Educación y creatividad
En esta charla dada por Ken Robinson, la idea principal y reincidente sobre la que gira todo el monólogo es si las escuelas matan la creatividad. No es nada nuevo que los niños tienen unas capacidades extraordinarias y unos talentos impresionantes, que desaprovechamos y desperdiciamos porque creemos que son menos útiles o valiosos que lo que se les enseña en el colegio.
Educamos en base a la idea de que no podemos equivocarnos porque equivocarse es fracasar. Es cierto que equivocarse y ser creativo no es lo mismo, pero también es verdad que si no estás dispuesto a equivocarte y preparado para ello, nunca serás capaz de crear algo innovador y original. En este aspecto, los niños llevan la delantera: se arriesgan, no tienen miedo a equivocarse.
“Todos los niños nacen artistas. El problema es seguir siendo artistas al crecer.”
Pablo Picasso
Todos los sistemas educativos del mundo fueron surgiendo progresivamente a partir del siglo XIX, como consecuencia de la industrialización para satisfacer sus necesidades. Y todos ellos tienen la misma jerarquía de asignaturas: en primer lugar, matemáticas y lengua; en segundo lugar, humanidades; y por último, las artes. Pero además, dentro de las artes, se priorizan el arte y la música frente al teatro y la danza. ¿Es menos importante una pintora que un matemático? ¿Es más importante una filóloga que un bailarín?
“¿Para qué estudias música si no vas a llegar a ser músico? ¿Por qué vas a clases de danza si no llegarás a ser bailarín?” A todos nos resultan familiares este tipo de expresiones, todos las hemos escuchado alguna vez. Una de las ideas principales en las que se basa el sistema educativo es que las materias más útiles para el trabajo son las más importantes. ¿De verdad?
La otra característica del sistema educativo es su objetivo final: la admisión universitaria. La finalidad del sistema es que todo el mundo tenga formación universitaria y crear profesores universitarios. Este puede ser el ideal para algunos pero, obviamente, no para todos.
La educación prepara a los niños y adolescentes para la vida, para el futuro, pero nadie puede afirmar con certeza cómo será este futuro, ni siquiera a corto plazo. Tendrán que hacer frente a multitud de problemas y situaciones a lo largo de sus vidas, y se espera de ellos que los resuelvan pero, ¿cómo lo harán si hemos matado sus ideas y creatividad? Debemos aplaudir la creatividad de los más pequeños y fomentarla para que puedan lograrlo.
¿Por qué Ken Robinson es un buen ponente?
Lo primero que llama la atención al escuchar su charla es que está constantemente bromeando acerca de lo que dice, de manera que consigue que todo el mundo esté pendiente de su discurso, aunque solo sea para reírse del chiste. Además, realiza pausas entre comentarios para mantener la intriga del público, y se ríe con ellos.
Por otro lado, mantiene la atención de los espectadores hablando sobre temas actuales y contando anécdotas de interés general. También cabe destacar que emplea un lenguaje sencillo y fácil de seguir, sin tecnicismos, para que nadie desconecte del monólogo por no entender las expresiones o palabras utilizadas.
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