Revolución Ciudadana, petroleo y gringos

5/07/15, 19:19

Ecuador se enfrentó en 2006 a un proceso nuevo conocido como la Revolución Ciudadana, ese proceso ha transformado parte de las estructuras económicas y sociales de Ecuador y ha conseguido poner en marcha importantes programas orientados hacia el desarrollo de las partes más desfavorecidas del país. Teniendo en cuenta que Ecuador era y es una potencia petrolera de segundo orden, fue necesario para el gobierno de la Revolución Ciudadana establecer como punto de partida del motor económico para la transformación social el extractivismo. Es decir, aprovechar los importantes recursos del petroleo en una era en la que cada vez escasea más, para tratar de establecer cambios y transformaciones de calado en la matriz productiva de Ecuador. Esta opción mostró importantes rechazos por parte de la izquierda ecologista internacional que no dudó en achacar, al igual que a Venezuela, la renuncia por parte del gobierno de Rafael Correa a transformar la sociedad empezando por una de las cuestiones principales que afectan al común del planeta, la contaminación ambiental y la crisis energética a la que se enfrenta la humanidad.

Por supuesto es cuestión de ideas, opiniones y pensamientos, no obstante, no se puede obviar que es imposible alcanzar los recursos necesarios sin tener fuentes de ingresos que permitan un proceso de acumulación de capital por parte del Estado. Esa es al menos la opinión de quien escribe estas palabras, y bajo esta premisa, pensar que Ecuador podía renunciar a sus rentas petroleras es utilizar argumentos basados en la demagogia. Quizá el gobierno de la Revolución Ciudadana haya utilizado demasiados recursos en un tiempo limitado, sin embargo; ¿quién puede interrumpir un proceso de desarrollo de tal calado en puntos tan importantes como el desarrollo de la industria hidroeléctrica o la formación del personal sanitario o educativo por ejemplo? Pero además hay otro punto importante a la hora de pensar en el devenir de los últimos meses en el proceso revolucionario que se está viviendo en Ecuador, la geopolítica y sus consecuencias y condicionantes no pueden ser olvidadas. Hay quien considera que no hay posibilidad alguna en que EEUU haya podido participar en la situación económica de Ecuador, pero no debemos olvidar que el más que dudoso fracking ha producido una disminución del precio del crudo que ha influido decisivamente en economías como la ecuatoriana o la venezolana. Hay quien afirma que esta estrategia puede estar medida por parte los Estados Unidos que estaría tratando de desestabilizar económicamente tanto a Ecuador, como a Venezuela, mientras que a su vez propicia dinámicas que animan a la oposición a entrar en conflicto directo en las calles. Todo esto se suma al nuevo papel que Estados Unidos está adjudicando a Cuba en su propia lista de intereses y que sin duda habría sido aprovechado por la administración Obama para lavar su imagen por un lado, mientras favorece malas prácticas y financia a la oposición de países como Ecuador o Venezuela, actuales líderes de los procesos de izquierdas más nítidos del continente americano.

De nuevo nos encontramos ante un duelo de bloques en el que EEUU está teniendo un papel destacado. Mientras que la era Bush supuso un abandono de las relaciones con América Latina, la era Obama que trató de solucionar el problema de Irak y Afghanistan, será conocida por el comienzo de un nuevo duelo con Rusia que nos recuerda a la Guerra Fría y por una tensión galopante con los países de América Latina que han conseguido éxitos sociales y mejoras generales para su ciudadanía mediante la aplicación de programas económicos de izquierdas.