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Blog de Laura Fernández
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Este dron se come. Y puede salvar vidas

Los drones se han convertido en una de las tecnologías que más llaman la atención de los últimos años, pues este tipo de aparatos pueden ser utilizados para realizar infinidad de tareas que el ser humano no puede o no quiere realizar o simplemente son demasiado peligrosas como, por ejemplo, la exploración o limpieza de residuos tóxicos.

También son muy útiles para el control de incendios forestales, la agricultura, la construcción y para el control y análisis de tráfico en grandes ciudades ya que son aparatos mucho más económicos de operar, que no requieren grandes cantidades de combustible y no ponen en peligro la vida de quien lo maneja.

La noticia habla de un tipo de dron en concreto, el Dron Pouncer, que esta hecho de madera y alimentos deshidratados que supondrían 100 raciones de comida. En la actualidad, se está explorando la idea de diseñar drones desechables con el único objetivo de hacer llegar provisiones y medicamentos a aquellos lugares que se encuentren en conflicto o regiones que han sufrido algún tipo de catástrofe.

La idea es que este tipo de drones no resulten muy caros, que la forma de llevar la carga sea útil y que lleguen a su lugar de destino de forma precisa. Lo bueno de estos drones es que están hechos de cartón u otro tipo de materiales que una vez se haya utilizado permita que se deshaga de forma natural de manera que no resulte perjudicial para el medioambiente, algo que se tiene muy en cuenta actualmente. Hoy en día, el único dron que ha conseguido cumplir alguna de estas características es el Pouncer, pues es relativamente asequible y está fabricado de madera que permite romperlo y utilizarlo como combustible, para cocinar y para calentar, así como con fibras vegetales que sirven como alimento.

En mi opinión, este tipo de drones resultan muy necesarios para enviar ayuda a todos aquellos países a los que les resulta muy difícil acceder  a todo aquello de primera necesidad (comida, agua, medicamentos…) ya sea por  lo complicado del terreno o por la precariedad de sus infraestructuras, lo que permitiría mejorar un poco su nivel de vida.  En este momento se esta probando en la región de Ruanda.

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http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2017/04/12/actualidad/1491996258_534630.html

laurafc
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