Una de las formas innovadoras de realizar la evaluación puede ser mediante juegos de preguntas tales como el que se nos propuso ayer: LA OCA CIENTÍFICA.
La dinámica del juego se basa en la formación de distintos equipos de dos personas y se necesita la figura del “crupier” y el “observador”. En nuestro caso, como la clase es numerosa, se dividió en dos grupos iniciales cada uno con su propio tablero (esto hay que tenerlo en cuenta como aproximación a la situación que podemos tener en los IES con aulas de 25-30 alumnos). Los grupos idealmente han de ser de unas 10 personas.
La finalidad última de este juego era examinar si podía ser utilizado como medio de evaluación formativa (observar e identifica deficiencias en el conocimiento) pero de forma inherente también nos sirvió como autoevaluación individual ya que aunque las preguntas se formulasen a otro grupo, la posibilidad de recibir el rebote obligaba a auto-plantearse el problema.
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