Un administrador de fincas es un profesional elegido por la comunidad de propietarios y se encarga de las cuestiones técnicas, jurídicas y financieras necesarias para la correcta gestión y mantenimiento del edificio.
Sus funciones incluyen la comunicación con los vecinos, la preparación, planificación y gestión del presupuesto anual del condominio, la preparación de las actas de las reuniones del condominio, la negociación con los proveedores, el cobro de deudas, etc.
Sin embargo, el trabajo de un administrador de fincas Alicante es muy complejo debido a las numerosas sociedades de condominio que gestiona, a la multitud de proveedores y a las situaciones imprevistas, a veces urgentes, a las que debe hacer frente a diario.
A continuación, le ofrecemos algunos consejos para convertirse en un buen administrador de fincas:
Comunicar bien
Una de las principales claves de la gestión inmobiliaria es la comunicación, tanto verbal como escrita, que sea clara, regular y oportuna. Un administrador de fincas debe comunicar a todos los propietarios vecinos las acciones y tareas que realiza en el desempeño de sus funciones.
Una comunicación adecuada genera confianza, demuestra compromiso e interés, reduciendo así las posibles quejas de los vecinos y sus consecuencias.
Trabajar con transparencia y neutralidad
Una de las funciones del administrador del condominio es mediar en caso de incidente en el barrio. Durante su mandato, debe ser transparente, mostrar comprensión y empatía con los problemas y opiniones de todos los vecinos y ser neutral en todas sus actuaciones. En ningún caso debe adoptar una posición, expresar su opinión o actuar unilateralmente sin el consentimiento de los residentes.
Ser decidido y trabajar con rapidez
Debido a la variedad de tareas e incidencias que maneja, el administrador de fincas actúa como solucionador de problemas. En el desempeño de sus funciones diarias, la rapidez y la eficacia son esenciales para evitar retrasos y resolver todos los problemas lo antes posible.
Utilizan una metodología y trabajan de forma ordenada y planificada
El administrador de la propiedad gestiona varios edificios de apartamentos. Esto significa que trabajan regularmente con una gran carga de trabajo y con prisa.
Para ser eficaz, es aconsejable aplicar una metodología que permita realizar todas las tareas de forma ordenada y planificada.
Para poder ofrecer una gestión integral de todos los servicios de las comunidades de vecinos, es aconsejable, además de realizar un estudio exhaustivo de proveedores, delegar ciertas funciones que, además de generar importantes costes administrativos, pueden ser fuente de muchos conflictos entre los vecinos. Es el caso de la gestión de los seguros de la comunidad por parte de un corredor de seguros especializado, que agiliza todos los trámites y apoya la labor del administrador de fincas.
Ser accesible y estar disponible durante la jornada laboral
Uno de los errores más comunes en la gestión inmobiliaria, que más incomoda a los residentes, es la dificultad para localizar al administrador de la propiedad o la falta de respuesta.
Aunque en muchos casos no es posible atender y resolver todas las incidencias vecinales de forma inmediata, es importante al menos acusar recibo de la solicitud.
Siempre que sea posible, y en función de la urgencia y la gravedad de la incidencia, conviene establecer un calendario de solicitudes e informar al vecino de la fecha prevista de resolución.
Ofrecer garantías a las comunidades
La pertenencia al Colegio de Administradores de Fincas garantiza la profesionalidad y la ética de sus miembros. También media y defiende a sus administradores en caso de conflicto o accidente profesional.
Por último, ofrece garantías financieras a través de la fianza y el seguro de responsabilidad civil de la asociación.
Esperamos que este artículo sobre cómo convertirse en un buen administrador de fincas le haya resultado útil. No olvides que puedes dejarnos tus comentarios a continuación.
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