Ayer me sorprendí encontrando la siguiente noticia de ciencia (pincha aquí para redirigirte a la fuente de la noticia)
“Un equipo chino crea híbridos de mono y cerdo en un laboratorio”
El objetivo es estudiar la viabilidad y compatibilidad de órganos de este híbrido con el mono, de forma que, más adelante se compruebe la funcionalidad de estos órganos extraídos del híbrido en el mono (para esta fase todavía queda un poquito). En caso de que los monos trasplantados del híbrido superasen el rechazo, estarían abriendo las puertas a que, en un futuro, también los humanos pudiésemos ser trasplantados sin necesitar un donante humano, sino únicamente órganos humanos “formados” y “crecidos”, por ejemplo, en un cerdo. Pero hay que tener mucha cautela porque aunque puede ser una vía esperanzadora también es controvertida y es muy probable que haya problemas que alarguen mucho la resolución de qué va a ocurrir.
En realidad el artículo no era una sorpresa tan grande, porque ya hace años que se lleva debatiendo acerca de los avances conseguidos en China en áreas que dependiendo de la interpretación (en el caso de China, del gobierno) rozan la ilegitimidad ética y moral, especialmente en lo que se refiere a edición y diseño genético, clonación (de monos) y, en este caso, creación de animales híbridos. Proyectos que, a día de hoy, no pasarían ni el primer corte ante un comité ético en el resto de países. Esta situación plantea, una vez más, grandes dilemas morales, pero es innegable que China es ya, desde hace años, punta de lanza en genética y diseño de vida, en este caso, diseñada con el objetivo de “servir” al ser humano. Mientras, en el resto de los países, las decisiones de los comités éticos son respetadas pero, ¿no supone esto también un atraso en el desarrollo de su conocimiento y tecnologías frente a China?
Dejo aquí también otro par de enlaces para ver la repercusión internacional que ha tenido:
A la revista Interesting_Engineering aquí
Al New York Post aquí
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