La pulidora ofrece un acabado refinado a las superficies. Es un dispositivo diseñado para la limpieza, que utiliza cepillos en forma de cilindro. En un abrillantador, dichos cilindros giran sobre su propio eje. En esta guía sobre pulidoras podrás conocer al detalle los mecanismos y usos de esta herramienta.
Las pulidoras son, principalmente, una herramienta de limpieza
Las pulidoras pueden estar compuestas de unidades cilíndricas con cerdas sintéticas (cepillos). Asimismo, otros lustradores pueden poseer cepillos compuestos por discos de piedra, o lijas de diamante, para el pulido inicial de ciertos suelos.
El pulidor cumple muchas funciones, y se usa en varias superficies, como mármol, cerámica, granito, concreto, y madera. Muchas pulidoras son multifuncionales: permiten cambiar el cepillo colocado por defecto, para adaptarse al material de la superficie (muchos suelos tienen un cuidado más delicado que otros).
Las máquinas de pulido permiten desgastar las capas iniciales de ciertas superficies (como el granito, la pintura o el concreto). Esto posibilita que el revestimiento sea removido, y se pueda apreciar una superficie limpia y lustrada.
La capacidad de pulido se limita a la rotación de los cabezales acoplados. Aunque pueden ser cambiados para motivos de la superficie a lustrar, su impacto no repercute importantemente: tiende a incidir en unos pocos milímetros de la capa inicial de la extensión donde está siendo utilizada.
Estas herramientas se diferencian de aquellas utilizadas en el escarificado, puesto que son utilizadas para pulir, no desbastar, principalmente.
El conocimiento básico para adquirir un abrillantador
El pulidor está determinado por el trabajo para el que se va a emplear. El trabajo, a su vez, es directamente inherente de la extensión, el material en el que se va a incidir y los horarios en los que se utilice.
Su uso también participa en la selección de su tamaño. Para áreas con un perímetro extenso, ciertas pulidoras poseen un ancho de trabajo que puede cubrir más de medio metro en una sola incorporación. Otros instrumentos cubren secciones pequeñas, para labores en espacios reducidos.
Por su parte, hay abrillantadores especialmente diseñados para ser utilizados en espacios con limitada movilidad. Estos espacios pueden ser rincones, habitaciones amuebladas, lugares cerrados o áreas estrechas.
Los abrillantadores son adaptables, por lo general. Su multifuncionalidad es mayor a aquellos utilizados en la preparación de superficie. Por defecto, el pulidor es utilizado para preparar la extensión a un producto que refina, protege y abrillanta susodicha, sea para una posterior aplicación de pintura, resina, cera, u otro elemento.
La gama de accesorios para los instrumentos de pulido
Gracias a la imposición de versatilidad de las manufacturadoras a las pulidoras, éstos pueden utilizarse para una variedad de situaciones. Un abrillantador de calidad tiene la capacidad de adaptarse a varios tipos de acoples y cabezales, lo que le permite emplearse en secciones distintas de suelos diferentes.
Los cabezales de distintos materiales pueden ser adaptados al dispositivo. Varían en la dureza con la que fueron fabricados, como el carburo de silicio y los discos diamantados. Los discos de carburo de silicio son una opción válida para el alisado, aunque algo deficientes en pulidos más resistentes.
Por otro lado, los discos de diamante son utilizados en proyectos que requieren mayor incidencia en el suelo.