Comenzamos el último día de clase de didáctica y que mejor manera de terminar que enseñando a nuestros compañeros de clase los experimentos que hemos preparado para explicar un tema relacionado con la física o la química.
Se trata de buscar un experimento, reproducirlo y explicárselo a los compañeros. Con esta actividad se fomenta entre otros aspectos el trabajo en equipo (hay que hacerlo por parejas), la creatividad (se busca una actividad que sorprenda y además la puesta en escena también ha de serlo).
En mi caso, mi compañera de equipo era Elena y ambas decidimos realizar un experimento donde explicásemos el fenómeno de la refracción. Teniendo en cuenta que el experimento iría dirigido a nuestros alumnos, decidimos hacer una exposición que se caracterizase por ser más entretenida, amena y divertida, donde además los alumnos pudiesen participar, así que decidimos ambientarla en la saga de Harry Potter, para ello creamos un genially y simulamos un hechizo (ACCIO). También se preparó un vídeo y una ficha como las que se muestran a continuación.
Pero lo mejor de todo vino cuando expusieron nuestros compañeros que lograron captar la atención de todos, consiguieron que disfrutáramos como niños, que volviéramos a tener esa curiosidad y ganas por ver el siguiente experimento y que decir del ambiente que se creó pues que fue divertido, relajado.
Aprendimos muchos conceptos como la conductividad eléctrica, la tensión superficial, el principio de Arquímedes, reacciones de combustión, entre otros. Pero los mejores momentos sin duda fueron cuando aparecieron Alberto Chicote y Arguiñano para explicarnos el pH a través de los alimentos o los compañeros que crearon un cohete casero, también la explicación de los distintos modos de vibración a través de un cuento y, ¿qué me decís del fin de fiesta?. Divertido a la par que sorprendente.
A continuación se muestra un vídeo resumen.
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