La evaluación como actividad necesaria para testar el resultado de una actividad o innovación

La evaluación es una actividad esencial para poder valorar en qué grado se han conseguido o no los objetivos para los que una actividad o innovación fue desarrollada y también para analizar posibles resultados no esperados o que han aflorado en la realización de las mismas.

Atendiendo a quién es el responsable de realizar la evaluación podemos distinguir entre:

 - Heteroevaluación: en su forma más tradicional es la que realiza el profesor con los alumnos, es decir, alguien que tiene un nivel superior de conocimiento y dominio de la materia sobre otros que son los aprendices.

- Autoevaluación: será aquella que realice uno mismo

- Coevaluación: es aquella realizada entre pares o iguales (en conocimientos)

 

Si clasificamos los tipos de evaluación poniendo el foco en los objetivos pretendidos:

- Formativa: se centra en la observación y análisis de los procesos durante la realización de las actividades para identificar y localizar deficiencias y poner los medios para solventarlas si fuese necesario.

- Diagnóstica: su objetivo es determinar cuáles son los conocimientos previos  de los alumnos implicados y su nivel de partida.

- Sumativa: es aquella que tiene en cuenta el desarrollo y evolución del individuo (en este caso, el estudiante) a lo largo de las distintas etapas de las actividades para poder asignar una calificación final.

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