Todos los deportistas, ya sean profesionales o aficionados, corren el riesgo de sufrir lesiones como distensiones musculares y esguinces. De hecho, son las lesiones musculares más comunes, con una incidencia que va del 8% al 57%. Casi el 90% de ellas afectan a los miembros inferiores, en particular a los músculos de la pantorrilla y al cuádriceps (recto femoral).
La prevención de las contracturas musculares implica una serie de ejercicios que deben seguirse si se quieren evitar. Los factores que aumentan el riesgo son el calentamiento o el entrenamiento inadecuados, el uso de equipos inapropiados, la hidratación o la nutrición inadecuadas, la repetición excesiva de ejercicios, la falta de sueño o la fatiga muscular, los ambientes muy fríos o húmedos, las enfermedades metabólicas o infecciosas y la toma de ciertos medicamentos.
Tratamiento de las lesiones deportivas con relajantes musculares
El tratamiento adecuado para este tipo de contracturas lo prescribe un especialista, como un médico o un fisioterapeuta, pero por lo general ya existen métodos conocidos y eficaces para el control general de los síntomas.
Los métodos no farmacológicos incluyen el reposo, la aplicación de calor o frío, el masaje o el uso de métodos físicos como la termoterapia. Depende de si se trata de una simple contractura o de una rotura parcial o total del peroné. Entre las medidas farmacológicas, se suelen prescribir antiinflamatorios como el ibuprofeno o el paracetamol y relajantes musculares para contracturas.
Los mejores relajantes musculares
El médico debe prescribir un relajante muscular si cree que el tratamiento será eficaz. No actúan directamente sobre los músculos, sino a través del cerebro y la médula espinal.
Los antiespasmódicos, que tratan los espasmos musculares causados por trastornos musculoesqueléticos, se utilizan sobre todo en las lesiones deportivas.
¿Puedo hacer deporte si tomo diazepam?
El principio activo del Valium y de otros relajantes musculares es el diazepam, que pertenece al grupo de las benzodiacepinas. Tiene efectos sedantes, relajantes y antiespasmódicos.
Así, el diazepam no sólo ayuda a aliviar los dolores musculares causados por espasmos, inflamaciones musculares, contracciones musculares, etc., sino que también se suele recetar a las personas que sufren síntomas de ansiedad, inquietud y tensión mental.
Los efectos secundarios más comunes después de tomar diazepam son el cansancio y la somnolencia, que pueden dificultar el ejercicio. Si está tomando un relajante muscular debido a una lesión, es probable que su médico le prescriba reposo.
Si se producen, es aconsejable descansar o elegir actividades de baja intensidad, preferiblemente en compañía. La inactividad debida a la toma de diazepam no debe ser en ningún caso permanente, ya que nunca se recomienda mantener un tratamiento lo más corto posible, más de dos o tres meses.
El tratamiento farmacológico que combina el efecto analgésico de los antiinflamatorios no esteroideos con los relajantes musculares es habitual, pero depende de la gravedad de la lesión.
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