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Blog dedicado al fenómeno migratorio y étnico
 

Historia de vida de Victoriano

Historia de vida realizada por Sandra Cuacos Sánchez (Grado en Trabajo Social)

El protagonista de esta historia de vida es Victoriano López Hernández, nacido en el año 1934, quien tuvo que emigrar de manera forzada a Francia a los 25 años, en 1959, para conseguir dinero suficiente y así mantener a su familia y lograr uno de sus mayores sueños.

Realmente esta historia ha sido narrada por Óscar López Sánchez, nieto de Victoriano, ya que el protagonista falleció hace 6 años.

Victoriano, nuestro protagonista, era procedente de Cristóbal de la Sierra (Salamanca) donde residía junto a su mujer, Gregoria García García. Localidad que abandona durante un periodo de su vida para instalarse en diversos municipios de Francia durante dicho periodo.

En el año 59, cuando tenía 25 años, y en consenso con su esposa, decidió marcharse a Francia porque gracias al testimonio de compañeros, vecinos y amigos que ya habían emigrado años anteriores; descubrió que las oportunidades laborales eran mejor allí que en España, puesto que tanto los pueblos como los recursos de alrededor, Béjar o Guijuelo eran los pueblos más poblados y cercanos a Cristóbal de la Sierra, ofrecían pocas oportunidades y la mayoría giraba entorno a la agricultura y ganadería.

Fue entonces cuando Victoriano decidió emigrar hacia Francia ya que se acababa de casar y no tenía un sustento suficiente como para formar una familia. Entonces empezó, ya en esa época, un movimiento migratorio bastante fuerte, generalmente hombres en sus mismas circunstancias obligados, en cierto modo, a emigrar para permitirse formar una familia y, sobre todo, poder mantenerla.

La idea inicial era emigrar a Francia para obtener trabajo y, de esta manera, conseguir dinero para, posteriormente, volver a España, construir su casa y formar una familia porque hasta entonces no tenía hijos.

Se desarrolla un crecimiento industrial considerable en países como Alemania, Suiza y Francia, por lo que nuestro protagonista comienza a preparar su proyecto migratorio en 1959. Comenzó su viaje prácticamente con un par de mudas, las herramientas de trabajo, sin dinero, sin saber dónde vivir ni cómo pagar su estancia en las semanas y meses iniciales, sin ningún recurso y sin documentación hacia el país de destino, hacia Francia.

Una vez iniciado el viaje, en la zona de Pau cerca de Burdeos, consiguió su primer trabajo en una pequeña explotación donde su labor se basaba en mantenerla. Fue allí donde empezó porque se marchó sin documentación y gracias a su jefe comenzó la tramitación de éstos. Además fue su primera residencia ya que no tenía suficiente dinero para pagar otro alojamiento.

Nuestro protagonista se aloja en el pueblo de Artois donde vive los siguientes 20-25 años.

Posteriormente, consiguió su segundo trabajo como leñador, ya que la industria de madera estaba en auge en aquel momento, en concreto en la industria maderera de los pinos, en los que estuvo trabajando aproximadamente 2 años. Para conseguir más dinero, trabajaba por las mañanas en la industria maderera, y cuando volvía tenía que ayudar al patrón de la granja donde se alojaba. Es decir, para hacer frente a los gastos que generaba tenía que pagar con trabajo para poder alojarse allí.

En el año 1963, aproximadamente, encuentra trabajo en la industria del wolframio, material con el que se fabrican las bombillas. Permanece en dicho puesto de trabajo durante 4 años aproximadamente.

Posteriormente, encuentra trabajo en otra fábrica, aunque en la anterior no le había ido mal. Ahora trabaja en la industria del azufre, del ácido sulfúrico, un trabajo muy sacrificado, duro y dañino para la salud. Victoriano, en su vejez, no tenía olfato debido a los ácidos de las fábricas.

También, estuvo por periodos cortos de tiempo (varios meses) en empresas de ferrocarril y, posteriormente, hasta el retorno a España fue encargado de los molinos de residuos del plástico defectuoso.

