Hoy se acaban estas maravillosas clases de Didáctica de la asignatura de Física y química, y como no, hay que acabarlo de la mejor manera que hemos aprendido, es decir, ¡haciendo experimentos!
La verdad que estábamos muy emocionados, con ganas de empezar la clase para realizar nuestros experimentos y podérselos mostrar a nuestros compañeros. Mi compañero Jorge Heras y yo, hemos pensado en un experimento para demostrar el Principio de Arquímides, en el que hemos necesitado dos tarros, sal, un agitador, un huevo, una aceituna, una canica y una pesa.
Para la realización de la parte experimental, hemos echado agua en uno de los tarros, hemos metido todos los objetos y hemos podido comprobar que no flotaban ninguno de ellos. A continuación, en el otro tarro hemos echado agua, pero esta vez le hemos añadido sal y hemos agitado hasta que se ha disuelto completamente. Al terminar de realizar esta disolución, se la hemos añadido al tarro donde estaba el agua con los objetos y…..¿qué pasa? ¡¡ahora el huevo y la aceitun flotan!!, pero, ¿por qué?
Pues esto ha ocurrido en primer lugar por el empuje que realiza cada objeto dentro del agua, como bien indica el Principio de Arquímedes, pero por otro lado, por su densidad. Al añadir sal al agua, estamos aumentando su densidad, y al añadirlo al agua con los objetos, lo que hemos conseguido es que el huevo y la aceituna ahora tengan menos densidad que el agua y por tanto floten, mientras que la canica y la pesa siguen teniendo mayor fuerza que el agua salada y por tanto siguen en el fondo.
Os dejo un link con el vídeo de nuestro experimento, para que podáis verlo con más detalle.
Muchas gracias María Jesús por enseñarme que una clase no siempre tiene por qué ser aburrida, que hay miles de formas de hacer esta asignatura mucho más divertida, que si los chicos están motivados, es mucho más fácil que aprendan y gracias por hacerme ver otra manera de enseñar muy distinta a la tradicional, porque he podido comprobar como se aprende mucho mejor cuando ves y entiendes lo que está pasando en tus manos.
Celia, me alegro mucho de que la asignatura de Didáctica te haya aportado una nueva forma de enfocar tu camino como docente.
Yo he disfrutado cada una de la sesiones con vosotros: sois un grupo estupendo.
No pierdas nunca las ganas de hacer bien tu trabajo, de comprender los fenómenos, de aprender, ¡ese es tu poder!