El perro de compañía, entre los cuales a algunos se los llama falderos por su tamaño diminuto y su afán por instalarse normalmente en la falda de su ama, constituye un Grupo muy numeroso, con una ingente cantidad de razas, algunas de las cuales incluso llegan a ser perros guardianes y aun de caza.
Como modelo de los perros de compañía hemos elegido al simpático Caniche, perrito que es capaz de imitar casi a la perfección lo que ve hacer a los demás, particularmente a su amo, aprendiendo con suma facilidad los ejercicios más diversos; por esta razón, los famosos perros amaestrados de todos los circos mundiales, fueron y son en su mayor parte caniches. Su aguda inteligencia, que muchos expertos consideran superior a la del cualquier otro perro, hace que se le agrupe entre las razas más interesantes y difundidas. Además de estas cualidades hay que tener en cuenta su belleza y originalidad de formas. En realidad, se trata de un perro anatómicamente bien construido y muy gracioso, que se distingue por su característica tusada, cosa que lo distingue de cualquier otra raza.
Sin embargo, y siempre dentro de las características más o menos individuales de cada raza, todas las que constituyen el grupo de los perros de compañía poseen unos rasgos más o menos comunes, y la manera de adiestrarlos, cuidarlos y protegerlos es ¡a misma en todos los casos, por lo que, refiriéndose concretamente a! Caniche, como perro modelo de este Grupo, cuanto se dice en esta obra sirve perfectamente bien para todos esos otros perros a los que nos referimos como “Grupo de Compañía”.
Un perro de compañía es, exactamente, lo que indica esta palabra y, en efecto, estos canes, muchos de ellos muy peludos, de formas exóticas, como el pequinés, o diminutos como el chihuahua, son excelentes compañeros para el hombre. Esto aparte, hay que mencionar también su fidelidad, ya que una vez cobran el verdadero afecto hacia quienes les rodean, de manera especial, claro está, a su amo o a su ama, son capaces de cualquier sacrificio, de cualquier violencia, en defensa de los seres que estiman. Y esto tanto vale para el bulldog francés como para el perro león o el schipperkee belga, de aspecto un tanto feroz.
Es éste, pues, uno de los Grupos caninos más apreciados por el ser humano, que muchas veces halla en uno de sus componentes el afecto y la simpatía que tan difíciles son de encontrar en el hombre.