Aparentemente, el medio físico de Castilla y León no es muy propicio a la actividad agraria, especialmente por problemas como la aridez de su clima (escaso en lluvias), la altura (la media de la Meseta son 800 metros, mientras que las condiciones óptimas para el campo agrícola se dan en zonas por debajo de los 200 metros de altura), etc. El mayor problema para el desarrollo agrícola es que casi toda la región tiene tres meses de heladas seguras, y otros dos de heladas probables.
Otros problemas son el relieve montañoso de parte de la Comunidad, las temperaturas extremas (heladas abundantes, veranos con momentos muy calurosos y meses muy secos), pequeñas parcelas por agricultor muy inferiores a la media europea o estadounidense.
Sin embargo, los campos de Castilla y León son fértiles. Predomina el cultivo de secano en general, aunque se ha ido desarrollando un abundante regadío en los valles de ríos como el Duero, el Pisuerga, el Carrión o el Tormes.
Sólo un 10 % de la superficie se explota en régimen de regadío, con parcelas de producción intensiva, mucho más rentables que los cultivos de secano.
Además, el empleo de tecnologías agrarias adecuadas ha convertido a las provincias de Burgos o Valladolid en algunas de las que más producción por cada hectárea cultivada presenta en el conjunto de España. Zonas especialmente fértiles en la Comunidad son el valle del Esla, en la provincia de León, los campos de Valladolid, y en Tierra de Campos ,por las provincias de Zamora, Valladolid, Palencia y León.
Una prueba de la importancia que tiene la agricultura castellano-leonesa en el conjunto de la española es que su superficie cultivable supera los 5,7 millones de hectáreas, lo que resulta más de la mitad de la superficie de España.
Además, en su conjunto, la producción agrícola castellano-leonesa supone un 15% del sector primario español, pese a que la población dedicada a sectores menores que la media nacional gracias al empleo de avanzada tecnología agraria, el sector agrícola y ganadero de la región representa el 7,6 % del total en España.
A la inversa, la agricultura es un sector importante de Castilla y León, que cuenta con casi 100.000 agricultores lo que supone casi uno de cada 8 trabajadores en activo. León y Zamora, respectivamente con casi 19.000 y 15.000 personas, son las provincias con más agricultores. Siguen en orden Ávila y Salamanca (menos de 10.000 agricultores), Valladolid, Burgos y Palencia (algo más de 8.000), Segovia (más de 6.000) y Soria (5.600).
El sector agrícola tiene además una gran importancia indirecta: permite la producción industrial de alimentos. Castilla y León tiene cerca de 3.000 empresas agroalimentarias, que emplean a 34.000 personas, fundamentalmente, en el medio rural. Esta es la primera industria regional en número de empleados, o la segunda en cuanto a producción (representa el 24% de la producción industrial de Castilla y León). Más de la mitad de estas industrias están en núcleos de población de menos de 15.000 habitantes, siendo explotaciones familiares, imprescindibles para frenar la desertización del medio rural.
El papel de la mujer en el campo es crecientemente importante, especialmente por la escasez de población en edad activa que pueda trabajar en el sector agrícola. Por ejemplo, el 35% de los puestos de trabajo del sector agroalimentario del medio rural está en manos de la mujer en la comunidad.
Se trata de una población predominantemente envejecida, que habita en un medio rural que tiene al abandono de población en gran parte de los municipios más pequeños. El precio de materias primas como el gasóleo, los elevados costes de maquinaria, la percepción de que existe una menor calidad de vida del campo respecto a la ciudad, la competencia de producción de países extranjeros con condiciones productivas más favorables, son algunos de los problemas más acuciantes del campo castellanoleonés.
La propiedad más frecuente es la de mediano tamaño, cultivada directamente por su dueño, aunque con frecuencia tras la jubilación de los mismos las tierras se arriendan a otras personas.
Datos generales de la producción agraria:
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