Tras tantos años trabajando, Victoriano se dio cuenta de que lo que sus compañeros le habían contado coincidía con lo que se encontró en Francia porque tuvo muchas oportunidades y nunca le faltó trabajo ni recursos económicos que era lo que nuestro protagonista buscaba. Se dio cuenta que a los únicos trabajos a los que podía optar era a los trabajos más duros, pero ganando mucho más dinero del que hubiera ganado en España.

Durante su proyecto migratorio, Victoriano echaba de menos su tierra y, sobre todo, a su familia. Nunca fue feliz porque él no se quería quedar en Francia, él quería volver a España para construir su casa y dar estabilidad a su familia con el dinero que había ganado en Francia.

A pesar de no tener una felicidad completa, en el país de destino estuvo bien integrado ya que en aquella época en Francia había muchos inmigrantes como españoles, portugueses, italianos, etc. En la primera fábrica en la que trabajó la mayoría de sus compañeros eran emigrantes españoles puesto que ese trabajo era uno de los más duros. Por otro lado, ya en la fábrica de ácido sulfúrico, en los puestos de trabajo con riesgo para la salud como era el movimiento del ácido, esos puestos eran ocupados por migrantes, mientras que los puestos de directivos eran ocupados por los franceses autóctonos de la zona.

Incluso en el pueblo en que se alojaba y en la fábrica en la que trabajaba se encontró con compañeros de su mismo pueblo y llegó a convivir con 10 familias de su pueblo porque la oferta de aquellas fábricas era tan grande que llegó a movilizar a la mitad del pueblo.

Con respecto a la vida familiar, en 1963 nace el hijo de Victoriano y éste se desplaza durante dos meses de permiso para estar con su esposa. Pasados los dos meses, los tres (Victoriano, su mujer y su hijo) se mudan a una casa en Artois donde pasan hasta que su hijo cumple los 13 años.

A los 7 años de edad del primer hijo, en el año 1970, nace el segundo. El segundo hijo de nuestro protagonista tiene doble nacionalidad, española y francesa, pero el primer hijo a pesar de haber vivido en Artois gran parte de su vida y haber sido escolarizado en Francia, no posee doble nacionalidad.

En el año 72 empiezan a construir una casa más amplia para toda la familia en Cristóbal de la Sierra (Salamanca) además de instalaciones ganaderas ya que su sueño era abrir una ganadería media y, con ello, empieza su proyecto de retorno al país de origen. Un año después, en 1973, la familia se vuelve a España ya que su idea principal seguía en pie. Únicamente quería conseguir dinero para volver al pueblo de Salamanca y desarrollar ahí su vida, que era donde él quería vivir junto a su familia. Por eso, a pesar de que los trabajos eran duros, en Francia aprovechó todas las oportunidades que se le presentaron para obtener los mayores recursos económicos posibles y, posteriormente, poder vivir de la manera más cómoda en Cristóbal de la Sierra.

Cuando tiene acabada su pequeña granja, en 1974, se acomodaron definitivamente en España.

En general, llevar a cabo ese proyecto migratorio fue muy duro porque añoraba mucho su hogar y, por eso, en cuanto se presentó la posibilidad de tener una vida más estable en el pueblo, regresaron. El retorno a España fue duro para todos, pero sobre todo para su hijo de 13 años porque tenía sus amigos allí y se había acomodado al estilo de vida francés, que nada tenía que ver con el estilo de vida de España porque, por ejemplo, en 1973 en Francia había agua corriente y electricidad en todos los sitios, es decir, el nivel de vida era superior en comparación con Cristóbal de la Sierra, un pequeño pueblo de Salamanca.

Esta situación fue insoportable para Victoriano y Gregoria porque su hijo mayor se negaba a volver y cuando llegaron, su hijo se encontró con un retraso en la educación porque al no hablar correctamente español le retrasaron un par de cursos con respecto al que le correspondía, lo que resultó ser un hecho traumático.

Finalmente consiguió lo que se propuso, trabajando muy duro, durante muchos años, en los peores trabajos sin poder ascender ni optar a puestos de trabajo mejores, pero Victoriano no quiso volver a Francia, sabía que su retorno a España era definitivo. No le hubiera gustado repetir tal experiencia porque durante ella no fue feliz, no quería vivir de ese modo, pero sobre todo no quería separarse ni de su mujer ni de su familia.

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