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Universidad de Salamanca
Jorge Martín
Reflexiones de un alumno de Máster
 
D4

Trabajo Cooperativo

Se necesitan dos piedras para hacer fuego
Louisa May Alcott
              Una de las técnicas que podemos emplear los docentes en nuestras clases es el trabajo cooperativo. Una metodología por muchos descartada de la que se destacan habitualmente sus problemas y se omiten, a veces puede que intencionadamente, sus beneficios. Argumentamos que esta metodología trae consigo considerables pérdidas de tiempo, que beneficia a aquellos que no se esfuerzan o a quienes son unos jetas, porque siempre hay un compañero que quiere obtener buenas notas y hace parte del trabajo de los demás, o todo para conseguirlo, que tiene inconvenientes de tipo social (por ejemplo estudiantes con los que nadie quiere trabajar), que los propios alumnos son reticentes, que hay cantidades ingentes de errores e incongruencias en los trabajos porque no se corrigen a posteriori… etc.

            Pero ¿Realmente se dan tantísimos problemas a la hora de trabajar de forma cooperativa? ¿Por qué razón entonces se incide tanto en su importancia?  La respuesta, desde mi punto de vista, es que sí, que existen muchas complicaciones en el empleo de dicha metodología, pero, amigos míos, estas dificultades no radican en la naturaleza del método, si no en la aplicación que hacemos tanto profesores o alumnos del mismo. Los problemas, creo yo, los creamos nosotros, no el trabajo cooperativo. En breve hablaremos sobre cómo ha de plantearse un trabajo de este tipo, que para lo que he creado este post, pero antes quiero responder a la segunda pregunta que lancé al comienzo de este párrafo. Hay tres grandes ventajas de la metodología cooperativa que me gustaría señalar, seguramente me deje alguna más en el tintero, siéntanse libres de señalarlas en los comentarios:

  1. Educa en valores: ya hemos señalado en este blog que nuestra labor docente no se limita a enseñar los conceptos que marca el currículo, hemos de ir más allá, formar a los futuros ciudadanos, (no es pequeña la responsabilidad). Cuando uno trabaja de una forma cooperativa adquiere una serie de valores comIMG_0398-2o pueden ser el respeto por las opiniones e ideas de todos, una visión más amplia de los problemas, empatía…etc.
  2. Desarrolla habilidades: desde las habilidades sociales de comunicación, expresión correcta en el registro oral, capacidad para transmitir ideas a una audiencia y tantas otras, hasta habilidades más destinadas al futuro profesional como la coordinación de diferentes equipos de trabajo,  la responsabilidad, la capacidad de liderazgo, o de delegación, de toma de decisiones o confianza en uno mismo. Como veremos, también permite aumentar la autonomía en el trabajo, enseñando a los estudiantes a “buscarse la vida” de manera que mejoren sus capacidades para la resolución de los problemas que se puedan presentar.
  3. Mejora el rendimiento: permite conseguir mejores niveles de motivación en los estudiantes y una mayor interacción entre ellos, facilitando el denominado “aprendizaje por pares” el cual resulta uno de los más efectivos. De esta forma los estudiantes consiguen entender mejor muchos de los conceptos que cuando son transmitidos por el profesor quedan distantes bien por su nivel de abstracción o bien por el lenguaje intrínseco de las disciplinas.

            Pero me estoy enrollando demasiado, y a nadie le gustan los pesados. Quería llegar a compartir los cuatro (o cinco) puntos esenciales a la hora de plantear un trabajo cooperativo, puntos que no siempre tenemos en cuanta y que conviene recordar aunque sea de vez en cuando:

  1. Interdependencia positiva y exigibilidad individual: cuando planteemos esta metodología es básico que el éxito del grupo dependa del de cada uno de sus miembros, de manera que uno no pueda lograr sus objetivos sin los demás no los alcanzan. Así cada miembro tiene su cuota de responsabilidad, y ha de esforzarse y comprometerse para cumplir con el objetivo común.
  2. Interacción cara a cara: otro de los puntos clave, en un mundo cada día más impersonal no hemos de perder de vista la importancia de las relaciones directas. Gracias a esta faceta se pueden trabajar habilidades sociales que no se trabajan de otra forma, como puede ser la comunicación no verbal, el análisis de los gestos o la comunicación imageskinestésica por citar algunos ejemplos. En mi opinión esta faceta gana especial importancia cuando en nuestro grupo tenemos estudiantes a los que sus compañeros suelen dar de lado, solitarios o que creemos que no están bien integrados. Una correcta elaboración de los grupos por parte del profesor, unido a una adecuada interacción cara a cara podrían ser herramientas que ayudaran a combatir esos problemas.
  3. Habilidades interpersonales y de trabajo en grupo: no me extenderé más aquí porque las relaté un “poco” más arriba.
  4. Reflexión y evaluación del trabajo: esencial. Hay que analizar los pros y los contras, qué ha funcionado y qué no, determinar qué habría que cambiar o qué comportamientos han sido inadecuados. Cada uno de los miembros debería hacer un “examen de conciencia” y reflexionar si su aportación personal al trabajo del grupo ha sido la adecuada.

Tranquilidad, ya no me extiendo más, esto se me ha ido de las manos. Mi conclusión es que tenemos ante nosotros una herramienta muy potente, pero hemos de aprender a utilizarla. Como es habitual en estos casos supone una cuota importante de esfuerzo para el profesor pero merece la pena. Personalmente siempre he considerado muy importante el trabajar de forma conjunta, supongo que son reminiscencias de cuando jugaba al balonmano en el club, cualquier tiempo pasado siempre fue mejor ¿ Verdad? La realidad es que la pertenencia a un equipo, y el bregar juntos por un objetivo común es algo invalorable desde el punto de vista de la formación como personas. Es posible que un trabajo en grupo en la escuela no obre un impacto tan profundo en los estudiantes como el que he relatado, pero por algo se empieza.

            En mi próxima entrada os contaré una experiencia relacionada con esta metodológica que llevamos a cabo esta misma semana en el Master, la denominada “técnica del puzle”. No temáis, procuraré ser más breve y no divagar tanto.

¡Hasta pronto!

jmartingar
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