La compañía surcoreana se compromete a ser medioambientalmente sostenible.
Samsung ha lanzado hoy al mercado una noticia impactante, tanto para sus competidores, como para nosotros los consumidores. La compañía se ha comprometido a reducir la contaminación y la producción de productos plásticos que se derivan de la fabricación y comercialización de sus productos.
La estrategia de la compañía surcoreana entraría en vigencia a partir de la mitad de 2019, suponiendo un cambio absoluto tanto en su packaging y en la formulación de sus productos.
El sistema de packaging se llevará a cabo a través del intercambio de todos aquellos componentes realizados en plástico por elementos fabricados con materiales reciclados, siendo estos materiales papel reciclado, cartón, etc. Además, la formulación de sus productos variará según el uso de plásticos que estos posean.
En mi opinión, no es más que una nueva estrategia empresarial para poderse diferenciar de su competidor principal, Apple. Es cierto, que Apple comenzó en la anualidad pasada con un programa de reciclaje de teléfonos móviles, dando un incentivo económico por el cambio de un dispositivo viejo a uno nuevo, este incentivo se descontaría del precio de compra del nuevo dispositivo.
Debemos de atender entonces al concepto de Responsabilidad Social Corporativa que todas las empresas deberían desarrollar, es decir, la preocupación que las empresas deben de desarrollar por el entorno en el que realizan su actividad. En este caso, Samsung ha optado por utilizar una RSC orientada a la dimensión medioambiental, lo que puede implicar un aumento de los costes en la producción y embalaje de sus productos, a lo que han contestado con indiferencia, primando la producción sostenible antes la obtención de unos beneficios mayores.
¿Está Samsung realmente comprometida con el medio ambiente o es solo una estrategia de marketing más en su comunicación con la sociedad?
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