La clase de hoy transcurre fuera del aula, en el patio de la facultad. Esta vez realizaremos actividades cuyo protagonista es el agua.
La primera actividad consistía en coger una botella de agua, destaparla, ponerle un trozo de papel encima, darle la vuelta y conseguir que el agua no se saliese de la botella.
¿Lo hemos conseguido?
Sí, Pero ¿cómo?
Pues bien, la clave de este experimento está en la presión atmosférica (fuerza que ejerce la atmósfera sobre la superficie terrestre), esta es la que evita que el agua caiga. Sobre el papel van a actuar dos fuerzas que son el peso del agua y la presión atmosférica del aire. Aunque el peso del agua intenta quitar el papel, la presión atmosférica del aire es mayor, de manera que el papel no se mueve y así contiene el agua dentro de la botella.
Ahora bien, ¿Qué pasaría si sustituimos el papel por una pelota de ping-pong? ¿Conseguiremos que el agua de la botella no caiga?
La respuesta es si y el motivo es el mismo que en el caso anterior. La presión atmosférica ejercida sobre la pelota será mayor que el peso del agua, de manera que la pelota se mantendrá en la boca de la botella.
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