En la clase de hoy hemos visto un montón de experimentos, muy chulos y muy vistosos y que pueden causar sensación en las redes sociales, eso desde luego. Entre los compañeros de clase estuvimos probando cada uno de los experimentos, y como yo no tengo miedo a los globos que explotan (como podéis ver en el tik tok que tenemos María y yo) pues me aventuré a probar. El resultado probablemente lo tengáis en mi tik tok prontito (gracias a mis compis que amablemente me grabaron).
Entre algunos de las cosas que vimos en clase, me sorprendió el termómetro de Galileo (aunque parece ser que no lo inventó él). No conocía de su existencia pero desde luego que llamó mi atención.
El termómetro de Galileo consiste en un tubo de vidrio cerrado que contiene un líquido cuyo coeficiente de dilatación es mayor que el del agua (por ejemplo etanol). En su interior hay ampollas con líquidos coloreados y con una placa que marca la temperatura. Si la temperatura es mayor que la que pone en la ampolla, esta se hunde, y si está por debajo, flota. Esto es debido a que la densidad de un líquido varía con la temperatura.
También estuvimos pensando un poco en el funcionamiento del experimento de Torricelli. Este experimento tiene este nombre por Evangelista Torricelli, que logró medir la presión atmosférica con un tubo de mercurio de un metro de altura (760 mmHg). Lo interesante es pensar en qué altura hubiera necesitado Torricelli si en vez de mercurio hubiera utilizado agua. ¿Qué altura hubiera alcanzado el agua?
La respuesta la tenemos en la densidad. El mercurio tiene una densidad de 13600 kg/m3 y el agua de 1000 kg/m3, es decir, que la densidad del mercurio es 13.6 veces mayor que la del agua, y como somos muy listos (…), esto quiere decir que si el mercurio alcanzó 0.76 m, el agua alcanzaría 13.6 veces esa altura, es decir, unos 10.34 m.