Evaluación: ¿De que tipo?

Por 71038136Z en 3 marzo, 2020 en Motivación

La evaluación es un método mucho más complicado de lo que a priori podría parecer. Evaluar es recoger información, analizar esa información y tomar decisiones y medidas de acuerdo con ese análisis. Pero no solo eso, evaluar implica emplear procesos cognitivos de orden superior, como recoge la taxonomía de Bloom. La evaluación:

Ofrece información sobre el nivel de desarrollo de los aprendizajes del alumno.
Permite regular el proceso, mejorando las metodologías o ajustando los objetivos (reformulándolos o cambiándolos si es necesario).
Puede servir como herramienta para orientar y motivar al propio alumno
Detecta y clarifica problemas a lo largo del proceso de aprendizaje
Orientar sobre qué y cómo aprende el alumno
Ofrece información integrada sobre el proceso de enseñanza/aprendizaje como un conjunto de factores que se interrelacionan entre sí.

Enseñanza y evaluación son dos caras de una misma moneda, un buen docente es un buen evaluador y un buen aprendiz es alguien capaz de evaluar y evaluarse. Como decía Gordon Stobart “La evaluación influye directamente en lo que aprendemos y en cómo lo aprendemos y puede limitar o promover el aprendizaje efectivo”. Por consiguiente, la evaluación es necesaria, pero muy heterogénea. De hecho, todo lo que se lleva a cabo se debe evaluar, de un modo u otro porque como dijo Lord Kelvin, “Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”.

La evaluación puede ser de muchos tipos:

Formativa: Que aprende mediante distintas actividades
Diagnostica: Conocer que sabe hacer el estudiante
Autoevaluación: analizarse uno mismo, su propio aprendizaje y evolución
Coevaluación: evaluación, análisis entre iguales

No debemos quedarnos con la idea tradicional, se debe pasar a una más actual en la que en el proceso de evaluación cabemos todos:

Sin embargo, lo que nunca debe ser es exclusivamente una calificación. Evidentemente, se acaba dando una nota a los alumnos en base a su rendimiento, pero lo fundamental es que la misma contribuya a mejorarlo y no a puntuarlo. Debe contribuir a lograr los objetivos del proceso de aprendizaje.

Por esta razón es conveniente el uso de rubricas sonde se le puede decir a los estudiantes de forma exacta que se espera de su trabajo, facilitándoles así la preparación del mismo. También, es posible trabajar la coevaluación, de modo que aprendan de los errores que hallan podido cometer alguno de sus compañeros en ese mismo trabajo, y, por supuesto, se debe fomentar la autoevaluación, el ser conscientes de nuestros errores, el porque de nuestro éxito o fracaso, los posibles cambios a realizar, los déficits que puedan existir etc.

Por último, cabe añadir la importancia de proponer actividades acordes a los conocimientos previos, pues como ya se ha dicho en otras entradas del blog, la motivación es un aspecto clave en el aprendizaje del alumno, si se carece de esta la atención y el interés decaen notablemente. Una de las causas de ello es la inexistencia de conocimientos previos que puedan ayudar a entender los nuevos. Como ya sabemos la diversidad en las aulas es tremenda y no todos los alumnos aunque estén en el mismo curso van a aprender igual, ni a saber lo mismo o a recordar lo mismo. Por esta razón la evaluación prescriptiva es fundamental para que el docente fije las bases del público al que se enfrenta y diseñe las actividades acorde al mismo.

Como ya se indicó más arriba, toda práctica docente y toda actividad realizada por los estudiantes debe evaluarse en un camino o en otro. Por ejemplo una experiencia de laboratorio que tanto puede gustar al alumnado y despertar su motivación debe llevar consigo una evaluación previa, durante y posterior que facilite la adquisición de los conceptos. En el caso del globo que se infla sin soplar(lente acústica) se podría realizar una encuesta previa en Kahoot donde se formulen preguntas básicas, que le den pistas al docente sobre los conocimientos que se tratarán en dicha experiencia. Se puede preguntar si saben que es una lente, como es el trazado de los rayos de una lente convergente, que dos tipos de reacciones existen en función del signo del calor de reacción, que es un ácido, que es una base etc.

En segundo lugar debe incluir una evaluación formativa que se podría introducir a modo de juego, lanzándose preguntas con mayor concreción durante la práctica y que al finalizar la misma en grupos deberán contentar de forma oral y aleatoria, existiendo rebote en caso de que algún grupo falle para que otro pueda explicarla. Además, deberán explicar la experiencia en un diario que posteriormente otro alumno les corregirá gracias al uso de una rubrica común de la que todos ellos disponen y que permite que cada cual sea consciente y sepa autoevaluarse pero también que el miembro que lo evalúa aprenda de sus errores.