Estoy encantado con Siri, el reconocedor de voz que viene con el nuevo sistema operativo de Macintosh y que se combina perfectamente con todas las aplicaciones que he probado hasta ahora. Me ayuda especutaculamente a dinamizar mi trabajo de tomar notas, e incluso dictar apuntes o mis trabajos.
La experiencia que adquirí con Dragon Dictate me ha permitido averiguar algunos comandos que no encontrado que se diga que funcionan. “nueva línea”, “nuevo párrafo, “abrir paréntesis”, “cerrar paréntesis”, “abrir corchetes”, “cerrar corchetes”, “puntos suspensivos”, “abrir interrogación”, “cerrar interrogación”, ”abrir exclamación”, “cerrar exclamación” “mayúscula inicial”, “minúscula inicial”, ”n romano”, “todo en mayúsculas”, ”todo en minúsculas”. Algunos más me irán saliendo al paso y los incorporaré aquí.
De aquella experiencia con el reconocedor de voz aprendí también que cuanto mejor sea el micrófono que emplee, mejor son los resultados. Y también que hay que calibrar el volumen de entrada de audio, en función de tu voz. Mis mejores resultados, impresionantes, son con un poco menos de la mitad de la capacidad de entrada de audio.
Echo de menos otros comandos de manipulación de los programas, de selección de texto, de reproducción, de cambio de tipografía, etc.
Se mire como se mire, es un paso adelante colosal, y sobre todo no cuesta los muchos cientos de euros que cuesta DragonDictate. Estoy convencido de que Apple irá perfeccionando aún más su programa y sacará nuevas versiones con los siguientes sistemas operativos.
Es útil también la aplicación en los dispositivos móviles que funciona igualmente bien., Estoy encantado de decirle todas las noches a mi iPad a qué hora quiero que me despierte (Despiértame a las seis) o preguntarle cómo tengo el día (¿Qué tengo que hacer hoy?).
Decididamente, ya ha llegado el siglo XXI.