Mucha gente está sustituyendo las anticuadas bombillas incandescentes, halógenas y fluorescentes compactas (CFL) por bombillas LED, pero ¿cuáles son las ventajas de este cambio? Las ventajas son muchas, entre ellas una mayor eficiencia energética, una reducción de la factura de los servicios públicos, una mayor vida útil de las bombillas y, en general, una fuente de luz mejor y más segura.
Las bombillas led y su eficiencia
Las bombillas LED son una fuente de luz más eficiente energéticamente y utilizan un semiconductor para convertir la electricidad en luz. Las bombillas LED utilizan la energía de forma mucho más eficiente que otros tipos de bombillas: producen hasta un 90% más de luz que las incandescentes y un 80% más de luz que las CFL. Esto se debe en parte a que las bombillas LED consumen mucha menos electricidad que las incandescentes o las CFL. Según la Compañía de Energía Eléctrica Solar, las bombillas fluorescentes desperdician el 95% de la energía en forma de calor y sólo utilizan el 5% para producir la luz real. Los LED son todo lo contrario: utilizan hasta el 95% de su energía para emitir luz
El ahorro en energía de las bombillas LED
Al igual que otras nuevas tecnologías que llegaron al mercado antes que ellas, las bombillas LED eran inicialmente caras, pero su coste se ha reducido desde entonces en más de un 80%. Sin embargo, algunos consumidores siguen siendo reacios a probar las bombillas LED por su mayor coste de adquisición en comparación con las bombillas tradicionales. Sin embargo, hay varios estudios que indican que el hogar medio podría ahorrar unos 1.000 euros en diez años si se cambiara a las bombillas LED, lo que supondría un ahorro a largo plazo. Este es todo el escenario: pagar ahora o pagar después. Una bombilla media puede costar la mitad que una bombilla LED, pero esa misma bombilla costaría casi cinco veces más al mes que una bombilla LED. Esta cantidad mensual, que se suma a la factura de electricidad del consumidor, puede reducirse fácilmente cambiando a los LED.
Las bombillas led duran mucho
Otro ahorro que va de la mano de los LED es la longevidad de la bombilla. A diferencia de las bombillas convencionales o de las CFL, las bombillas LED no se consumen por completo. Por el contrario, simplemente pierden algo de brillo con el tiempo. Según Ledbox.es, las bombillas LED también utilizan un sofisticado tipo de gestión térmica para garantizar una determinada vida útil. Aunque se recomienda sustituir las bombillas cuando su luminosidad haya descendido hasta el 30% de la original, los consumidores pueden utilizarlas incluso durante más tiempo. Esta mayor duración ahorra dinero a los consumidores y ayuda al medio ambiente al mejorar la eficiencia energética.
La calidad en la iluminación de las bombillas LED
Las bombillas LED también ofrecen una mejor calidad de luz en general, ya que producen una luz más concentrada que los tubos fluorescentes y las bombillas incandescentes. Como resultado, se pueden utilizar menos bombillas incandescentes que las convencionales. Un menor número de bombillas incandescentes reduce el consumo de energía y las emisiones de carbono. Como estas bombillas no contienen componentes tóxicos, también son mejores para el medio ambiente y las personas que las utilizan. Las bombillas fluorescentes, en particular, son mucho peores para las personas y el medio ambiente; contienen mercurio y otras sustancias químicas que acaban en los vertederos tras su uso. La exposición prolongada a las luces fluorescentes provoca en muchas personas dolores de cabeza y problemas oculares que no se producen con las luces LED, más limpias e inteligentes.
Aunque los LED son más caros a primera vista, los beneficios a largo plazo superan el choque de precios a corto plazo. En lugar de pagar a lo largo del tiempo por otras bombillas que utilizan la energía de forma ineficiente, puede comprar una y olvidarse de ella y obtendrá mejor luz y la utilizará de forma más eficiente.
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