Cuando escuchamos en multitud de ocasiones eso de “los tiempos pasados siempre fueron mejores” me pongo a pensar. ¿Será cierto? Y en mi imaginación hago un recopilatorio de ideas para comparar. Es algo que me entretiene.
El otro día me topé con un vídeo de un juego de cartas que me retrotrajo varios años atrás, a mi infancia. Era un juego al que yo jugaba con 12 ó 13 años. Me recordó cuando quedaba con mis amigos en el colegio hace más de diez años y me o pasaba en grande. Resulta que viendo el vídeo aquellas cartas, se han vuelto muy codiciadas y su precio se ha revalorizado mucho. Me quedé alucinado. A partir de ahí seguí buscando información y leyendo algunos artículos similares en varios sitios de referencia como juguetesdecoleccion.com
Resulta que muchos de los juguetes de nuestra infancia, que ahora son my difíciles de conseguir se han vuelto piezas de colección, Se trata de juguetes únicos, muy difíciles de encontrar y/o conseguir hoy en día. Los dueños, siendo conscientes del asunto suben el precio de los mismos y se ha creado un mercado realmente sorprendente.
La nostalgia es un sentimiento muy poderoso, capaz de conseguir que una persona que desee recuperar los recuerdos de su infancia y volver a revivir aquella felicidad, esté dispuesta a pagar precios elevados por ello. Y las marcas cada vez aprovechan ese sentimiento. Sacan nuesvas ediciones de juguetes antiguios. Sacan consolas de hace 20 o 30 años que se venden como churros. Incluso mucho más que consolas actuales con tecnologías mucho más avanzadas. Simplemente porque a sus jugadores, les hace más ilusión volver a jugar a quellos juegos de cuando eran niños. O incluso permitirse caprichos que en aquella época sus padres no les pudieron dar, cumpliendo así años después sus sueños.
Me ha parecido un tema y descubrimiento interesante. Y ha despertado en mi las ganas de bajar al trastero de la casa de mis padres a rebusscar mis pequeños tesoros de jueguete. Espero que vosotros también podáis revivir esos momentos y juntar algún juguete que ahora tenga mucho valor. ¡Nos leemos pronto!
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