Los ecosistemas acuáticos

Cuando hablamos de ecosistemas generalmente nos enfocamos en los ecosistemas terrestres. Es lo que tenemos a la vista y conocemos un poco más en detalle. Pero la biodiversidad que se encuentra bajo el agua y la inmensa cantidad de recursos que proporcionan los hábitats acuáticos merecen que les dediquemos un poco de tiempo para su conocimiento

Qué es un ecosistema acuático

Para que se considere un ecosistema como perteneciente a la categoría de acuático sólo hace falta una característica. Que el ámbito en el que se desarrolla sea un cuerpo de agua, independientemente de su tamaño y ubicación.

Por eso se incluyen aquí los mares, océanos, ríos, lagos, lagunas, arroyos, estanques, etc.

En estos ecosistemas son muy importantes los ciclos del agua, el sedimento que se halla debajo de la misma así como el contenido orgánico que está presente en el lugar.

División de los ecosistemas acuáticos

La división más importante y la que utilizaremos en este artículo está relacionada con el tipo de agua que compone cada ecosistema. Es así que dividimos los ecosistemas acuáticos en ecosistemas marinos y ecosistemas de agua dulce.

El motivo de esto es que la diferencia en la composición del agua de ambos tipos de ecosistema es la que condiciona las formas de vida que se desarrollan y las relaciones con el ambiente.

Características de los ecosistemas marinos

Las características de los ecosistemas marinos son tan amplias que abordarlas en este breve artículo es imposible. Pero podemos resaltar que estamos hablando del lugar donde se originó la vida en la Tierra.

Aquí nos encontramos con infinidad de microorganismos hasta llegar a los animales más grandes que existen en nuestro planeta.

Dependiendo de la profundidad a la que nos encontremos, podremos observar variaciones muy grandes entre la flora y la fauna. A grandes rasgos, podemos subdividir estos ecosistemas en:

-Intermareas: Es la zona donde el mar tiene contacto con la tierra. Este contacto puede darse superficialmente o subterráneamente. Aquí se producen muchas variaciones y existe una erosión constante.

-Mar abierto: Es la región más poblada de este tipo de ecosistemas y en donde el agua tiene una mayor temperatura. Esta desciende a medida que aumenta la profundidad. La zona que comprende el mar abierto es la superficie oceánica cercana a las costas y hasta los primeros cientos de metros de profundidad.

-Fondo océanico: Aquí nos encontramos con las zonas de mayor frialdad y donde no llega tanto la luz debido a la profundidad. Aquí la vida es más salvaje y la arena tiene un rol protagónico en las relaciones entre los seres vivos y el ambiente.

-Zona abisal o béntica: Es la región más profunda del océano, en las fosas o grietas oceánicas. Aquí las formas de vida debieron adaptarse a condiciones muy inhóspitas. Por este motivo hay una baja presencia de materia orgánica.

Características de los ecosistemas de agua dulce

Los ecosistemas de agua dulce se dividen de acuerdo al movimiento del agua. Es así que podemos encontrar:

-Humedales: Estos ambientes se inundan durante una parte del año y luego pueden presentar tiempos de sequía.

-Lénticos: Aquí abarcamos todos los ambientes de aguas estancadas, sin movimiento. Ejemplos de esto son los lagos, lagunas y estanques.

-Lóticos: Sistemas de agua corriente como ríos, riachuelos, arroyos, etc. Presentan mayor movimiento y mayor convivencia de especies.

La importancia de conocer los ecosistemas acuáticos radica en que comprendamos que la vida se desarrolla de numerosas formas en los ambientes más insólitos. Por eso tenemos que respetar el hábitat de todos los seres vivos, minimizando nuestro impacto para la conservación de las especies.