Historia de vida elaborada por Lydia Fletes Ortíz (Estudiante del Grado en Trabajo Social)
A los protagonistas del relato se les han asignado un nombre ficticio para proteger su identidad.
Esperanza Sánchez tiene 80 años y es la viuda de Agustín López de 87 años, ambos de nacionalidad española. Agustín falleció hace unos años, por lo que es su esposa Esperanza la que va a contar el relato de su marido, conociendo así también la experiencia vivida desde otro punto de vista, el de la familia.
Agustín y Esperanza eran un matrimonio que vivía en un pueblo pequeño de la región de Extremadura. Agustín emigró dos veces a lo largo de su vida, las dos se sitúan cronológicamente después de la Guerra Civil Española, en la postguerra.
La primera vez emigra a Alemania en 1965, fue una emigración por motivos de trabajo, ya que en España no había trabajo y necesitaba sustentar a su familia. Agustín prepara su viaje junto con su hermano y otros vecinos del pueblo, la preparación del viaje duraba aproximadamente un mes y medio, hasta que conseguían los papeles necesarios para poder ir a trabajar, permisos, pasaporte, reconocimientos médicos en Cáceres y Madrid, etc. El viaje se hacía en una furgoneta, la cual no era muy cómoda, tardaron unos 2–3 días en llegar a Alemania, dormían 4 o 5 personas en la furgoneta y comían por el camino. Ninguno conocía como era el lugar al que iban a trabajar ni el país, solo sabían que iban a trabajar de albañiles, no obstante les trataban bien. En Alemania se encontraron algunas dificultades como el idioma, a modo de anécdota, Esperanza cuenta cómo su marido al no saber alemán, repetía la última palabra que los alemanes decían, a pesar de eso, tenían un trabajador que sabía hablar español y era el que hacía de intérprete. Algo que destaca mucho Esperanza, es la situación que vivió su marido con algún jefe de su trabajo. En ocasiones había algún jefe que estaba todo el día ebrio, por lo que nos podemos hacer una idea de lo que era trabajar en esas condiciones.
Quizás lo más duro de Alemania era que los españoles vivían en barracones y convivían con mucha gente de diversos países, lo que hacía que la convivencia fuera difícil, el espacio, los enseres personales,etc por no hablar de las condiciones lúgubres en las que estaba todo allí. Aunque no todo era negativo. Alemania era un país que estaba más desarrollado que España, y eso se notaba, además ganaban más dinero allí, lo que les permitía mandar dinero suficiente a su familia y poder mantenerse ellos a la vez.
A pesar de que en Alemania les decían que eran buenos trabajadores y que se mudasen allí a vivir con su familia, la nostalgia de España y el deseo de volver a estar con su familia hizo que 18 meses después de estar en Alemania, Agustín retornara a su país de origen.
No obstante, esta situación duró poco, ya que en 1967 Agustín vuelve a emigrar, esta vez a Suiza. El motivo fue el mismo, una emigración por motivos de trabajo, esta vez unos 7 u 8 españoles del mismo pueblo y de alrededores.
Las experiencias vividas esta vez en Suiza son muy parecidas a las de Alemania, viaje en una furgoneta, barracones, desconocimiento del país, etc. Aunque en Suiza lo pasó peor, allí eran de una forma de ser muy distinta a la de España y no se acababa de sentir cómodo. En España estaban acostumbrados a un estilo de vida de algún modo menos liberal que en Suiza.
A los 6 meses se acabó su contrato de trabajo de albañil, por lo que la ley de allí decía que si no encontrabas trabajo en 1 mes o 2 tenías que retornar a tu país de origen, por lo que en 1968 Agustín retornó a España. En el fondo con alegría porque volvía a estar al lado de los suyos.
A pesar de que Agustín no puede transmitirnos su experiencia como emigrante, su esposa Esperanza tiene muy claro lo que les transmitió en esos duros años, y que si tenía que volver a emigrar por ellos, lo haría.
Una experiencia llena de dificultades, incertidumbre y nostalgia, pero con un mensaje muy claro. A fin de cuentas, por los tuyos haces lo que sea necesario, y eso prevalece sobre cualquier problema al que tengas que hacer frente.
Esta es la historia de uno de los muchos españoles emigrantes que a causa de la Guerra civil tuvo que buscarse la vida para poder mantener a su familia, una historia de valentía y coraje. Historias que no deben caer en el olvido, ya que fueron nuestros propios abuelos los que estuvieron en la misma situación que muchos inmigrantes de nuestro país en la actualidad.


