Historia de vida elaborada por Carmen Iglesias Garrido (Estudiante del Grado en Trabajo Social).
PRESENTAR AL ENTREVISTADO:
La historia de vida que voy a desarrollar es la de mi abuelo paterno José, de nacionalidad Española. Actualmente tiene 82 años y nació en el año 1939 en un pueblo al norte de la provincia de Cáceres. No posee estudios, pues a los 9 años comenzó a trabajar junto a su padre en la agricultura y ganadería, teniendo así que abandonar la escuela.
José emigró dos veces a lo largo de su vida, la primera se produjo en 1960 junto a su mujer a Francia y la segunda en 1971 sin su mujer e hijos a Alemania.
PRIMERA EMIGRACIÓN: FRANCIA
SITUAR LA HISTORIA:
En 1960 tras acabar el Servicio Militar se casó con su actual mujer, María de 79 años, con la que llevaba saliendo desde los 19 años, siendo ambos del mismo pueblo. El trabajo en el pueblo era escaso y los sueldos que se obtenían eran muy bajos. Ese mismo año el matrimonio decide de forma voluntaria irse a trabajar a Francia a una ciudad cercana a París, ya que tenían familia residiendo allí que le facilitaría la búsqueda de trabajo.
En los años 60 España se encontraba bajo un régimen dictatorial dirigido por el General Francisco Franco, fruto de la Guerra civil que se produjo en el país en el año 1936. Para el país los años 60 resultaron difíciles, pues la posguerra estaba haciendo mella en la sociedad; se produjeron reducción de salarios, hambre y escaso empleo, lo que conllevó a un cambio social, promoviéndose una gran emigración del medio rural a las ciudades y emigración asistida, con el objetivo de encontrar un trabajo que le permitiera una vida mejor, enviar a España remesas que les posibilitará mejorar la situación económica de sus familias y modernizar la industria a nivel nacional.
Sin embargo, en los años 60 tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, Francia quedó devastada, pero gracias a los llamados “gloriosos 30 años” tuvo un rápido desarrollo económico y reconstrucción del país potenciado por industrias, para las cuales se necesitaría un gran número de mano de obra, recurriendo así a los países de la Europa Mediterránea, como por ejemplo España.
PROYECTO MIGRATORIO:
Toda la familia estaba de acuerdo con la decisión tomada por el matrimonio, puesto que al tener familia allí tenían muy buenas referencias, y por tanto consideraban que era un país donde se cobraba y vivía bien, siendo esta la mejor opción para los jóvenes recién casados.
Se puede decir que sí que conocían en cierta manera la vida en Francia, ya que les habían informado de todas aquellas curiosidades que el matrimonio podría tener. Sin embargo, seguían teniendo ciertas dudas sobre algunos aspectos, los cuales tendrían que averiguar durante su estancia en el país.
José y María no tenían grandes expectativas hacia su emigración ya que era la primera vez que salían del país y se alejaban de su familia. Así mismo lo que más esperaban de su estancia en Francia era cobrar un buen sueldo como bien le decían sus familiares que residían allí y ser bien acogidos por los franceses.
Respecto a la planificación del viaje, los contratos de trabajo hasta la llegada a Francia no se firmaban. A su vez tenían que estar un mes de prueba para demostrar que desempeñaban bien su trabajo. Antes de irse, en España se tenían que encargar de sacar los pasaportes y seguros médicos, que en su caso tuvieron que realizarlos en Cáceres.
Primero se fue José, pues fue el primero al que le encontraron trabajo y al mes María. José trabajaba en una empresa de fundición, en la cual se encargaba de fundir hierro, mientras que María trabajaba en una empresa de muebles, en la cual se encargaba de estar en la cadena de producción encajando piezas de los muebles. Ambos tenían jornada completa, María realizaba 10 horas diarias, teniendo los sábados y domingos libres y José realizaba 9 horas diarias, descansando los domingos.
El viaje se realizaba en tren, teniendo que hacer diversos transbordos hasta llegar a la ciudad francesa. Era un viaje largo e incómodo, ya que los asientos no estaban acomodados para las horas que debían de permanecer sentados en ellos e iban muchas personas, lo cual en cierta manera era una situación un tanto agobiante.
El duelo principal que se encuentran es la cultura, pues es la primera vez que salen de España, encontrando así distintas formas de expresarse, hablar o la manera de comportarse, es decir, múltiples código culturales distintos a los que estaban acostumbrados en España. José comenta que aunque al principio resulta difícil combatir el duelo, es posible acostumbrarse a estas diferencias siempre que estés positivo. Aunque es cierto que eran felices en Francia y no tenían quejas respecto a su vida en ese momento, ambos echaban mucho de menos a su familia y pueblo.
