante en Valencia, y actualmente se encuentra como jefe de cocina en El Puente de Sanabria (Zamora). A dicho lugar se fue voluntariamente porque quería visitar más lugares de España, le encantó Sanabria y por eso se quedó allí, comenta. Su mujer y sus hijas siguen en Valencia (España) lugar donde desarrollan sus funciones laborales,aunque Jairo las visita asiduamente.
Las principales fortalezas que expone fue que no se considera la misma persona que llegó a España con la que es a día de hoy ya que emigrar le ha supuesto tener que abrir mucho la mente, conocer a muchas personas, y adaptarse a una nueva cultura. Por otro lado, considera que ha sido la experiencia más enriquecedora que ha hecho en toda su vida.
La integración de Jairo en España, fue muy buena y bastante rápida ya que fue muy bien acogido por la sociedad española y él no tardó en adaptarse mucho tiempo a todos los cambios que había supuesto la emigración. Además tuvo una buena inclusión tanto en temas laborales, económicos y culturales.
Hoy por hoy, no piensa regresar a su país de origen, ya que tiene su vida “hecha” en España y todas sus necesidades cubiertas y aunque eche de menos muchas cosas de su país, tiene claro que no quiere volver.
Por último, Jairo manifiesta que volvería a hacer lo mismo “con los ojos cerrados”, salió de su zona de confort sin pensarlo mucho y no se arrepiente de nada de lo que ha ido haciendo estos 21 años en España, ya que como dice él, ha tenido mucha suerte viviendo y encontrando trabajo aquí. Expone además, que la vida le fue dando lecciones de humildad con las que tuvo que aprender y sacar fuerzas para que sus hijas tuviesen el futuro que hoy en día tienen.
También expone que vivir en el extranjero te abre mucho la mente sacándote de tu pequeño mundo cómodo y conocido, descubriendo que ninguna cultura es mejor que otra, conectando con cualidades que antes ignoraba tener, volviéndose valiente, tolerante y mucho más auténtico. Una de las cosas más importantes que aprendió fue a pedir ayuda si realmente te hace falta, saber que no estás solo y que hay personas e instituciones que pueden ayudarte en todo aquello que necesites.
Manifiesta que no cambiaría nada de lo que ha hecho hasta ahora, pero tiene un sueño que quiere cumplir, el de tener su propio negocio de hostelería en España puesto que es un amante de la gastronomía.
Para terminar, quiere animar a todo el mundo que pueda y quiera emigrar que lo haga, en busca de nuevas experiencias, nuevas sensaciones, adquirir nuevos lenguajes, nuevas culturas, conocer gente nueva, reinventar tu propia vida y no conformarte con aquello que no te gusta, ya que todo eso te hará crecer como persona y valorar mucho más las cosas.


