VALORACIÓN SANITARIA EN EL MOMENTO DE LA ADQUISICIÓN

5/02/15, 16:43

Cuando el intestino, el hígado o el páncreas sufren alguna disfunción, uno de los síntomas más clásicos es la diarrea, caracterizada por una variación de la consistencia de las heces, que pueden ser pastosas, blandas, acuosas, con restos de comida sin digerir, sustancias extrañas, lombrices, etc.

En el momento de adquirir un cachorro hay que prestar atención al aspecto de las heces. También es posible encontrar en las heces sustancias anómalas, que normalmente no deberían aparecer. Entre ellas citaremos: huesos, piedras, tierra, cuerdecitas, objetos metálicos, trozos de madera, sangre, parásitos, catarro. La mayor parte indica un apetito «perverso» del animal, que, falto de sales minerales, vitaminas y otros principios nutritivos esenciales, intenta compensar esa carencia ingiriendo todo lo que encuentra a su alrededor.

LA NUTRICIÓN

Desde el destete, primero la madre y luego el criador o el propietario de la camada, se han ocupado de la alimentación del animal. Ahora todo pasa por nuestras manos, en un momento crucial para el desarrollo corporal, esquelético y muscular del cachorrillo. La nutrición del animal es por tanto un problema delicado y de fundamental importancia. Existen multitud de opciones en la actualidad, se puede comprar pienso a domicilio de diversos tipos como pienso acana o pienso orijen Por esa razón es útil, antes de hablar de los diversos tipos de alimentos, cantidades, número de comidas, etc., examinar brevemente los principios nutritivos que los componen. Algunas de estas consideraciones resultan válidas y aplicables a cualquier edad. Otros conceptos, por sencillez descriptiva, se anticipan o mencionan en este aparta- do y en los sucesivos. Distinguiremos 5 grupos diferentes de principios nutritivos: mAgua. El cuerpo, como la mayor parte de los alimentos húmedos, está compuesto principalmente de agua. Esta es indispensable para la vida, hasta el punto que un animal sin comida puede vivir más de 30 días, pero sin agua, o deshidratado, muere en poquísimo tiempo. Para evitar riesgos inútiles, debemos poner a disposición de nuestros animales, incluso de los gatos, que habitualmente beben poquísimo, agua «a voluntad».

■ Carbohidratos. Los carbohidratos, o azúcares, constituyen la fuente calórica más inmediata obtenible de un alimento y la base orgánica para la termorregulación y para todas las actividades energéticas. Sin estas sustancias el animal se cansa con facilidad, adelgaza y puede sufrir desfallecimientos y pequeños colapsos.

■ Proteínas. Las proteínas son moléculas nobles presentes especialmente en los músculos, en diversos tejidos, en las hormonas y enzimas. Sin ellas el animal joven no puede crecer de manera adecuada ni desarrollar bien los músculos.

■ Grasas. Las grasas constituyen un material de reserva disponible en los momentos de ayuno, frío intenso, necesidades metabólicas superiores a lo normal (embarazo, lactancia, estrés, enfermedad, fiebre, etcétera.)

■ Minerales y vitaminas. Estos componentes se encuentran en pequeñas cantidades en todos los organismos, animales y vegetales, así como en los alimentos. El esqueleto es una de las zonas más típicas de acumulación

Consideraciones generales.

Todas estas sustancias, cada una en su justa proporción, deben formar parte de la dieta a fin de que el organismo, sobre todo durante el cre- cimiento, tenga cubiertas sus necesidades principales. Si el alimento carece de uno de estos componentes, intervienen entonces una serie de mecanismos bioquímicos que tienden a transformar o recuperar de alguna manera las sustancias necesarias. Sin embargo, sólo se pueden producir algunos intercambios: las proteínas se transforman en azúcares: estos en grasas; las grasas en azúcares. Ningún otro intercambio es posible.

Por lo tanto, una carencia de proteínas, minerales o vitaminas no puede ser compensada de ningún modo. El exceso de proteínas, si no se utiliza, se transforma en azúcar y luego en grasas. Lo mismo sucede si el ani- mal ingiere demasiados azúcares o grasas. El exceso conduce sólo a una acumulación de grasas.