VIDA EN EL PAÍS DE DESTINO:
La ciudad en la que residieron era relativamente pequeña ya que tendría alrededor de 6000 habitantes. Recuerda que había mucha gente española, pues se ofrecían muchos puestos de trabajo gracias a las empresas que se encontraban en la zona. Una vez allí, se hospedaron en casa de una prima de José, la cual residía en la ciudad desde hacía varios años. Como anécdota, María resalta la modernidad de ciertas cosas en Francia a diferencia de España, como por ejemplo los baños, nos cuenta que las necesidades se realizaban en un retrete, el cual cada semana una máquina pasaba por la casa y absorbía todas las heces que hubiera.
En los ratos libres acudían a un bar en el que se ponían bailes españoles, a los que acudían a su vez otros españoles que se encontraban también trabajando en la ciudad, por lo que siempre había un buen ambiente.
Por tanto las dificultades que ambos encontraron en Francia fue en primer lugar el idioma, pues nunca habían practicado el francés, y por tanto es difícil mantener conversaciones sin manejar ni comprender el idioma con soltura, lo que provocaba dificultad a la hora de comunicarse con gente francesa, causando así que la mayoría de sus relaciones fueran con gente española que se encontraban trabajando en la zona. Por ello es evidente que su integración fue más escasa con gente francesa que con la gente española. Así mismo el franco, moneda de Francia en esos tiempos, les resultaba al principio difícil de utilizar, pues estaban acostumbrados a utilizar la peseta.
La fortaleza principal del matrimonio era el poder estar juntos, pues suponían un apoyo el uno para el otro en los momentos complicados que se iban encontrando en el país. A su vez, también les fortalecía el propósito de ganar dinero para conseguir unos ahorros y poder así regresar a su pueblo para formar una familia.
Respecto a las expectativas que tenían al estar en Francia, ambos consideran que se cumplieron, ya que los sueldos eran medianamente altos para lo que estaban acostumbrados a ganar en España y la gente en general fue agradable. Así mismo hicieron unas bonitas amistades.
MITO DEL RETORNO:
Tras quedarse embarazada María de su primer hijo a finales de 1962, ambos decidieron volver a su pueblo para formar su familia, donde invirtieron lo ganado en Francia en comprar ganado. El retorno a España lo realizaron igual que la ida a Francia, a través de un largo viaje en tren.
Durante los años siguientes permanecieron viviendo en su pueblo, donde se dedicaban a la agricultura (en particular a la aceituna, cultivo tradicional de la zona) y al ganado (concretamente cabras, vendiendo así la leche y haciendo quesos que luego vendían). Además en 1965 tuvieron su segundo hijo y en 1968 su tercer hijo.
SEGUNDA MIGRACIÓN: ALEMANIA
SITUAR LA HISTORIA:
En 1971 tras tener a su cuarto hijo, José tomó la decisión de forma voluntaria de irse al extranjero a trabajar, pues en ese momento se ganaba un buen sueldo a diferencia de las rentas que se obtenían del campo y ganadería en su pueblo. Allí estaría tres temporadas de 10 meses cada una, con un regreso de 2 meses a casa al terminar cada una de las temporadas.
En los años 70, España sigue estando bajo el régimen dictatorial dirigido por el General Francisco Franco. La falta de trabajo, bajos sueldos y pobreza sigue provocando una gran emigración de la zona rural a las ciudades y al extranjero. Durante los primeros años de esta década el proceso migratorio llega a su máximo esplendor, llevando a cabo contratos de trabajos pactados entre países como Francia, Suiza o Alemania, entre otros, con los países de la Europa Mediterránea, por lo que España se ve afectada.
Sin embargo, en los años 70 Alemania se encontraba en un momento de gran desarrollo. Tras la Segunda Guerra Mundial, el país sufrió un periodo devastador, en cambio tuvo lugar un “milagro económico” trayendo consigo un rápido desarrollo económico y reconstrucción de este. Se llegó a multiplicar por cinco la producción industrial, convirtiéndose en los años 70 gracias a su alta productividad, en la décima potencia industrial del mundo. Esto implica una gran necesidad de mano de obra del país por parte de los países mediterráneos.
