Es un invento que parece de ciencia ficción y sorprende por lo novedoso que resulta, pero realmente se patentó en 2005 y fue obra de un científico de la NASA. Su nombre comercial es ALTER G Anti-Gravity Treadmill® y aunque por ahora parece una máquina bastante elitista y a la que pocas personas pueden acceder, en un futuro podría ser habitual encontrarnos con esta cinta de correr antigravedad en gimnasios y centros de fisioterapia y rehabilitación física.
Veamos un video oficial para hacernos una idea de cómo es esta cinta:
El objetivo de esta máquina es el de reducir el impacto de la gravedad sobre las estructuras biomecánicas de nuestro cuerpo, lo que ayuda a realizar entrenamientos más específicos a deportistas (por ahora profesionales) y a facilitar la recuperación de las personas lesionadas en proceso de readaptación física.
Dicho de otra forma, esta cinta puede calibrar el peso de la persona y reducirlo hasta un 80%. De esta manera, alguien que pese 80 Kg puede llegar a correr como si solo pesase 16 Kg, y cada uno de sus impactos contra el suelo (en este caso la cinta) podría ser un 80% más flojo que con su peso normal. En este sentido, también influyen otros factores como la técnica de carrera o la velocidad.
Las aplicaciones de la cinta de correr antigravedad van desde la recuperación de estructuras musculo-esqueléticas, como el entrenamiento de la técnica de marcha o carrera. Además es especialmente útil para mantener la condición física mientras dura la lesión. Según la persona y sus necesidades puede tener diversos usos:
- Rehabilitación y readaptación física al salir de una lesión.
- Prevención de lesiones permitiendo realizar carrera estando algo cargado.
- Mantenimiento de la condición física mientras se recuperan lesiones leves.
- Prevención del deterioro funcional, ayudando a realizar movilidad en personas mayores.
- Facilitar la carrera a personas con sobrepeso trabajando en un plan de dieta y ejercicio.
Su funcionamiento se basa en una bolsa que llega hasta la cintura y aisla del exterior en la que el usuario se mete y se cierra herméticamente mediante unas mallas ajustadas y una cremallera. Esto se hace porque dentro de esta bolsa se aplicará aire a presión de forma constante y según la intensidad necesaria según los ajustes y la reducción de peso que se quiera experimentar.
Por el momento es una máquina que está al alcance de pocas personas y sólo algunos clubes privados disponen de ella, pero todo el mundo habla bien de esta cinta de correr y viendo sus aplicaciones es posible que en un futuro no muy lejano se acabe implantando y sea algo habitual.
Muy interesante, aunque me quedo con curiosidad por saber qué precio tiene…
Yo creo que el precio no lo dicen ni en la web del distribuidor, que necesitas pedir información sobre la máquina y me imagino que ya sí te darán el presupuesto, pero tiene pinta de ser bastante!! jajaja