A raíz del post anterior sobre los wearables, donde vimos que el avance de la tecnología puede llegar a poner en nuestras manos una gran cantidad de información sobre nuestro cuerpo, cabe hacer una pequeña reflexión sobre el tipo de uso que podría darle un usuario medio.
En internet en general se puede acceder prácticamente a cualquier tipo de información. La facilidad con la que cualquiera puede publicar algo en la red hace que haya multitud de información colgada a la que cualquier puede acceder desde cualquier parte del mundo.
Visto todo esto, podría parecer que todo son ventajas y comodidades, pero realmente también tiene sus desventajas e incluso sus peligros. No sólo sirve leer la información a través de internet, sino que además se debería saber interpretar, y eso es otro tema.
Muchas personas optan por informarse a través de foros y sitios de opinión sobre temas relacionados con la salud. Algunos incluso llegan a autodiagnosticarse y automedicarse en función de aquello que leen por la red, y esto provoca un elevado riesgo para la salud del paciente, ya que podrían:
- Confundir su enfermedad con otra.
- Pensar que tienen algún problema de salud grave cuando en realidad no es así.
- Automedicarse de forma errónea.
- Realizar consultas médicas online sustituyendo la visita personal al médico, lo que no siempre es aconsejable.
- Crear una obsesión por la consulta de información, generando trastornos de hipocondría.
Estos son sólo algunos de los problemas que el mal uso de la información de internet puede provocar.
Esto hace pensar en que el avance la tecnología en la sociedad no implica sólo el saber utilizar esos avances, sino que requiere además una educación para el buen uso de esos avances, pues la tecnología puede ser muy buena si se utiliza de manera adecuada, pero de lo contrario puede llegar a ser contraproducente.
Respecto a los wearables, podría ser adecuado que los usuarios conozcan algunos parámetros como el ritmo cardiaco o las calorías que queman al hacer determinado ejercicio. Pero otros parámetros más específicos deberían ser utilizados por deportistas más profesionales que realmente sepan cómo utilizar dichos parámetros.
Realmente esto puede estar un poco más controlado (al menos por ahora) en el sentido de que cuantos más parámetros sea capaz de registrar el aparato, más caro será, y por consiguiente la mayoría de amateurs no se gastarán más dinero en comprar un wearable sólo porque mida parámetros que el usuario ni siquiera entiende.
Digo de momento porque como ocurre con los smartphones, con los años se acaban incluyendo prestaciones premium a aparatos más básicos, por lo que al final serían algo habitual.
En cuanto a los wearables médicos, deberían poder registrar los datos, pero ponerlos a disposición únicamente del médico. ¿Para qué quiere un paciente conocer los datos de sus análisis de manera detallada si no sabe cómo valorarlos? Personalmente no creo que eso aportase nada provechoso para el paciente, a no ser que el paciente sufriese una enfermedad crónica con la que debiese vivir y el médico le hubiese detallado expresamente lo que debe hacer en determinadas situaciones.
Aún no hay comentarios.