PROYECTO MIGRATORIO:
A diferencia de la emigración a Francia, la preparación de esta migración estuvo organizada por el Ministerio de Trabajo de España, ya que como he dicho en el párrafo anterior en ese momento gracias al tratado hispano-alemán, se pactaron contratos de trabajo de países como Alemania, Suiza o Francia, entre otros, con los países mediterráneos, para cubrir así las necesidades laborales del país. Por tanto a diferencia de su emigración a Francia, el Ministerio de Trabajo de España se encargaba de buscar la asignación de un trabajo y en su caso la vivienda estaba incluida. Sin embargo, tuvo que regular su pasaporte y tarjeta de la seguridad social por él mismo en Cáceres. Esto permitía ir de forma legal a través del contrato de trabajo firmado. En este caso, a José se le asignó un trabajo de jardinería para una familia con dinero.
En el momento de tomar la decisión de emigrar, José contó con el apoyo de toda su familia, sobre todo el de su mujer, María. Ambos consideran que fue duro tanto para él como para ella, ya que él tenía que alejarse de su familia por varios meses y ella tenía que quedarse en el pueblo al cuidado de 4 niños pequeños sin la ayuda de su marido.
José no conocía nada de Alemania, nunca había estado antes en el país, por lo que viajó sin ninguna expectativa, simplemente el objetivo principal era ganar dinero. Así mismo se preguntaba si se encontraría a gusto en su trabajo y si los alemanes serían majos con los españoles, pues la imagen que tenía hacia los alemanes no era muy buena. A su vez le daba miedo el idioma ya que consideraba que sería imposible de aprender.
La ciudad en la que estuvo José fue una ciudad cercana a Stuttgart, la cual tenía alrededor de 15000 habitantes. El viaje se realizaba en tren, llevando a cabo numerosos transbordos. Respecto a las condiciones resultaban un poco malas, ya que el tren iba lleno de pasajeros, los asientos eran incómodos y eran muchas horas de viaje hasta llegar a su destino. Por lo que resultaba un viaje cansado y largo.
El duelo principal que se encuentra es el separarse de su familia durante meses seguidos, así como de su entorno, ya que era una persona que adoraba su pueblo, sus costumbres y cultura. Por lo que día a día en Alemania añoraba bastante su familia y país. Considera que el estrés que puedes llegar a sentir, principalmente al comienzo de esta etapa es muy duro, pero con el tiempo vas afrontando las situaciones complicadas y te vas haciendo a la cultura, costumbres, etc del país. Así mismo aprendes a estar alejado de tu familia sin pensar constantemente en ello, cosa que si no consigues hacer es imposible que las demás cosas vayan a mejor.
VIDA EN EL PAÍS DE DESTINO:
Una vez llegados allí se hospedaba en la casa de los dueños en la que trabajaba como jardinero, con una jornada laboral de 9 horas diarias, descansando los sábados y domingos. Vivía junto al resto de personal de la casa, en una especie de casa pequeña al lado de la de los dueños, tenía una pequeña habitación con una cama y un pequeño armario donde podía meter la ropa. Así mismo, su contrato incluía las tres comidas del día. Recuerda que tenía muy buen trato con sus jefes, siendo estas personas muy agradables, así como con sus compañeros de trabajo.
Respecto a la integración en el país, José considera que es una lucha dura a la que hay que enfrentarse y vencer. Aunque se considera una persona muy social era la primera vez que se encontraba sin nadie de su entorno y por tanto debía intentar socializar por el mismo. Sin embargo, el idioma hacía muy difícil el relacionarse con gente Alemana ya que Jose no poseía un buen manejo de este. Por lo que en los ratos libres se reunía con gente española que al igual que él, habían emigrado a Alemania para trabajar. Se juntaban en un bar donde bebían cerveza e intercambiaban conversaciones. Por ello, podemos decir que la integración con gente alemana fue más escasa que con gente española, debido a las diferencias culturales.
En esas reuniones con españoles, conoció a un español que le recomendó un puesto de trabajo en una fábrica, en la cual cobraría más. A los 15 días comenzó a trabajar en la fábrica, con una jornada laboral de 10 horas diarias librando los sábados y domingos. Respecto a la vivienda, se mudó a una casa que se encontraba en un barrio donde vivían la mayoría de los trabajadores de la fábrica y las que se encontraban alrededor. Dormía en una habitación pequeña y compartía baño y cocina con los compañeros.
La cultura alemana y española era muy diferente, José recuerda a los alemanes como personas bordes, ya que tenían un tono de voz muy grave. Además, a la hora de la comida, se acordaba y añoraba su tierra, pues la comida era bastante diferente. Respecto al tiempo también echaba de menos el de España, ya que en Alemania el sol no solía salir mucho y llovía de manera bastante regular, a diferencia de su pueblo.
