¿Cuándo empezar una terapia de adicciones?

7/12/20, 20:59

Cuando tus problemas tomen la delantera y sientas la presión de sufrir una y otra vez, es hora de buscar ayuda de los terapeutas. Cuando llegue el momento, no significa que estés loco, perturbado o demasiado débil, sino que tu vida, tu entorno social, tu trabajo, tu comportamiento, tus creencias o incluso la química de tu cerebro se ha desequilibrado y te está haciendo daño.

Tanto si nunca aprendiste a manejar los problemas adecuadamente, como si los grandes cambios e inseguridades te sacan de quicio o simplemente heredaste una tendencia a la depresión, la ansiedad y el estrés que puedan desencadenar en algún tipo de adicción, como, por ejemplo, a los tranquilizantes.

Por todo esto es necesario iniciar un tratamiento adicciones y ayudar a tu mente a salir de ese bucle de necesidad constante.

 

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El médico de cabecera: Tu primer paso

No es obligatorio, pero tiene sentido si vas primero al médico de cabecera. Explíquele que se siente mal y que tiene problemas mentales.

No tienes que exagerar al describir tus problemas. Un buen médico te tomará en serio. Sólo subraye que actualmente está sufriendo y que le gustaría recibir ayuda profesional. Todos los millones de personas que ya han recibido terapia fueron a su médico de cabecera para obtener un informe y poder iniciar una terapia.

Así que es un proceso normal que su médico conoce. No es nada inusual, pero es parte de la rutina diaria en cada práctica. Por lo tanto, su médico de cabecera hará un diagnóstico (informe de la consulta). Esto es importante más tarde para dar parte a su compañía de seguros de salud.

Pero también puede contactar directamente con los terapeutas, porque no es necesaria una remisión. Entonces tendrá que volver a ver a su médico de cabecera más tarde, debido al diagnóstico de la compañía de seguros de salud, pero esto no cambia el procedimiento básico.

Puede pasar algún tiempo antes de que encuentre el valor para ir a su médico de cabecera o pedir una cita. Esto es bastante normal. No se asuste, es un proceso complejo que toca directamente el orgullo de una persona, la de pedir ayuda, algo que a nadie le gusta hacer.

 

Segundo paso: Determinar la terapia correcta

No tienes que decidir solo qué tipo de terapia es la mejor para ti. Su médico de cabecera le ayudará o puede decidirlo durante las primeras horas de consulta con el terapeuta. Hay diferentes tipos de terapias. Los dos más comunes son la terapia de comportamiento y el psicoanálisis.

Ambas formas requieren una cierta estabilidad emocional. Por ejemplo, los pacientes* con pensamientos suicidas o psicosis graves son tratados primero en una clínica antes de que puedan empezar la terapia.

La terapia conductual no se trata de cambiar el comportamiento. Se trata de identificar las causas de tus problemas, enseñarte técnicas para superar los problemas mentales y ayudarte a volver a encarrilar tu vida. El terapeuta te hará preguntas, te hará hablar de ellas y luego te mostrará formas de pensar y de comportarte dañinas.

Por lo tanto, el método está muy orientado a la práctica y le ayuda a ayudarse a sí mismo. Tras una evaluación inicial, en sesiones posteriores contará cómo fue su semana, qué es lo que tiene en mente actualmente y si fue capaz de integrar nuevas formas de pensar en su vida cotidiana. A menudo no sólo se tratará de un problema que puede haber causado su crisis, sino también un paso atrás.

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