La literatura en Inglés del siglo XVIII

4/08/15, 13:00

Volvemos con otro artículo de nuestros amigos de ossusacademy.com , una de la mejores academias de inglés en Madrid, en esta ocasión vamos a hablar de la literatura inglesa del siglo XVIII.

El XVIII en Inglaterra no es un siglo de poesía, sino de prosa, y especialmente de novela. El mejor poeta, Alexander Pope (1688-1744), crea poemas burlescos, como The Rape of the Lock (El robo del rizo, 1712) y satíricos, como The Dunciad(La Dunciada, 1728). Tiene importancia su actividad filosófica, centrada en el Essay on Man (Ensayo sobre el hombre, 1732-1734).

Otros poetas de la época son Thomas Gray (1716-1771), James Macpherson (1736-1796), que publica versos propios atribuyéndolos a Ossian, inexistente autor medieval, y Edward Young (1684-1765), famoso por los Night Thoughts (Pensamientos nocturnos, 1742-1745), más conocidos en Europa como Las Noches, poema de acentos prerrománticos sobre la vida y la muerte.

Alexander Pope

Alexander Pope

 

La novela, el género predominante —como se ha señalado—, tiene notable influencia en el extranjero. Antes de referirse a ella, hay que citar una publicación singular, el periódico de Joseph Addison (1672-1719) titulado The Spectator (El espectador) y editado a partir de 1711, con el que se propone reformar las costumbres de su tiempo por medio de la sátira.

La novelística inglesa de este tiempo abarca múltiples géneros: satírico y realista, sentimental y prerromántico, psicológico, etc. Para simplificar el panorama será preferible atenerse a la fecha de publicación de la obra maestra de cada autor.

El primero de ellos, Jonathan Swift (1667-1745), ofrece los Gulliver’s Travels (Viajes de Gulliver, 1716), sátira amena y feroz, amarga en ocasiones, escrita en estilo sabroso y vivísimo. A pesar de la fortuna que ha tenido como relato infantil, el autor la destina a los adultos. Tampoco se propone entretener a los niños Daniel Defoe (16607-1731) cuando escribe Robinson Crusoe (1719), sobre las aventuras de un náufrago solitario, en las que se deslizan ideas sobre el hombre y la sociedad de la época. Defoe compone también Molí Flanders (1722), divertida historia de las peripecias de una especie de «picaro» femenino.

 

Jonathan Swift

Jonathan Swift

 

Samuel Richardson (1689-1761) es el creador de la novela sentimental, de fondo psicológico, que tiene asombrosa influencia en toda Europa. Proporciona las obras maestras del género con Pamela or Virtue Rewarded (Pamela o la virtud recompensada, 1740) y Clarissa Harlowe (1747-1748), ambas epistolares, en las cuales fija los tipos del género: la doncella virtuosa y desdichada, y el caballero seductor y desalmado.

En el nivel realista se sitúan Tobias Smollet (1721-1771) con su licencioso Roderick Random (1748), Henry Fielding (1707-1754) con Tom Jones (1749), que contiene, en una trama muy complicada, magnificas descripciones de la vida cotidiana; Laurence Sterne (1713-1768), cuyo Tris tan Shandy (1759-1767), en nueve volúmenes, relata aventuras, en las que predomina el humorismo, y Oliver Goldsmith (1728-1774), quien en su Vicar of Wakefield (El vicario de Wakefield, 1766), traza un admirable cuadro de la existencia diaria en una pequeña ciudad.

La novela de terror, con elementos prerrománticos, es cultivada en especial por Horace Walpole (1717-1797) en The Castle oJ Otranto (El castillo de Otranto, 1764) y Ann Ward Radcliffe (1764-1823), en The Mysteries ofüdolpho (Los misterios de Udolfo, 1794).

En la prosa filosófica, muy importante en esta época, hay que mencionar a John Locke (1632-1704), George Berkeley (1685-1753) y David Hume (1711-1776), renovadores del pensamiento británico del siglo XVIII.

En otro sentido, se destaca el periodista Samuel Johnson (1709-1784), muy influyente en el mundillo literario de su tiempo, aunque sus obras, entre las que puede citarse Lives of Poets (Vidas de poetas, 1779-1781), parezcan al lector moderno un tanto mediocres. Contribuye a su fama la biografía que de él traza James Boswell (1740-1795).

El teatro, en cambio, se encuentra en franco retroceso. Aparte alguna tragedia de Joseph Addison y varias comedias de Oliver Goldsmith, lo único digno de nota son las obras de Richard Sheridan (1751-1816), en su mayor parte comedias de crítica de costumbres, como The School Scandal (La escuela de la maledicencia, 1777).

OS dejamos una escena de “The School Scandal”:

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