La prosa en la Antigua Grecia

4/08/15, 14:32

 

Son un tanto oscuros los comienzos de la prosa en Grecia, a pesar de haberse iniciado en fecha posterior a la poesía. Uno de los primeros prosistas conocidos es Esopo, que vive en el siglo vi a. de J.C., y a quien se atribuyen fábulas, breves relatos protagonizados por animales, de carácter moralista. Estas obritas esópicas sirven de inspiración a todos los fabulistas posteriores, latinos, medievales y modernos.

Además de en Esopo, hay que buscar la prosa en la historia y la filosofía. Uno de los primeros historiadores es Herodoto de Halicarnaso (484-425? antes de Jesucristo), llamado «Padre de la historia». Sus Istoriai (Historias) incluyen, aparte las luchas entre griegos y persas, el curioso amasijo de noticias, leyendas y anécdotas, que recoge en sus viajes y expone con escaso rigor histórico.

fabulas de esopo

 

Más riguroso y documentado es Tucídides (471-402 a. de J.C.), cuyas Istoriai (Historias), más conocidas por Historia de la guerra del Peloponeso, relatan hechos comprobados y vividos por el autor de manera ordenada y metódica, interrumpidos sólo por algún parlamento expresamente elaborado.^

Mucho difiere de ellos la producción de Jenofonte (434-355? a. de J.C.), de tema muy variado: tratados de política, economía, una apología de Sócrates y un libro pedagógico: Kiro paideia (Ciropedia o Educación de Ciro). Su obra propiamente histórica se compone de las Ellenika (Helénicas), continuación de la historia de Tucídides y, sobre todo, de la (literalmente. Subida), titulada también Expedición de los diez mil,en la que con estilo vivaz y minucioso relata la retirada de los diez mil griegos que auxiliaron a Ciro el Joven en su lucha contra su hermano Arta-jerjes II, en la que participó el autor.

Los filósofos, prescindiendo de su esencial efecto en el desarrollo del pensamiento griego, son importantes en la historia de la literatura.

Desde el punto de vista estrictamente literario, quien ofrece mayor interés es Platón (¿427-347 ? antes de Jesucristo), creador del género del diálogo, en el que expone sus ideas filosóficas con un procedimiento ameno. Los más interesantes, cuyas fechas de composición se desconocen, son Symposion (El banquete) y Faidros (Fedro), que tratan del amor y de la belleza; E politeia e perí tes dikés (La república), en el que expone sus ideas sobre la organización política ideal, y Faidon (Fedón), que recoge los últimos momentos de Sócrates.

Menos valor literario tiene la obra de Aristóteles (384-322 a. de J.C.) referente a la filosofía. Sin embargo, son capitales, por la influencia que tuvieron en la Edad Media y el Renacimiento, su Tejné retorike (Retórica) y, sobre todo, su Perí poetikés (Poética).

También la oratoria, género típicamente griego, merece un puesto importante en la historia de la literatura. El más elocuente de los oradores, Demos-tenes (384-322 a. de J.C.), se distingue en el discurso deliberativo, es decir, en el político. Son sobremanera célebres sus Katá Filipou (Filípicas), en las que flagela el imperialismo de Filipo de Macedonia, y el discurso Perítou stefanou (De la corona), escrito para defenderse de los ataques de su rival Esquines.

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