Un exceso de sustancias nutritivas hace casi siempre engordar. Los alimentos que damos habitualmente a nuestros animales están bastante bien equilibrados, sobre todo los preparados: secos, húmedos o semihúmedos de marcas comerciales. Por desgracia tendemos a excedernos en las cantidades, por lo que es frecuente encontrar animales gordos o incluso obesos.

Tipos de alimentos.

Distinguimos dos posibles preparaciones: casera e industrial. En el primer caso, más tradicional y aún hoy muy extendido, la comida se suele preparar con ingredientes utilizados por la familia. No siempre es posible garantizar las necesidades proteicas y minerales que necesita el animal; cambiando de ingredientes todos los días se crean a menudo dificultades digestivas. Una dieta tipo para un perro joven, en crecimiento, debe contener algunos ingredientes fundamentales, en parte como fuente de proteínas, en parte de carbohidratos.

El gato, mucho más carnívoro que el perro, necesita que al menos 1/2 ó 3/4 de la cantidad total esté formada por carne o alimentos altamente proteicos. A ser posible deberíamos acostumbrarlo a comer carne hervida o al vapor. El pescado hay que dárselo siempre hervido, jamás crudo; la casquería (corazón, pulmón, bazo) le gusta mucho, pero no tiene todas las sustancias que necesita el gato; no hay que emplearla como único ali- mento. El hígado, suministrado con demasiada frecuencia (más de 1 vez a la semana), puede producir una hipervitaminosis A responsable de graves e irreversibles alteraciones óseas. La leche, si la digiere, es útil y bien recibida; lo mismo puede decirse del queso, los huevos cocidos, el arroz y la pasta.

La alimentación de tipo industrial ha alcanzado en estos últimos años una notable difusión, tanto por la comodidad de uso como por la elevada calidad de ciertos productos. Podemos distinguir tres tipos diferentes de alimentos envasados: húmedos, la clásica lata; semihúmedos, inter- medios entre los dos; secos: croquetas, galletas, etc. Se trata de alimentos especialmente preparados para el perro o el gato, y en muchos casos específicos para el cachorro en crecimiento, el adulto, el anciano; por no hablar, por el momento, de los dietéticos, estudiados científicamente para determinadas patologías. Todos ellos exponen en el envase las indicaciones, las cantidades, las modalidades de uso. No conviene añadirles más de un 10 por ciento de alimentos caseros a fin de no desequilibrar la proporción nutritiva. Se pueden aconsejar con toda tranquilidad. En el perro joven en crecimiento utilizaría los alimentos preparados especialmente para ese período, sobre todo cuando se trata de alimentar a perros de talla grande o gigante con necesidades especiales. Otro aspecto interesante es la capacidad de un alimento para gustar, o sea la «palatibilidad». Todos sabemos que, ante dos comidas exactamente idénticas desde el punto de vista nutritivo, pero distintas en cuanto al aspecto, color, olor y sabor, nuestro comportamiento varía. Es muy difícil que sin tener ningún motivo escojamos el que parece peor. Lo mismo les pasa a nuestros amigos animales, sobre todo en lo que se refiere a la temperatura y el olor de la comida. Muchos gatos olisquean largamente su plato lleno antes de empezar a comer.

Una última consideración práctica concierne a la costumbre a un determinado alimento, sabor o ingrediente, muy típica en los gatos.

Cuanto más acostumbrado esté un animal a un solo tipo de alimento, ingrediente o marca industrial, más difícil resultará alejarlo de esa preferencia. Al principio todos los animales agradecen el cambio, la novedad. Al poco tiempo, sin embargo, el interés por el nuevo alimento disminuye o desaparece. No quiero decir que debamos variar continuamente la comida, para no crear esa dependencia: por el contrario, la misma constancia ayuda al aparato digestivo a funcionar mejor. Puede suceder que determinados problemas de salud, diabetes, obesidad, etc., la comodidad de aprovisionamiento u otros motivos nos lleven a introducir un cambio en la dieta. Poco a poco añadiremos el nuevo alimento al viejo, que iremos reduciendo hasta su completa sustitución.

 

No se permiten comentarios