Durante los años que estuvo en Alemania, la comunicación con sus familiares de España fue a través de cartas diarias para saber cómo se encontraban todos, así como contarle las experiencias que estaba viviendo, adjuntando en esas cartas fotos de la ciudad y sus compañeros. Como anécdota, José cuenta que al no saber escribir uno de sus compañeros españoles le tenía que escribir las cartas. A su vez, María nos cuenta que esperaba todos los días atenta a recibir las cartas que su marido le mandaba y una vez al estar 4 días sin recibir ninguna carta de su marido José, creía que le había pasado algo. Por lo que se movió al pueblo de al lado para preguntar por qué no llegaban cartas, todo había sido un problema de transporte y llegaron al día siguiente. El recibir estas cartas y ver que todo estaba bien, era para ambos una forma de seguir con energía para sacar a la familia adelante.
La mayor dificultad encontrada en el país fue el idioma, puesto que fue sin saber absolutamente nada, como he dicho anteriormente esto pudo ser una las consecuencias por las que no se produjo una gran integración con personas alemanas, pues la comunicación era inviable, lo que llevó a que la mayoría de españoles tendieran a relacionarse con otros españoles. Sin embargo, con el paso del tiempo José comenzó a aprender las palabras básicas del alemán, pudiéndose así defender. Reconoce que si le ponías ganas era mucho más fácil de aprender que si renunciabas a aprenderlo. Otra dificultad al principio fue la moneda, ya que en ese momento Alemania utilizaba el marco a diferencia de España que utilizaba la peseta.
Como fortaleza principal de José estaría el conseguir dinero para alimentar a su familia, así como el pensar que acabaría retornando a su país donde le estaría esperando su familia.
Respecto a las expectativas que tenía sobre su emigración a Alemania, al final fueron mejores de las esperadas en un principio, ya que durante el tiempo que estuvo allí, aunque prefería estar junto a su familia logró estar bien, pues hizo amigos y su trabajo le gustaba.
MITO DEL RETORNO:
Finalmente en 1973, tras casi tres años en Alemania, José decidió retornar a su país, ya que echaba en falta a su familia y con el dinero ahorrado compraría ganado para trabajar en su pueblo. El regreso lo llevó a cabo igual que la ida a Alemania, a través de un largo viaje en tren.
REFLEXIONES FINALES SOBRE SU EXPERIENCIA MIGRATORIA:
A pesar de las dificultades, incertidumbre y nostalgia que pudo encontrar durante el periodo de migración, José recuerda sus dos experiencias migratorias como buenas y volvería a hacerlo, ya que en todo momento estas se realizaron por el bien de la familia.
Si tuviera que elegir entre una de las dos migraciones, se quedaría con la de Francia, ya que allí se encontraba junto a su mujer y primas y aún no tenía hijos. A su vez en Alemania hizo grandes amigos a los que hoy en día sigue recordando. Así mismo aunque no recuerda gran número de palabras en alemán, si recuerda las palabras básicas o incluso números, como por ejemplo Guten Tag (Buenos días) o Vielen Dank (Gracias) y las transmite con alegría. Si tuviera que cambiar algo de su experiencia como migrante nos expresa que simplemente sería el estar cerca de la gente querida, ya que no damos importancia al apoyo que nos aporta nuestro entorno hasta que lo tenemos lejos.
Como conclusión debo decir que relatos como el de mi abuelo nos permite entender y comprender las situaciones que sufren muchos inmigrantes hoy en día. No debemos de olvidar que todos hemos tenido alguna persona cercana que ha tenido que emigrar en algún momento de su vida, al igual que en un futuro podremos ser nosotros los que emigremos, por lo que debemos entender y empatizar con los duelos y dificultades que podemos encontrar al llevar a cabo una migración.
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS:
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Valero Matas, J. A., Mediavilla, J. J., Valero Oteo, I., & Coca, J. R. (2015). El pasado vuelve a marcar el presente: la emigración española. Papeles de población, 21(83), 41–74.http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-74252015000100003
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Frisch M. (23 de mayo de 2021) De la España que emigra a la España que acoge.
http://portal.ugt.org/fflc/exposiciones/06-07-migraciones/sala/04/04_texto.htm
Muñoz Sánchez A. (2012). Una introducción a la historia de la emigración española en la República Federal de Alemania (1960-1980) https://www.iai.spk-berlin.de/fileadmin/dokumentenbibliothek/Iberoamericana/46-2012/46_Munoz_Sanchez.pdf


