El castillo en Europa

2/06/15, 1:03

Comentarios breves acerca de los castillos y su significado

Los castillos comenzaron a construirse en base a una necesidad de control y ocupación del territorio. Tras la caída del Imperio Romano, el proceso generado a partir de las invasiones bárbaras, va a generar el surgimiento del feudalismo como sistema de organización sociopolítica y territorial. La finalidad del castillo es ejercer control y figurar dentro del imaginario colectivo como vínculo de unión territorial y pertenencia a un determinado entorno. Diseñados como bastiones inexpugnables, se establecían en base a cercos y obstáculos naturales como los que encontramos en el Castillo de Santibáñez el Alto en Sierra de Gata, una fortaleza árabe que puede ser denominada como característica de la presencia musulmana en el norte de Extremadura y que tuvimos ocasión de visitar tras alojarnos un albergue en Sierra de Gata.

Hablar de castillos es hablar de maravillas de carácter polifacético. Almacén, tribunal, vivienda o simplemente símbolo de poder, estas son algunas de las funciones que ha de cumplir un punto fuerte, un bastión. Los castillos representaron tanto el orden para unos, como la opresión para otros, normalmente, gran parte de la población. El castillo se diferencia de otro tipo de plazas fuertes en el hecho de que cumple funciones superiores a las atalayas o fortines, aunque estas últimas estructuras se vinculan normalmente en gran profundidad con los castillos, repasar la toponimia cercana a las fortificaciones ayudará normalmente al historiador militar a localizar puntos de vigilancia que prolongan como brazos el poder y la capacidad de interacción de los castillos en líneas defensivas más amplias. Repasar la toponimia por ejemplo de Sierra de Gata, en Cáceres, nos permite trazar una ruta que recorre gran parte de esta sierra del norte de Extremadura y que establece claramente una línea defensiva histórica en las luchas de Reconquista y que vincula el Castillo de Trevejo, el Castillo de Monsanto y el Castillo de Santibáñez el Alto con fortalezas que se adentran en la Ribera del Coa y también hacia el norte oriental y que se dirige al Sistema Central.

Castillos de España

Como decíamos antes, los castillos cuentan normalmente con funciones como la de vivienda, por lo que deben ser entendidos en gran número de ocasiones como un hogar. A la hora de establecer estudios de microhistoria relacionados con la vida de los castillos, no debemos dejar de aprovechar para reflejar la vida diaria de la multitud de oficios que se veían representados en la vida diaria de sus pobladores. Además, los castillos cuentan con multitud de rincones que hacen alusión a ejemplos de la historia de la vida privada. En cuanto a la principal idea que nos transmite el castillo, podemos decir que representaron un sistema de orden y control en sí mismo. Francia es posiblemente el lugar de origen de los castillos tal y como han pasado a la historia que conocemos. El feudalismo se caracteriza en términos generales por una cesión de territorio y poder por parte de un señor a otros que actúan en calidad de vasallos. La implantación del feudalismo y la debilidad del poder centralizado va a propiciar el surgimiento de los castillos en esta parte de Europa tras la caída del Imperio Romano y la intentona de Carlomagno por conseguir un efímero recuerdo de lo que fue en su día Roma.

El primer formato de castillo es la mota. Los castillos de los siglos IX y X, se basaban en una estructura simple que parte en base a una torre que cumple las funciones de vivienda de señor. Normalmente se levantan sobre una elevación del terreno, pequeñas colinas que se amurallan y se separan del territorio en base a un foso. Inglaterra y el norte de Europa conservan hoy por hoy ejemplos del modelo de mota clásica. Esa torre señorial, acabará denominándose, Torre del Homenaje a. Este edificio, que acabará cargado de un gigantesco simbolismo, principalmente a partir del relato medieval en el que adquieren protagonismo en el hecho del homenaje feudo-vasallático, es al fin y al cabo, un ejemplo de puro pragmatismo. De una casa fuerte que se acabará elevando hasta ser una torre que aprovecha el control del territorio y la visualización de una amplia línea de horizonte, normalmente de puntos estratégicos o en la búsqueda por dominar el mayor territorio posible. Esa torre y muralla se acabará rodeando por otros muros que rodean las construcciones que van apareciendo al calor de la vida castrense y el comercio. Este es el origen de gran parte de los castillos que hoy por hoy recorren Europa de punta a punta.

Pero la construcción de un castillo era además un ejemplo de colaboración y técnica en multitud de oficios. Construir algo tan complejo, hemos de tener en cuenta que un castillo suponía una obra multimillonaria, requería de una fuerte planificación. Mechinales y huecos en la estructura permitían que los carpinteros estableciesen las vigas de madera que servirían de andamio para levantar los muros a base de piedra y en ocasiones mortero. Esta es la construcción de un castillo clásico, por supuesto encontramos multitud de formas constructivas. El mundo clásico generaría multitud de comentarios diferentes. Podemos decir que un castillo de tamaño medio requería de un total de 200 a 300 trabajadores para ser construido en un plazo de 3 a 5 años. Herreros, albañiles, canteros, carpinteros, pastores, putas, comerciantes y judíos prosperaban al calor de la construcción de castillos que requerían de fuertes inyecciones de capital y grandes cantidades de mano de obra. La mejora de la seguridad en los caminos, el control del territorio circundante y la presencia de pequeños cuerpos de guardia, mejoraba la calidad de vida de grandes zonas pese a que en ocasiones, la justicia del señor fuese más maligna que el peor de los bandidos.

Los constructores de castillos aprovecharon del mundo clásico el conocimiento de la cal. Esto generó una importancia de la piedra caliza que acabó incluso por influir en el comercio de Inglaterra. Pero se utilizaban los materiales del terreno principalmente, de esta forma, en España encontramos ejemplos como el Castillo de Santibáñez el Alto, en el que predomina la pizarra y la roca granítica para lugares clave de la estructura como esquinas o cimentación.

El vidrio fundido tuvo también gran desarrollo en la historia de la construcción de castillo. Quien piense que los castillos sólo contaban con ventanas de madera se equivoca, habitualmente se encontraban ventanales rudimentarios a base de vidrio y unión de junquillos.

En definitiva, los castillos supusieron sin lugar a dudas un hito clave para la consolidación del poder feudal, además de ser un crisol para el desarrollo de la técnica y la estética. Funcionales y hermosos, capaces de imponer el control sobre inmensas masas de terrenos y de tal belleza que en regiones como España son considerados como algunos de los ejemplos de patrimonio más destacados.

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